TRUMP Y LO FUNDACIONAL: LUZ VERDE AL TOTALITARISMO
Un poco respondiendo al debate en mi post anterior. El problema ni siquiera son los muros. Cada país tiene derecho a fijar sus fronteras y darles forma. Es cierto, ya Clinton empezó el muro en los '90 y Obama lo continuó. Pero Trump está cambiando el mundo en el terreno de lo simbólico y de ahí de regreso se resignificará en realidades tangibles: desde ahora, crear muros o cerrar fronteras no es un mal necesario, sino un motivo de festejo, la fundación de una época, la épica de un líder que funda un movimiento. De ahí que, más peligroso que el muro, lo es el paradigma del rechazo al otro vuelto legítimo: humillar a los mexicanos, golpear a las mujeres, despriorizar el sufrimiento de los refugiados, desuniversalizar los derechos humanos, imitar su lenguaje brutal. Cuando decíamos que el islam radical (no la religión musulmana) era y es un peligro para las democracias, y que estas debían y deben defenderse, también advertíamos el peligro de que las democracias del norte acabaran reaccionando mal, de modo desproporcionado, totalitario y violento. En Europa ya comenzó y continúa con el ascenso de la ultraderecha. Trump no solamente está construyendo un muro contra la inmigración ilegal o cerrando las fronteras a los musulmanes, eso sería lo de menos: está encendiendo una luz verde al totalitarismo mundial, que desde ahora irradia desde la antorcha de la Estatua de la Libertad.
PD: no suelo hacer publicidad, pero hoy bebamos una cerveza Corona, a la salud de América!
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