EL PRESIDENTE MACRON ESTA JUGANDO CON FUEGO AL RECONOCER A PALESTINA
Su declaración imperiosa recompensa a los neo-fascistas de Hamas y aísla al estado judío.
Por Brendan O'Neill
Julio 25, 2025
Un líder francés está apaciguando a los fascistas nuevamente. Esta vez es Emmanuel Macron, y el beneficiario de su pusilanimidad es Hamas. El presidente ha anunciado que Francia reconocerá unilateralmente un Estado de Palestina en septiembre. Esto ocurrirá en la cúspide del segundo aniversario del pogrom de Hamas del 7 de octubre cuando envió un ejército de 6,000 integrantes para violar y masacrar a los judíos del sur de Israel. ¿Es esa la recompensa por el asesinato de judíos ahora, Señor Macron, la condición de estado?
Macron hizo su imperiosa declaración en una publicación en X – ¿dónde más? ‘He decidido que Francia reconocerá al Estado de Palestina’, dijo, con más de una pista de arrogancia napoleónica. Otras naciones han reconocido a Palestina antes – 147 en total, incluidos Irlanda, España y Noruega en una ruidosa señal de virtud conjunta en mayo pasado. Pero Francia, sin dudas, es el actor occidental más significativo en reconocer a Palestina. Lo que significa esto es un gesto que es probable que tenga consecuencias de más largo alcance.
Cualquiera que dude que la declaración de Macron trajo alegría a los asesinos de judíos de Hamas tiene que mirar sólo su respuesta. Los chiflados están encantados. El reconocimiento de Palestina por parte de Macron es un ‘paso positivo en la dirección correcta’, dijeron ellos. Y todas las otras naciones deberían ‘seguir el ejemplo de Francia’. Así que aun cuando la declaración de Macron hizo un guiño a la necesidad de 'desmilitarizar' a Hamas, Hamas todavía está deleitado. Sabe, aun cuando Macron no, que el reconocimiento francés de Palestina menos de dos años después de ese pogrom bárbaro equivale a una aceptación implícita que el asesinato en masa funciona; que asesinar judíos tiene beneficios.
Eso es lo extraño acerca del reconocimiento de Francia – es tanto sin sentido como potencialmente letal. No tiene importancia porque no va a crear mágicamente un estado. Es un engaño imperialista pensar que sólo porque el presidente de Francia dice 'Que haya Palestina' surgirá una entidad palestina funcionando. La burocracia palestina se encuentra en un estado de alarmante desorden. La Margen Occidental es gobernada por un régimen corrupto liderado por Mahmoud Abbas, actualmente en el 20º año de su mandato de cuatro años como presidente de Palestina. Y todos sabemos qué ha sido de Gaza luego de la declaración de guerra fascista de su gobierno contra Israel.
Pero si bien la acción de Macron hará poco por ayudar a los palestinos – si ellos quieren un estado, tendrán que construir uno – ciertamente aislará a la nación judía. Y en su hora más oscura, también. Piensen en la gravedad de lo que ha hecho Macron: mientras Israel, el supuesto aliado de Francia, libra una guerra sangrienta en un territorio superado por neofascistas que sueñan con la destrucción de Israel, Macron está otorgando la condición de estado sobre ese territorio; sobre la tierra enemiga donde el ejército del estado judío está involucrado en una búsqueda candente y letal del ejército de antisemitas que llevó a cabo el peor acto de violencia masiva contra los judíos desde el Holocausto.
Eso es lo que hace de este un acto de apaciguamiento. Eso es lo que lo hace un eco de lo que hizo Francia en los momentos más oscuros del siglo XX. Es un testimonio de la decadencia moral de la República Francesa bajo el mandato de Macron que, en una época de guerra existencial entre el islamofascismo e Israel, Francia ha emprendido acciones que complacen al primero y angustian a la última. No hace falta que seas un fanático de Benjamin Netanyahu para ver que él tiene razón cuando acusa a Macron de traicionar grotescamente a la nación judía. Hamas todavía existe y continúa combatiendo a nuestros soldados, dice él, y un estado palestino 'en estas condiciones' sería poco más que una 'plataforma de lanzamiento para aniquilar a Israel’.
Macron ha sacrificado esencialmente a Israel en el altar de su propia vanidad. Su preocupación es menos mejorar la situación de los palestinos que mejorar su propio prestigio moral en la Europa del siglo XXI. A mí me parece que el objetivo de sus cínicos juegos con Palestina es tanto para congraciarse con la población musulmana de Francia – la más grande en Europa – y también para consolidar su posición como un nuevo tipo de estadista en un nuevo tipo de U.E. El está señalando unilateralmente que es el tipo correcto de gobernante para nuestro mundo posterior al 7 de octubre en el cual los influenciadores e intelectuales de Europa se han vuelto en masa contra la causa de la nacionalidad judía. El se está librando del molesto estado judío para potenciar su propia suerte jupiteriana – comportamiento vergonzoso incluso para los estándares históricos del Palacio del Eliseo.
Macron debería enfocarse en lograr poner en orden la propia casa de Francia en lugar de fantasear conque él puede arreglar el Medio Oriente. Francia tiene un problema salvaje de odio al judío. Ha habido algunos actos inenarrables de violencia antisemita en los últimos años, incluida la matanza racista de niños judíos. Las cosas se pusieron tan mal que entre los años 2000 y 2017, uno de cada 10 judíos franceses emigró a Israel. Ese es el monto más grande de judíos partiendo experimentado por cualquier país europeo en este siglo hasta ahora. Y como otras naciones europeas, Francia experimentó un salto histórico en crímenes antisemitas después del 7 de octubre del 2023 – ¿cuántos de sus judíos han partido desde entonces?
Entonces los judíos no se sienten seguros en Francia, y los israelíes ahora se preocupan porque Francia ha envalentonado a sus enemigos antisemitas sobre sus fronteras. ¿Va a ser ese el legado de Macron – una falla en proteger a los judíos en casa y una actitud arrogante hacia la seguridad de los judíos en el extranjero? ¿Supervisar una nación de la que muchos judíos se han sentido obligados a huir, y luego poner en peligro a la nación a la que ellos huyeron? Vergüenza. Su reconocimiento autocomplaciente de Palestina es un recordatorio que el camino al infierno está sembrado de virtudes pregonadas.
Brendan O’Neill es el principal autor político de Spiked y presentador del podcast Spiked, The Brendan O'Neill Show. Su nuevo libro – Después del Pogrom: el 7 de octubre, Israel y la Crisis de la Civilización– está disponible por pedido en Amazon U.K. y Amazon U.S.
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