En Gaza, los hospitales no son hospitales y los periodistas a menudo no son periodistas. Solo lo son en el teatro de exterminio de Pallywood, con un elenco de apoyo completo compuesto por la BBC, The New York Times, The Guardian, Naciones Unidas, Amnistía, Médicos Sin Fronteras y el resto de la cámara de resonancia antijudía del mundo.
Los mismos periodistas que estando en ese hospital, nunca vieron ni entrevistaron a ninguno de los 12 rehenes que estuvieron secuestrados alli después del 7 de octubre.
Es una estratagema cínica e infernal para manipular a Occidente y lograr que odie, repudie y desprecie a Israel.
Y está funcionando muy bien.
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