La verdadera historia de las chaquetas de Leo Messi para los ex rehenes israelíes
Un gesto extraordinario entre tantos «mimos» para los ex rehenes israelíes que sobrevivieron al infierno en Gaza: algunos de ellos, fanáticos del fútbol, recibieron casacas de la selección argentina de fútbol firmadas nada menos que por Leo Messi.
Sin enbargo, hay un detalle: mientras que muchos medios salieron a decir que las camisetas con el número 10 eran regalos que el propio Messi hizo llegar al menos a cuatro de los secuestrados que volvieron a casa, la verdadera historia tiene menos glamour pero mucha ternura.
No, no fue Messi quien regaló las casacas a los jóvenes ex rehenes sino un empresario y filantropo que se destaca por su fuerte apoyo a los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y a quienes pudieron salir con vida tras el cautiverio a manos de Ham@s en Gaza.
Shai Graucher, un empresario israelí del sector del turismo VIP, se hizo muy famoso en el país cuando le regaló un automóvil BMW a Emily Damari, la ex rehén muy conocida por su simpatía y por el hecho de que sus secuestradores le cortaron dos dedos de una mano.
Ahora, después de la liberación en este mes de octubre del ultimo grupo de cautivos con vida, Graucher se ocupó de agasajarlos también a ellos, incluyendo a los muchachos fanáticos del fútbol y de Messi.
Según apuntó la prensa israelí en el origen de esta historia, Graucher obtuvo las casacas gracias a las conexiones de la familia judía estadounidense encabezada por Jay Schottenstein con el Inter Miami, el equipo de la MLS donde juega actualmente el astro argentino.
Los Schottenstein, dueños del gigante de la indumentaria American Eagle, sirvieron de canal para que el empresario israelí obtuviera las camisetas, parte de un lote que Leo firmó poco después de ganar el Mundial de Qatar, en el 2022.
Las casacas llevan el autógrafo de Leo y tienen un sticker con un QR que confirman su autenticidad.
El propio Graucher -quien cuenta con una red de aportantes que donan para estos regalos- estimó el valor de cada prenda en unos 10.000 dólares.
Hasta ahora, según lo que se puede ver en las redes sociales, el empresario adquirió cuatro de esas casacas, que fueron para Bar Kupershtein, Segev Kalfon, Matan Angrest y el argentino-israelí Eitan Horn, fanático del Hapoel Beer Sheva y del Atlanta de Argentina.
Después de Bar y Segev, esta semana circuló el video donde Matan y Eitan recibían sus casacas.
A Horn se lo puede ver sorprendido por el presente, mientras Graucher le sugiere «no usarla ni comer» con la casaca puesta. «Es para enmarcarla», le dijo.
Cuando se hizo viral el primer video, el que mostraba el momento en que Kalfon y Kupershtein recibían sus casacas, muchos medios globales pecaron de excesivo entusiasmo y salieron a decir que fue el propio Leo quien envió el precioso regalo a los ex cautivos.
«Dos rehenes israelíes liberados por Ham@s fueron sorprendidos con un gesto muy especial de Lionel Messi, quien les envió camisetas de la selección argentina con su icónico número 10», escribieron algunos de estos medios.
«El regalo fue recibido con lágrimas y sonrisas en el hospital donde se recuperan», agregaron a la (verdadera) historia de Leo Messi y los rehenes.
El hecho de que no haya sido Leo quien despachó personalmente las casacas no cambia mucho la relación del campeón mundial con Israel.
Messi tiene varias conexiones comerciales con el país y durante muchos años fue embajador de una conocida marca de dispositivos de asistencia para personas con problemas de la visión.
Israel Economico
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