(JTA) - Un grupo judío está indignado por los planes de Lituania de convertir un complejo deportivo en un centro de convenciones en el lugar donde se encuentra un cementerio judío histórico, lo que revierte décadas de lucha para conmemorar un memorial.
GRACE GILSON
En los últimos años, un grupo de trabajo que incluía al rabino Andrew Baker, director de asuntos judíos internacionales del Comité Judío Americano (AJC, por sus siglas en inglés), llegó a un acuerdo con el anterior gobierno lituano para convertir el complejo en un sitio de patrimonio judío.
Sin embargo, el anuncio del primer ministro lituano, Gintautas Paluckas, la semana pasada sobre la construcción de un centro de convenciones, a pesar de su compromiso de "preservar la atención tanto sobre la importancia de este lugar para la historia lituana como sobre la memoria de los acontecimientos que lo marcaron", parece haber socavado esos esfuerzos.
"Esto revierte una decisión respaldada internacionalmente del gobierno anterior, que acertadamente se comprometió a transformar el sitio en un lugar de memoria y educación judía", escribió el AJC en una publicación el viernes en X.
El AJC añadió que la decisión “plantea serias dudas y ensombrece el compromiso declarado de Lituania con la memoria del Holocausto y el patrimonio judío”.
El cementerio alberga los restos de innumerables figuras judías ilustres que vivieron en lo que antes del Holocausto se conocía como la “Jerusalén de Vilna” por su erudición y piedad. Incluía el lugar de enterramiento del sabio del siglo XVIII conocido como el Gaón de Vilna, cuyos restos fueron exhumados en 1949 antes de que los soviéticos destruyeran el cementerio.
“Creo que quienes han estado involucrados en esto están indignados, molestos y se sienten traicionados”, declaró Baker a JTA. “Fue un largo proceso para llegar a un consenso sobre qué hacer con la estructura después de muchos años de controversia”.
Baker afirmó que el gobierno anterior de Lituania, encabezado por la primera ministra Ingrida Šimonytė, había aceptado la propuesta de convertir el complejo deportivo soviético en un sitio de patrimonio judío, pero que el enfoque del nuevo gobierno le pareció "arrogante" y "ofensivo".
Según el sitio web de noticias Made in Vilnius, el anuncio de Paluckas estipulaba que se respetaría la propuesta previa recomendada por la comunidad judía lituana y el Comité Europeo para la Preservación de Cementerios Judíos. Sin embargo, Baker explicó que simplemente añadiría "alguna descripción de que se trataba de un cementerio judío".
"Esto equivaldría a decir: 'Lo convertiremos en un centro de conferencias, pero en algún momento informaremos a la gente de que era un cementerio judío', lo cual es totalmente inaceptable", declaró Baker. "No es ninguna solución".
Baker afirmó que se había puesto en contacto con el embajador estadounidense en Lituania sobre los nuevos planes para el complejo deportivo y esperaba que el primer ministro revocara su decisión.
“Convertirlo en un centro de convenciones o conferencias, con el tipo de actividades que se llevarían a cabo en un lugar así, sería considerado una profanación y un ultraje, y no sería un buen augurio”, dijo Baker.
De la traducción (c)Enlace Judío México
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