del WSJ

 ATAQUE ISRAELI DIEZMA AL LIDERAZGO MILITAR DE HEZBOLA

La cuenta de muertos entre los líderes de la fuerza Radwan de élite aumenta mientras Israel apunta a los combatientes del grupo libanés.

TRADUCIDA POR Marcela Lubczanski

Por Stephen Kalin

Septiembre 20, 2024

BEIRUT—El ataque aéreo de Israel contra un edificio en el sur de Beirut no sólo mató a un alto comandante de Hezbola—sacó de juego a una clase entera de altos dirigentes de la fuerza de combate más de élite del grupo terrorista, mientras los dos enemigos se acercan más a una guerra a gran escala.

Hezbola el sábado aumentó la cuenta de muertos entre sus combatientes desde el ataque aéreo del viernes a 16, incluido el alto comandante militar Ibrahim Aqil y muchos de los altos comandantes de la fuerza de élite Radwan. El ataque contra el principal liderazgo siguió a un par de ataques amplios contra las bases del grupo, cuando miles de buscapersonas y walkie-talkies que habían sido cargados con explosivos estallaron de forma simultánea a lo largo del país.

En otro aparente repunte, el portavoz militar israelí Daniel Hagari dijo el sábado a la noche que docenas de aviones de combate estaban atacando a lo largo del sur de Líbano, después que Israel dijo que había identificado preparativos de Hezbola para disparar a Israel.

De acuerdo con los propios obituarios de Hezbola, los ataques de la semana equivalieron a un 10% de los 500 combatientes de Hezbola muertos desde que el grupo empezó a disparar cohetes a través de la frontera poco después que los ataques del 7 de octubre liderados por Hamas contra Israel desencadenaron la guerra en la Franja de Gaza. 

Matthew Levitt, un alto miembro en la think tank Washington Institute, dijo que la serie de ataques de Israel está dirigida a matar a los militantes que apuntalan la capacidad de Hezbola de librar una guerra.

"Están buscando sacar de juego a la gente que importa," dijo él. "Así que esto es calculado."

La semana se ha cobrado una cuenta enorme. El ministro de salud de Líbano dijo el sábado que los doctores habían llevado a cabo más de 2,000 cirugías a gente herida en los ataques, principalmente por las explosiones de buscapersonas y walkie-talkies usados por miembros de Hezbola. El ataque aéreo del viernes dejó 37 muertos. Más de una docena de personas estaban todavía desaparecidas el sábado a la mañana, dijo el funcionario municipal Ali al-Haraka en el sitio de la explosión.

Varios miles de dolientes se reunieron en Dahiyeh para el funeral de tres de los comandantes de Hezbola eliminados en el ataque del viernes, sus ataúdes envueltos en la bandera amarilla del grupo. Otros funerales fueron celebrados a lo largo del país incluyendo en la región nordestina de Baalbek que limita con Siria.

Los ataques han agudizado los niveles ya altos de preocupación que Israel y Hezbola estuvieran espiralando hacia una guerra más amplia. Altos funcionarios militares de EE.UU. están cada vez más preocupados porque Israel podría lanzar una gran ofensiva en Líbano.

El secretario de defensa estadounidense Lloyd Austin canceló planes para un viaje empezando este fin de semana a Israel, Catar y Arabia Saudita, y el Pentágono anunció el viernes que el portaaviones USS Harry S. Truman se dirigiría al Mediterráneo oriental el lunes en medio de las crecientes tensiones. El grupo de portaaviones USS Abraham Lincoln ya está en la región.

Muchos de los aliados y socios árabes más cercanos de Washington en el Medio Oriente temen una posible invasión israelí de Líbano, de acuerdo con funcionarios árabes, quienes dijeron que podría desencadenar malestar a lo largo de la región y una oportunidad para grupos extremistas para endurecer ese enojo y reagruparse.

"No queremos guerra," dijo el ministro de salud de Líbano en el sitio del ataque del viernes. "Pero si la guerra fuera impuesta sobre nosotros, entonces no tenemos opción."

Israel también ha emprendido operaciones en los últimos meses que juntas han demostrado significativos agujeros en la seguridad, comunicaciones y contrainteligencia de Hezbola. Ellas incluyen los ataques a los buscapersonas y walkie-talkies anteriormente esta semana, un fuerte ataque preventivo contra posiciones de cohetes de Hezbola en Líbano el mes pasado y un operativo contra una planta controlada por Irán en Siria sospechada de fabricar armas para el grupo, todo lo cual ha desestabilizado sus operaciones, dijo Levitt. 

La fuerza Radwan se ha entrenado para operativos de infiltración y da a Hezbola capacidades ofensivas adicionales, haciéndolo un gran objetivo para Israel.

Nicholas Blanford, un alto miembro de los Programas de Medio Oriente del Atlantic Council, dijo que Aqil era uno de los primeros fundadores militares de Hezbola con orígenes en otros grupos terroristas supuestamente responsables por ataques suicidas y ataques que se remontan cuatro décadas hacia atrás. Estados Unidos lo ha vinculado con el bombardeo de 1983 de los cuarteles de los Marines de EE.UU. en Beirut y el secuestro de estadounidenses en la década de 1980.

Hace unos 25 años, Aqil sobrevivió al ataque de un helicóptero israelí contra su coche mientras él manejaba a través del sur de Líbano. Esta vez, Israel atacó a Aqil y a los otros altos comandantes con cuatro explosiones, una de las cuales destruyó un edificio de departamentos vecino de nueve pisos mientras lo otros tres entraron en ángulos e impactaron el sótano donde el grupo estaba reunido, dijo el funcionario municipal al-Haraka.

"Sacas de juego a Ibrahim Aqil, y has hecho una mella significativa en sus capacidades," dijo Levitt.

Probablemente le llevará tiempo a Hezbola llenar los zapatos de un líder de largo tiempo como Aqil, pero los asesinatos de alto perfil el viernes es improbable que degraden definitivamente la capacidad de Hezbola por su cuenta, dijo Harel Chorev, un investigador prominente enfocado en Líbano de la Universidad de Tel Aviv.

La parálisis total probablemente no está sobre la mesa, dijo él, "pero es un golpe serio, sí."

Israel a lo largo de la guerra ha desplazado a miles de combatientes de Radwan de la región fronteriza, dijo él, pero los ataques de Hezbola han acelerado en ritmo sólo en los últimos meses.

El ejército israelí dijo el sábado que había lanzado ataques aéreos y artillería atacando lanzadores de cohetes en 180 sitos a través del sur de Líbano. También informó 90 incidentes de fuego ingresando desde Líbano.

"Estamos en muy alta preparación, para el ataque y para la defensa," dijo Hagari, el portavoz israelí.

Hezbola dijo que había atacado muchas bases, cuarteles y posiciones de tropas militares israelíes en el norte del país. El ministerio de salud libanés dijo que cuatro personas fueron heridas en los operativos israelíes.

La calle donde ocurrió el ataque del viernes está llena de edificios residenciales de baja altura y alberga negocios que incluyen un servicio de transferencia de dinero, un restorán de pollo, una farmacia y una barbería. La zona había sido acordonada por Hezbola y el ejército de Líbano, y los servicios de emergencia estuvieron quitando miembros fuera de los escombros y reparando líneas eléctricas caídas.

Ali Daher, de 55 años, quien trabaja en una oficina de bienes raíces a 100 yardas de distancia, dijo que fue al sitio después de escuchar una fuerte explosión y encontró gente herida y motocicletas quemadas esparcidas en el terreno. El ataque fue mucho más grande que el que mató al comandante Shukr de Hezbola durante el verano.

"Nos hemos acostumbrado," dijo, esperando más ataques. "Se me ha ido el miedo."

Hezbola está ahora luchando por recuperarse y tapar las profundas brechas de seguridad, mientras restaura la moral y el orden entre sus cuadros. También enfrenta la perspectiva de más ataques mientras Israel aumenta su presión militar y corre su foco de Gaza al norte.

"La secuencia de acciones militares continuará," advirtió tarde el jueves el ministro de defensa israelí, Yoav Gallant.

Randa Slim, miembro principal en el Middle East Institute, una think tank en Washington, dijo que las eliminaciones están debilitando el mando y control de Hezbola pero no es probable que tengan éxito en forzar al grupo a llegar a un acuerdo que terminaría su lucha con Israel.