martes, 31 de enero de 2017

HOY ES SIEMPRE TODAVÍA
Por qué vives de ese modo repetido,
costumbres, poses, sombras, reiteraciones infinitas de ti mismo.
Por qué imitas tus días de un modo tan idéntico,
ese gris en todas partes, ese aburrimiento pegado al cielo de tu alma.
Por qué, por qué lo haces.
No ves que el tiempo pasa y tú pasas con el tiempo,
y que te deterioras, y que el poco sentido que habías hallado se esfuma entre tus manos.
Despierta, anímate, rompe el vidrio, despedaza los espejos, destroza esa burbuja imaginaria que te apresa sin culpa de absolutamente nada.
Y deja ya de disculparte, sal, corre, deja que la lluvia te moje la cara.
¿No ves que la tierra, profunda y negra, ya te llama y casi te pisa los talones?
Por favor, es ahora o nunca, porque estás vivo, y porque sientes,
y porque eres capaz de emocionarte y de temblar como las cuerdas de una guitarra enamorada.
Sí, a ti te escribo.
Sí, te miro a los ojos y te lanzo una flecha de Vida.
Antes de que ya nadie pueda hacer nada por ti, te pido que reacciones, que grites, que rugas, que extiendas tus alas de una buena vez, y te animes a elevar tu mirada hacia las estrellas que, esta noche, brillan para ti.
Nace, hombre, por favor, anímate a nacer de nuevo.
Y ríete así, de verdad, y que tus ojos se transformen en faros luminosos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.