martes, 18 de noviembre de 2025

DEL JERUSALEM POST

 NUNCA MAS: EJECUTAR A LOS TERRORISTAS DE HAMAS ES LA MEJOR FORMA PARA ISRAEL DE EVITAR SECUESTROS FUTUROS

Es hora de tener un debate público sobre el tema de los intercambios de rehenes y prisioneros antes que Hamas pueda capturar más.
Palestinian prisoners are released by Israel in a swap for hostages and a ceasefire last month. The release of over 2,000 terrorists, including hardened and experienced Palestinian mass murderers, will incentivize future kidnappings, the writer argues.
Prisioneros palestinos son liberados por Israel en un intercambio por los rehenes y un cese del fuego el mes pasado. La liberación de 
más de 2,000 terroristas, incluidos asesinos en masa palestinos endurecidos y experimentados, incentivará secuestros futuros, 
argumenta el autor. (Foto crédito: Ramadan Abed/Reuters)

Noviembre 14, 2025

Con casi todos los rehenes israelíes retenidos por Hamas en Gaza ahora liberados, y antes que Hamas capture más rehenes, Israel 
debe reconsiderar su política sobre este tema y tomar medidas decisivas para ajustar cuentas.

Ante todo, es hora de admitir que el debate público razonado sobre esta cuestión importante ha sido sofocado por la campaña 
abrumadora del Foro de Familias de Rehenes – en apoyo de la liberación masiva de terroristas palestinos a cambio de los rehenes 
israelíes bejol mejir – “a cualquier precio.”

Cualquier desviación de la línea políticamente correcta – “bejol mejir” – como fue ordenada por Einav Zangauker y compañía llevó a la
divulgación sin permiso de información privada, silenciamiento, e incluso la humillación violenta. El discurso público fue distorsionado
por medio de los megáfonos muy bien financiados de la Calle Kaplan.

Después de todo, todos saben – porque esto ha sido así en todo caso previo – que los terroristas palestinos liberados con seguridad 
atacarán nuevamente, con sólo Dios sabe cuantas víctimas israelíes en el futuro. La liberación de más de 2,000 terroristas, incluidos 
asesinos en masa palestinos endurecidos y experimentados, ciertamente incentivará secuestros futuros, echará nafta al fuego 
terrorista que ya está arreciando en Judea y Samaria, y catapultará a Hamas hacia su captura pretendida de esa región intranquila.

Así, los acuerdos repetidos durante los últimos dos años para liberar a los terroristas palestinos a cambio de rehenes israelíes retenidos
en Gaza pudo haber sido lo más necesario en el mundo, pero también puede ser lo más desastroso que ha hecho Israel. El costo será 
pagado durante un período prolongado, y será duro.

Hasta este año, el acuerdo del 2011 por Gilad Shalit fue el peor: Más de 1,000 terroristas fueron liberados a cambio de Shalit, incluido 
Yahya Sinwar, planificador de la masacre del 7 de octubre del 2023. De hecho, casi la estructura de mando entera de Hamas que 
planeó el ataque de Simjat Torá contra pueblos y ciudades israelíes, que mató a más de 1,200 personas en un día, estaba conformada 
de terroristas liberados en el acuerdo Shalit.

Mahmoud Qawasameh, por ejemplo, un terrorista liberado en el acuerdo, planificó el secuestro y asesinato de los tres adolescentes
Naftali Fraenkel, Eyal Yifrach, y Gilad Shaer en Gush Etzion en el 2014. El fue arrestado nuevamente por las FDI anteriormente este año
mientras se ocultaba con otros terroristas en el Hospital Shifa en Ciudad Gaza, y fue liberado nuevamente en el acuerdo de rehenes 
negociado por Estados Unidos el mes pasado.

De hecho, bajo el plan de 20 puntos de la administración Trump por los rehenes y el cese del fuego, Israel liberó a más de 1,950 
terroristas palestinos, incluidos 250 que estaban cumpliendo sentencias de por vida por ataques letales, tanto como un adicional de
1,700 palestinos más arrestados desde el 7 de octubre del 2023. Esto se suma a un grupo previo de unos 2,000 presos de seguridad
palestinos liberados por Israel en febrero como parte de un acuerdo anterior para liberar a algunos rehenes israelíes.

Una vez más, como todas las veces previas, el "estamento de seguridad" israelí ha tranquilizado confiadamente (y yo digo de forma
engañosa) a los políticos y al público israelí que "sabrá manejar la situación," o sea, cómo rastrear a los terroristas y aplastar cualquier
retorno naciente a la actividad terrorista sin demasiado daño hecho. Pero esto nunca ha probado ser cierto. Todo acuerdo que 
involucró la liberación de terroristas ha llevado a mucho derramamiento de sangre, planeado y llevado a cabo por estos terroristas
liberados.

Tanto es así que hace casi dos décadas, los líderes israelíes decidieron que había que poner un freno a esta situación precaria. Fue 
nombrada una comisión dirigida por el ex presidente de la Corte Suprema, Meir Shamgar, en julio del 2008 para recomendar al 
gobierno principios para conducir negociaciones para la recuperación de prisioneros, rehenes, y personas desaparecidas.

Sus conclusiones, aparentemente muy restrictivas (queriendo significar que ninguna liberación masiva de terroristas sería posible 
jamás en virtud de la ley y política israelí) fueron mantenidas en secreto a propósito hasta después de la liberación de Shalit en el 2012 
y luego fueron clasificadas como “alto secreto” – y nunca fueron adoptadas formalmente por algún gobierno. Muchas propuestas 
legislativas basadas en los principios de Shamgar han sido presentaas desde entonces, pero en cierta forma, han fracasado siempre.

Un ejemplo: El presidente de Yesh Atid, Yair Lapid, propuso legislación en el año 2015 que haría ilegal liberar a más de un terrorista por
cada civil o soldado israelí retenido como rehén. Lamentablemente, ese proyecto de ley nunca fue aprobado.

Desgraciadamente, frente a ta delincuencia israelí, Hamas y sus compatriotas yihadistas han aprendido que secuestrar israelíes es 
muy lucrativo. Y entonces, es sólo cuestión de tiempo, casi algo inevitable, que ellos intenten secuestrar y torturar a más rehenes.

Seguramente ellos lo harán, a menos que Israel cambie resueltamente la política – desafiando las campañas exageradas que hasta 
ahora han distorsionado el pensamiento estratégico claro sobre este tema.

Directamente relacionada con la necesidad urgente de una nueva política estratégica sobre manejar a terroristas y las demandas 
terroristas está la necesidad de castigar seriamente a los terroristas de Nukhba – esos bárbaros que fueron los violadores, 
torturadores, y verdugos del 7 de octubre, muchos de quienes filmaron y transmitieron orgullosamente sus atrocidades.

Unos 250 de tales palestinos subhumanos han escapado al juicio hasta ahora – ni uno ha sido acusado aun – porque Jerusalén temía
que procesarlos frustrara los esfuerzos por liberar a los rehenes israelíes inocentes retenidos por Hamas. Y entonces, ellos esperan
pacíficamente en las cárceles israelíes al próximo acuerdo de liberación de rehenes a cambio de terroristas.

Ahora es el momento de aplicar la fuerza plena de la justicia israelí contra ellos. En mi pensamiento, esto significa establecer un 
tribunal especial para genocidio y crímenes de guerra, y aplicar la pena de muerte en algunos casos (con encarcelamiento de por vida
para el resto, sin ninguna posibilidad de liberación).

Esto se debe a que los ataques monstruosos en los cuales estos carniceros participaron no deberían ser tratados meramente como
actos llevados a cabo por una selección de terroristas aislados, con cada terrorista tratado sólo por su parte individual de matanza, de
acuerdo con evidencia puntual en su contra.

Más bien, ellos tienen que ser llevados ante un tribunal de justicia israelí y de hecho ante los tribunales virtuales del mundo como
islamo-nazis que a sabiendas estuvieron llevando a cabo un intento de masacrar a todos los israelíes y de exterminar al Estado de
Israel, como claramente planificaron y se jactaron abiertamente los líderes de Hamas.

Consideren esto una versión israelí de los juicios de Nuremberg de 1945-46 contra los líderes nazis, cuyo propósito no sólo fue
impartir justicia contundente contra los nazis, sino exponer y registrar para la posteridad los planes, la ideología y los crímenes nazis.
Así también, con Hamas. Su agenda aniquilacionista debe ser desenmascarada y deslegitimada; sus partidarios negacionistas deben
ser humillados; y su espíritu debe ser aplastado.

Los juicios de crímenes de guerra de la Nukhba proporcionarán una plataforma para que los supervivientes de los pueblos y ciudades 
israelíes sureños que fueron tomados como blanco por los terroristas, y para que los sobrevivientes de la masacre del festival Nova
testifiquen también en el tribunal mientras sus recuerdos abrasadores de ser atacados están aun frescos, y antes que el negacionismo
anti-Israel palestino y global se afiance más aun.

Los juicios por crímenes de guerra deben también exponer inevitablemente el apoyo entusiasta que recibió Hamas de la Autoridad
Palestina, de Turquía y Catar, de las organizaciones musulmanas radicales (muchas presentándose como benevolentes "organizaciones
de beneficiencia" islámicas en el Occidente), y de aliados infames en todo el mundo.

Ya puedo escuchar las objeciones cautas-pragmáticas y humanistas-liberales. Se argumentará que los juicios espectáculo y las 
condenas a muerte sólo crearán más "mártires" palestinos, alimentando más guerra islamo-nazi contra Israel, y que las ejecuciones no
se condicen con los "valores judíos."

Yo digo que la objeción "pragmática" es una pavada, y que la objeción “humanista” (o falsa “judía”) es una desgracia.

Un juicio espectáculo con condenas a muerte valdría la pena, sería efectista, y extraordinariamente ético. Afirmaría la intención de
Israel de ganar sus guerras contra todos los enemigos y afirmaría el compromiso del pueblo judío con liderar el mundo en una batalla
moral contra el verdadero mal.

El autor es miembro principal director en el Misgav Institute for National Security & Zionist Strategy con sede en Jerusalén.

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