LA MARCHA TRIUNFAL DE TRUMP
Pero la causa central del conflicto no ha sido resuelta y tal vez no pueda serlo.
Por Walter Russell Mead
Octubre 14, 2025
Incluso para los estándares del segundo mandato de proporciones descomunales de Donald Trump, el 13 de octubre se cierne sobre nosotros. La liberación de los últimos rehenes vivos de su cautiverio inhumano e indefendible, el discurso del Presidente Trump ante la Knesset, y su presencia poco después en Sharm El-Sheikh, Egipto, en una cumbre global que sólo él podría convocar fueron extraordinarios.
Es demasiado pronto para decir lo que todo significa. Los acontecimientos todavía se están moviendo rápidamente, y pasarán meses o años antes que los resultados puedan ser evaluados en su totalidad. Pero mientras los videos llenos de alegría de los rehenes reuniéndose con sus familias inundaron la internet, sabemos cinco cosas sobre lo que acaba de suceder.
La primera es que los rehenes están en casa. La nube oscura que colgaba sobre Israel y el pueblo judío desde las atrocidades del 7 de octubre del 2023 ha sido levantada. Hay duelo por los muertos, horror por el sufrimiento de los sobrevivientes, y gratitud por el heroísmo de los que dieron sus vidas en defensa de Israel tras los ataques. La pesadilla terminó y puede comenzar la sanación.
La segunda es que sólo el Sr. Trump pudo haber logrado que esto suceda. Ningún otro político vivo podría haber tranquilizado a Israel, amenazado a Hamas y reunido a una coalición árabe amplia en la forma en que él lo ha hecho. El Sr. Trump tiene sus falencias, e incluso se pregunta si llegará al cielo, pero él es un líder que domina la escena mundial como nadie.
Tercero, Benjamin Netanyahu ha consolidado su lugar en la historia del pueblo judío. El tiene sus defectos y ha hecho su parte de errores costosos, pero lo mismo puede decirse de líderes antiguos como Sansón y David, tanto como de héroes modernos como David Ben-Gurion, Golda Meir y Moshé Dayan. El Sr. Netanyahu impuso su liderazgo en un país que anhela rechazarlo, trajo orden a una coalición revoltosa, y combinó flexibilidad de medios con firmeza de propósito para llevar a Israel a la guerra más grande y más horrorosa a una conclusión triunfal.
Cuarto, a pesar del optimismo del Sr. Trump, el Medio Oriente aún no ha entrado a una era de paz. En la cumbre en Sharm El-Sheikh, Egipto, serán firmados comunicados, pero la causa central del conflicto no ha sido resuelta y tal vez no pueda serlo. La existencia de un estado judío en el Medio Oriente predominantemente musulmán presenta una afronta civilizacional y religiosa insoportable para mucha de la población de la región que Israel ha tenido que convertirse en un bando armado para sobrevivir. Y el conflicto entre Israel y los palestinos está lejos de ser el único en el Medio Oriente. Las tensiones étnicas y religiosas han hecho añicos a Siria y Líbano. La ideología yihadista está resurgiendo en mucha de la región. Incluso el islamismo llamado moderado, como en la Turquía de Recep Tayyip Erdogan, se niega a repudiar a grupos como Hamas.
Quinto, mientras los acuerdos en Gaza son el triunfo más espectacular del Presidente Trump a la fecha, sus retos internacionales más grandes se encuentran por delante. Hamas (como sus partidarios en Irán) fue y es una fuerza nihilista. Fue el enemigo de todo gobierno árabe en el Medio Oriente. No tuvo ningún programa positivo para el pueblo que gobernó, y sus objetivos políticos fueron absolutamente poco prácticos. Sus tácticas fueron tan repulsivas como sus métodos fueron brutales. Que un movimiento tan trastornado y equivocado pudiera comandar tan amplio apoyo entre los jóvenes más imprudentes del mundo refleja en parte el sentimentalismo negligente de personas cuya preocupación genuina por los palestinos los cegó ante la falsedad cínica y sedienta de sangre de Hamas. Y por supuesto el virus del antisemitismo, ante el cual mentes semi-educadas parecen peculiarmente vulnerables, tuvieron su parte que jugar. Pero la capacidad para incitar a Greta Thunberg a unirse a una flotilla no es fuerza internacional real.
El triunfo del Sr. Trump sobre Hamas llegó de su capacidad para organizar una coalición de realistas contra las pretensiones de los fantaseadores. Los árabes del Golfo quieren estabilidad en la región para poder desarrollar sus economías y atraer la inversión internacional sin el levantamiento y caos perpetuo sobre el cual prospera Hamas. También quieren que Hamas sufra el tipo de derrota aplastante que reduciría su atractivo ideológico entre sus propios ciudadanos. Israel quiere seguridad para su pueblo. Los europeos quieren un fin a la guerra que agitó a sus poblaciones inmigrantes e incrementó el riesgo de terrorismo local.
El genio del Sr. Trump fue encontrar un marco dentro del cual estos poderes diferentes con sus prioridades diferentes podrían trabajar juntos hacia su objetivo en común. Es un logro real y merece la gratitud y respeto del mundo.
Pero los siguientes pasos serán más duros. Los gobiernos ruso y chino, incluso cuando están equivocados, tienen una racionalidad y constancia que Hamas nunca tuvo. Hamas excavó túneles. Rusia y China construyeron armas nucleares.
La habilidad, flexibilidad y valentía que demostró el Sr. Trump en su campaña contra Hamas lo colocará en buen lugar en la competencia con Rusia y China. Pero queda por verse si este presidente y el país que él dirige están listos para la pruebas más duras por venir.
Copyright ©2025 Dow Jones & Company, Inc. All Rights Reserved. 87990cbe856818d5eddac44c7b1cdeb8
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.