domingo, 19 de julio de 2009

No rendirse ante el terror


El atentado de la AMIA generó varias lecciones: una es que no hay que rendirse ante el terror, y la reconstrucción de la AMIA es un ejemplo de que no hay que permitir al terror que rompa nuestra vida. Es muy fácil matar y destruir, pero el terror no va a tener éxito en la interrupción de nuestra vida. La AMIA y la comunidad judía volvieron a edificar las instituciones y vivir la vida normal ante el terror.
Otra lección es lo que pasa en el mundo, donde los atentados contra la AMIA y la Embajada de Israel son parte de la lucha contra el terror. Cuando hablamos de la impunidad que el terror goza en muchas partes, denunciamos que muestra el rostro, tiene caras, nombres e inclusive países que lo apoyan. Todo el mundo sabe que en el caso de la AMIA, Irán es el responsable. Y el mundo no hace nada. Es un tema ante el cual quiere cerrar los ojos, pero así no va a pasar el peligro y eso es lo más preocupante. La realidad que acostumbramos vivir con los pilotes frente a las instituciones no es algo que tiene que ser normal. El mundo acepta como normal los chequeos en los que a uno le revisan las maletas y tiene que sacarse cinturones y zapatos. No lo es. Hay un pedido de nuestras sociedades democráticas para que se luche contra quienes quieren matar y destruir nuestro modo de vida.

* Publicada por la Agencia Judía de Noticias

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