martes, 31 de enero de 2017


                                  **Sin Ti, La Vida Es Vida**

Puedo vivir sin ti; tómalo como algo muy serio, puedo vivir sin ti, lo he
experimentado y con gran asombro me he dado cuenta, que puedo vivir
sin ti. No tengo dudas al respecto.
Reconozco que los primeros días extrañé tu presencia y hasta algunas
lágrimas mojaron mi rostro, pero fue algo esporádico y en poco tiempo
me repuse de la tristeza que me embargó tu ausencia.
Y hoy, después de unos días, puedo asegurarte, que no recuerdo tu presencia,
tus besos, que acariciaban mis labios, tu cuerpo, que enloquecía a mis manos,
tu voz que arrullaba mis sueños, tus promesas, que hacia más grata mi vida.
Ya todo entre nosotros terminó; volví a mis amigos, que los tenía abandonados,
a mi mundo, de letras y escrituras, a mi familia, que me recibieron perdonándome
la locura de nuestra aventura.
Me siento libre, me siento vivo y otra ves con los pies en la tierra puedo pensar por
mi mismo; sin tu influencia, que me quitaba el aire, sin tu opinión, que era como una
ciénaga, sin tus ínfulas, de gran señora, olvidándote de tus orígenes, vendiendo tu
cuerpo por tener un lugar donde vivir.
Hay momentos, que creo, que tu me tapabas el sol y al irte el sol volvió a mi alma.
Y con estas palabras me despido de ti; sólo me falta darte las gracias, ya que tu al
Irte alargaste mi vida.

Mario Beer-Sheva

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