por Khaled Abu Toameh • 6 de Septiembre de 2016
Casi 3.500 palestinos han sido asesinados en Siria desde el comienzo de la guerra civil, en 2011. Pero como estos palestinos fueron asesinados por árabes y no por israelíes, no es un hecho noticiable para los grandes medios de comunicación.
¿Cuántos periodistas occidentales se han preocupado de investigar sobre los sedientos palestinos del campo de refugiados sirio de Yarmuk? ¿Hay alguien en la comunidad internacional que sepa que lleva sin suministro de agua más de 720 días? ¿Y tres años sin electricidad?
Tampoco se ha dado la señal de alarma respecto a los más de 12.000 palestinos que languidecen en las cárceles sirias -- entre ellos hay 765 niños y 543 mujeres. Según fuentes palestinas, en los últimos años han muerto 503 presos palestinos a causa de torturas.
Refugiados palestinos abandonan el campo de Yarmuk, cerca de Damasco, tras los fieros combates de septiembre de 2015. (Imagen: captura de un vídeo de RT).
Parece como si la comunidad internacional se hubiese olvidado de que también hay palestinos más allá de la Margen Occidental y Gaza. Estos otros palestinos viven en países árabes como Siria, Jordania y el Líbano, y es evidente que sus muchos y graves apuros no tienen interés para la comunidad internacional. Son sólo los palestinos que residen en la Margen y la Franja los que reciben la atención internacional. ¿Por qué? Porque estos últimos son precisamente los que la comunidad internacional esgrime como arma contra Israel.
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