INDONESIA A ISRAEL: "SHALOM"
El líder de la tierra musulmana más grande habla a favor del estado judío.
Por Haisam Hassanein
Septiembre 25, 2025
En la Asamblea General de Naciones Unidas el martes, Indonesia—un líder entre las naciones de mayoría musulmana—entregó un mensaje que pocos esperaban escuchar: La paz requiere garantizar la seguridad de Israel. El presidente indonesio, Prabowo Subianto, en su estreno en la ONU como jefe de estado, dijo a los delegados: “Nosotros debemos también reconocer, debemos también respetar, y debemos también garantizar la protección y seguridad de Israel. Sólo entonces podemos tener paz real." El cerró su discurso con una palabra hebrea: "Shalom."
Durante décadas, Yakarta no ha mantenido ningún vínculo diplomático con Israel. Su estamento de política exterior ha marchado a paso cerrado con la causa palestina, retratando a menudo a Israel como el obstáculo singular para la paz en el Medio Oriente. Las palabras del Sr. Subianto son una ruptura profunda con la larga insistencia de Indonesia que el derramamiento de sangre terminaría sólo con la eliminación de la legitimidad de Israel.
Esto importa precisamente debido a la fuente. Hogar de más de 283 millones de personas, Indonesia es el país de mayoría musulmana más grande en el mundo. La nación a menudo se proyecta como la voz moral del Islam para la justicia global. Que un líder indonesio diga “Shalom” desde el podio de la ONU no es un gesto ocioso—fue una señal calculada tanto para el público local del Sr. Subianto como para el Occidente, incluido Israel.
¿Por qué ahora? El Sr. Subianto es un ex general con instintos pragmáticos. El sabe que en un mundo fracturado por la guerra de Rusia en Ucrania, agitación en el Medio Oriente y rivalidad entre Estados Unidos y China, la estabilidad demanda nuevo pensamiento. El también sabe que Indonesia no puede convertirse en un líder mundial mientras se apega a consignas anacrónicas.
Los efectos del discurso del Sr. Subianto se extenderán más allá de Yakarta. Durante años, los gobiernos árabes han proclamado en voz alta condenas rituales a Israel mientras profundizaban calladamente los lazos comerciales y de seguridad con el estado judío. Los Acuerdos de Abraham probaron que la normalización abierta era posible, pero la indignación pública del mundo musulmán por la respuesta militar de Israel en Gaza a los ataques de Hamas del 7 de octubre ha intimidado a los proponentes de expandir las relaciones con Jerusalén. Hablando sin rodeos en la ONU, el Sr. Subianto hizo añicos ese silencio y puso nuevamente sobre la mesa una verdad simple y poderosa: La estabilidad empieza garantizando la seguridad de Israel.
Los críticos en Yakarta y otras partes lo acusarán de traicionar la causa palestina. En verdad, su declaración refleja una dura realidad: Los palestinos no obtendrán la independencia negando el derecho a la seguridad de los israelíes, así como los israelíes no pueden obtener la paz ignorando las aspiraciones palestinas. El progreso requiere legitimidad mutua. El discurso del Sr. Subianto fue un recordatorio poco común de ese equilibrio.
La Casa Blanca, las capitales europeas, y Jerusalén debería aprovechar este momento. Si Indonesia convierte las palabras en política—abriendo oficinas comerciales, buscando intercambios culturales o uniéndose a la mediación regional—el efecto sería sísmico. Indonesia tiene la influencia demográfica para empujar a otras naciones de mayoría musulmana hacia la coexistencia.
El Sr. Subianto rompió un tabú de la ONU con su admisión simple de la realidad. Si los líderes occidentales actúan, sus palabras podrían iniciar un movimiento real hacia la paz en el Medio Oriente.
El Sr. Hassanein es un analista de política exterior enfocado en asuntos de Medio Oriente y relaciones entre EE.UU. y las naciones árabes.
Presidente indonesio Prabowo Subianto en New York, Sept. 23. Foto: Li Rui/Zuma Press
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