domingo, 28 de enero de 2024

 Del NY Post



TRADUCIDO Marcela Lubczanski



Jonathan Schanzer

Los narcoterroristas respaldados por Irán están haciendo miles de millones y ampliando la guerra del Medio Oriente

por Jonathan Schanzer y Natalie Ecanow

NY Post

Enero 23, 2024

El Secretario de Estado Antony Blinken viajó al Medio Oriente este mes en un esfuerzo para evitar una guerra regional más amplia.

Pero mientras Blinken estaba allí, aviones de combate jordanos atacaron a milicias respaldadas por Irán y narcotraficantes en Siria.

Las narco-batallas de Jordania han recibido escasa atención pero son parte de la ofensiva de múltiples frentes de Irán contra EE.UU. y sus aliados a través de la región.

Hamas, respaldado por Irán, provocó la guerra con Israel, mientras que Hezbollah, respaldado por Irán ataca a Israel diariamente desde enfrente de la frontera libanesa.

Los huzíes respaldados por Irán están atacando barcos en el Mar Rojo. 

Y las milicias respaldadas por Irán en Irak y Siria han atacado las bases estadounidenses allí más de 30 veces desde mediados de octubre.

El atractivo de grandes beneficios impulsa el comercio de drogas, pero Irán y sus satélites también sienten una oportunidad de desestabilizar a Jordania, un país que desempeña un rol vital – geográficamente y políticamente – en sostener un orden regional favorable a los intereses estadounidenses. 

Infiltrando Jordania con grandes cargamentos de la droga captagon estilo anfetamina – cuyo comercio fue estimado en el 2021 en u$s5,700 millones y sólo ha crecido desde entonces – tanto como explosivos y otras armas, los narcotraficantes persiguen ambos objetivos.

Las tropas jordanas han estado chocando regularmente con los contrabandistas en la frontera siria durante más de dos años.

Aman ahora está escalando su campaña tomando acciones militares dentro de territorio sirio.

Ya este año, la fuerza aérea jordana ha lanzado una media docena de ataques al norte de la frontera.

Aviones jordanos atacaron depósitos y la presunta casa de un traficante de drogas el 4 de enero en los poblados sirios de Al-Ghariya y Shaab, respectivamente.

Jordania llevó a cabo cuatro ataques más en territorio enemigo el 9 de enero, atacando a tres traficantes y una granja en poblados cerca de la frontera.

La operación "resultó en el arresto de siete personas buscadas en conexión con pandillas de contrabando y traficantes de drogas," según el ejército jordano.

Otra serie de ataques impactó Siria el jueves, matando a al menos nueve.

Aman no está bajo ninguna ilusión acerca de a quién está combatiendo en esta guerra: la República Islámica de Irán.

El ex ministro jordano Samih Maayteh lo dijo tan explícitamente, después que docenas de narcotraficantes intentaron infiltrar Jordania el 18 de diciembre con explosivos y 5 millones de píldoras de captagon.

"Está Irán patrocinando a estas milicias," dijo Maayteh. "Estas son acciones militares hostiles contra Jordania en su territorio."

El régimen sirio de Bashar al-Assad, un cliente leal de Teherán, también tiene un rol central en el comercio de captagon, junto con Hezbollah.

El Departamento del Tesoro de EE.UU. notó el año pasado que Assad y sus aliados "han adoptado cada vez más la producción y tráfico de captagon para generar divisas duras."

Central para los negocios es la Cuarta División Blindada del ejército sirio, comandada por el hermano menor del dictador, Maher al-Assad.

Hezbollah facilita y se beneficia de las operaciones de tráfico — sus miembros están supervisando según se informa una nueva fabrica de captagon en el oriente de Siria que el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán ha ayudado a establecer en diciembre.

Por un tiempo, Jordania fue principalmente un punto de tránsito para el captagon, el que obtiene un precio más elevado en países ricos como Arabia Saudita.

Pero Jordania ahora es un mercado para el captagon, también, aunque menos lucrativo — el precio de una píldora en Aman es todavía muchas veces mayor que su costo para los productores en Siria o Líbano.

En febrero y marzo pasados, el Rey Abdullah II de Jordania pidió a la administración Biden ayuda en su narco guerra. 

Washington debería responder afirmativamente.

Pero mientras Washington apoya a Jordania contra las amenazas iranies en Siria, debe hacer entender a Aman que su discurso duro contra Israel está socavando su propia causa.

El Rey Abdullah dijo en octubre que la campaña defensiva de Israel contra Hamas es "cruel y excesiva" y acusó a Israel de cometer "crímenes de guerra" en su lucha contra los terroristas.

Le guste o no a Abdullah, Israel y Jordania están luchando la misma guerra.

Es una guerra que Washington está también luchando contra los huzíes.

Es una guerra contra el autonombrado "eje de la resistencia" de Teherán.

Cuanto antes cada gobierno que está enfrentando una amenaza respaldada por Irán entienda este hilo en común, antes puede comenzar a tomar forma una estrategia más amplia. 

Jonathan Schanzer es vicepresidente principal para investigación en la Fundación para la Defensa de las Democracias, donde Natalie Ecanow es una analista de investigación.

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