jueves, 19 de septiembre de 2024

DEL WSJ

 COMO SE DESARROLLO UN ATAQUE ENCUBIERTO CONTRA HEZBOLA A LO LARGO DE LAS CALLES Y CENTROS COMERCIALES DE LIBANO

Los buscapersonas y walkie-talkies detonaron mientras los miembros del grupo terrorista almorzaban, asistían a funerales y desarrollaban su vida diaria.
traducido por Marcela Lubczanski
Por Adam Chamseddine, Stephen Kalin y Omar Abdel-Baqui
Septiembre 18, 2024


BEIRUT—A las 3:25 p.m. del martes, dos miembros del grupo terrorista apoyado por Irán, Hezbola, estaban almorzando en un centro comercial en la capital libanesa cuando el buscapersonas que estaba llevando uno de los hombres explotó, dejándolo herido de gravedad y sangrando de los brazos y ojos.
A lo largo de la ciudad a las 3:34 p.m., otra explosión atravesó una oficina de Hezbola. Un buscapersonas utilizado para comunicaciones internas recibió un mensaje de texto consistente en una serie de números, luego sonó durante cinco segundos antes de detonar, arrojando a un hombre de su silla y destruyendo su escritorio, dijo un testigo.
Al cabo de minutos, cientos de buscapersonas emitidos a funcionarios de Hezbola en Beirut y en todo el país explotaron, matando a 12 personas e hiriendo a más de 2,800, dijeron las autoridades libanesas. Las salas de emergencia estaban inundadas por las víctimas de explosiones. Los líderes de Hezbola culparon a Israel y prometieron responder.
Entonces, el miércoles, sucedió nuevamente. Esta vez los walkie-talkies y otros electrónicos usados por el grupo terrorista chií comenzaron a explotar, enviando una segunda ola de víctimas a los hospitales abarrotados y debilitando más la capacidad de comunicarse de los militantes chiíes.
Para el final del día, 20 personas más estaban muertas y 450 más heridas. Los ataques también expusieron las identidades de miles de agentes de Hezbola, muchos de quienes trabajaban de forma encubierta—un golpe para la inteligencia israelí y una probable sorpresa para algunos de los parientes y vecinos de los miembros de Hezbola.
Las explosiones parecieron haber sido una de las más ambiciosas operaciones encubiertas de Israel, dirigidas a interrumpir a un enemigo que ha acumulado un arsenal formidable y que, desde el ataque de Hamas del 7 de octubre en el sur de Israel, ha intercambiado regularmente fuego con las fuerzas israelíes a lo largo de la frontera norte del país.
El miércoles, el ministro de defensa del país dijo que Israel estaba empezando una nueva fase de la guerra en el norte. Su principal general dijo, "Tenemos muchas capacidades que aun no hemos activado."
Hezbola, un grupo designado terrorista por EE.UU., luchó por aceptar la probabilidad que los espías israelíes se las habían arreglado para insertar explosivos de forma encubierta dentro de un lote de buscapersonas y también dentro de una serie de baterías que fueron usadas para cargar las radios portátiles—y luego detonarlas de forma remota.
Una explosión ocurrió a alrededor de las 5 p.m. el miércoles en un funeral en los suburbios sureños de Beirut para miembros de Hezbola muertos por las explosiones de los buscapersonas el martes. Envió una pluma de humo negro hacia el cielo cerca de un escenario erigido para los discursos.
Al cabo de instantes, se extendió la noticia que estaba en marcha otra ronda de ataques explosivos, y algunos dolientes entraron en pánico y huyeron.
Un miembro de Hezbola que llevó a un colega herido en busca de atención médica el martes dijo que pensaba que la explosión del buscapersonas del hombre era un hecho aislado, y dijo que se asombró cuando llegó al hospital. "La entrada estaba inundada de gente, y un colega me dijo que el hospital tenía la capacidad colmada," dijo. "Fue sólo entonces que entendí que este era un ataque a gran escala," dijo.
Los detalles que están surgiendo de las investigaciones de los ataques masivos apuntaron a un plan altamente complejo llevado a cabo por Israel, en el cual fueron plantados explosivos en miles de dispositivos distribuidos a miembros de Hezbola. Pero también atrajo condena de algunos observadores internacionales y autoridades de salud como un ataque impreciso y generalizado que puso a los civiles en riesgo para un propósito militar poco claro.
Las explosiones sucedieron en las calles y en mercados. Un funcionario del ejército libanés dijo que una radio explotó el miércoles en un coche estacionado en el Centro Médico de la Universidad Estadounidense de Beirut, frente a la calle de la entrada de la sala de emergencia.
El ministro de salud libanés, Dr. Firass Abiad, dijo a The Wall Street Journal que muchos de los buscapersonas explotaron en las caras de la gente que los tomó después de recibir un mensaje. Y ocurrió en todos lados.
El gobierno de Israel ha estado bajo creciente presión de los votantes para empujar a Hezbola de la frontera israelí. Desde que Hezbola comenzó a disparar a Israel después del 7 de octubre, decenas de miles de israelíes han abandonado sus casas en el norte y han vivido como personas desplazadas en otras partes del país.
Los líderes israelíes han prometido hacer seguro para ellos regresar a casa y se han involucrado en intercambios de fuego casi diarios con militantes en Líbano. Los ataques israelíes han matado a cientos de agentes de Hezbola y provocaron que decenas de miles de personas abandonen el sur de Líbano.
El ejército de Israel no ha comentado directamente sobre los efectos de los ataques de esta semana.
El ministro de salud de Líbano dijo que más de 2,000 personas heridas habían llegado a los hospitales al cabo de la primera media hora después del ataque de los buscapersonas y que para el mediodía del miércoles, los hospitales habían llevado a cabo 500 operaciones incluyendo en los rostros, ojos y manos de la gente.
Ghassan Abu Sitta, un cirujano plástico en el Centro Médico de la Universidad Estadounidense de Beirut, dijo: "Básicamente tienes miles de hombres jóvenes con heridas casi idénticas llevando a discapacidades permanentes. Estas heridas están afectando las manos y uno o ambos ojos."
Llevó algún tiempo para que se hiciera evidente la escala del ataque. Mucho del país se enteró primero de lo que estaba pasando en línea, donde aparecieron videos mostrando los buscapersonas estallando y luego escenas espantosas desde hospitales con manos destrozadas, ojos faltantes y torsos ensangrentados.
En los momentos iniciales después que comenzaron las explosiones, algunas personas dijeron que entraron en pánico y desconectaron sus enrutadores e incluso equipos de televisión, temiendo que el ataque pudiera ser más generalizado.
Las ambulancias ululaban a través de las calles abarrotadas de Beirut, y cientos de personas se reunieron fuera de las salas de emergencia en hospitales a lo largo de la ciudad. En el Centro Médico de la Universidad Estadounidense de Beirut, las ambulancias se detenían cada pocos minutos para descargar a las víctimas.
El Dr. Georges Ghanem, director de la unidad de crisis en el Centro Médico de la Universidad Estadounidense de Beirut, dijo que más de 40 pacientes tenían heridas complejas, incluidos algunos ojos y miembros faltantes.
Debido a que los ojos requieren cirugía avanzada, los suministros y especialistas estaban sobrecargados, y las operaciones tuvieron que ser retrasadas horas.
"La cantidad limitada de doctores, equipo y espacio en comparación con todas las víctimas llegando al mismo tiempo a través del país hicieron muy difícil la respuesta," dijo Ghanem. "Ahora están trabajando en conseguir prótesis para los que perdieron sus miembros."

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