Cadena perpetua y 31 años de prisión para el asesino de la Marcha del Orgullo Gay en Jerusalem
Dos meses después de haber cumplido diez años de prisión por intento de asesinato en la Marcha del Orgullo Gay en Jerusalem, Yishai Schlissel asesinó a puñaladas a Shira Banki y atacó a seis personas más, en las mismas circunstancias. Ayer la justicia lo sentenció a la pena máxima y terminará sus días en prisión.
El Tribunal de Distrito de Jerusalem condenó a Yishai Schlissel a cadena perpetua más 31 años de prisión por el asesinato de Shira Banki y el ataque a seis personas más, durante la Marcha del Orgullo Gay realizada en julio del año pasado en Jerusalem.
Schlissel fue declarado culpable de asesinato y seis intentos de asesinato. Por primera vez, sus familiares estuvieron presentes en la audiencia.
La presidenta del Tribunal, la jueza Nava Ben-Or escribió en la sentencia: “la larga estancia del acusado en prisión no ha logrado que cambie su manera de actuar. Su fanatismo oscuro, que le impide tener consideración de los seres humanos, lo guió también esta vez”.
La magistrada continuó: “Aquí hay un hombre que no toma en consideración a ninguna otra persona. Un hombre cruel. Este hombre peligroso ya no puede caminar libremente por las calles de Jerusalem ni de cualquier otro lugar. No tenía nada en contra de la joven y bella Shira. El acusado ha traído la desgracia a la familia de Shira Banki y a la sociedad israelí toda”.
Dos meses antes del asesinato de Shira Banki, Schlissel finalizó una condena a diez años de prisión por apuñalar a una persona en la Marcha del Orgullo Gay en Jerusalem, en 2005. Poco después de su liberación, antes de la marcha del 30 de julio, Schlissel expresó su oposición a la realización de la demostración, mediante la prensa y con comunicados que repartió en los barrios ultraortodoxos de la capital.
Los jueces Nava Ben-Or, Rafael Yaacoby Arnón Darel, establecieron que: “Se ha probado más allá de toda duda razonable que el acusado asesinó a Shira Banki en forma deliberada y premeditada y trató de asesinar a otras seis personas. El hecho de que las heridas de las otras víctimas no fueran mortales y algunas de ellas superficiales, no contradice el hecho de que sus actos fueron intentos de asesinato”.
“Shira Banki era una persona inocente, generosa, que tenía esperanzas y sueños. El acusado, con su acto cruel y oscuro, sin sentido y sin piedad, apagó la luz de su vida. Por desgracia, el fanatismo ignorante encuentra ejecutores”, sostuvieron los jueces.
Fuente: AJN
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