DEL WSJ

 LA LECCION DEL OCCIDENTE PARA HAMAS: EL TERRORISMO PAGA

Para los delegados de la ONU que dicen que el reconocimiento se trata de "revivir la esperanza," la respuesta es simple: aten la esperanza al comportamiento.

Septiembre 25, 2025

Embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, habla a los delegados en la Asamblea General de las Naciones Unidas antes de una votación sobre la Cuestión de Palestina y la Implementación de la Solución 

de Dos Estados, en la sede de la ONU en la Ciudad de New York el 12 de septiembre del 2025. (foto crédito: REUTERS/EDUARDO MUNOZ)

“Como para alentar el conflicto continuado, algunos de este cuerpo están buscando reconocer unilateralmente al estado palestino. La

recompensa sería muy grande para los terroristas de Hamas, por sus atrocidades,” dijo el presidente estadounidense Donald Trump a

la Asamblea General de la ONU. Ese es el núcleo brutal de esta semana en New York: un afán optimista por reconocer a Palestina, 

mientras Hamas todavía mantiene rehenes y dispara a las ciudades israelíes.

Los líderes occidentales insisten en que su medida no encubre al 7 de octubre. “Reconocer a Palestina no disminuye la gravedad del

ataque del 7 de octubre,” dijo el presidente francés Emmanuel Macron, defendiendo el reconocimiento como parte de un camino 

político más amplio. El Reino Unido encuadró su decisión como un intento por "mantener viva la posibilidad de la paz," con el Primer

Ministro Keir Starmer agregando, “Esta no es una recompensa para Hamas porque significa que Hamas no puede tener futuro, ningún 

rol en el gobierno, ningún rol en la seguridad.” 

Canadá dijo que su posición está arraigada en décadas de respaldo a una solución de dos estados, y Australia declaró el reconocimiento

"efectivo hoy", citando las "aspiraciones de mucho tiempo" de los palestinos.

La respuesta de Jerusalén

La respuesta de Jerusalén ha sido igualmente clara. “Yo tengo un mensaje claro para esos líderes que reconocen un estado palestino 

tras la horrorosa masacre del 7 de octubre: Ustedes están dando una recompensa enorme al terrorismo,” dijo el Primer Ministro 

Benjamin Netanyahu. “No sucederá. Un estado palestino no será establecido al occidente del Río Jordán.” 

Italia, notablemente, ofreció la única secuencia responsable entre las nuevas declaraciones: La primera ministra Giorgia Meloni dijo que

Roma reconocería un estado palestino “sólo si todos los rehenes israelíes son liberados y [Hamas] es excluido de cualquier rol de 

gobierno.”

Esa debería ser la línea de base para cualquier estado serio acerca de la paz.

El jefe de ayuda de la ONU llamó a la situación en Gaza "una hambruna." Pero la seriedad moral requiere dos frases que muchos 

delegados de la ONU todavía se niegan a decir claramente. Primero, el Comité Internacional de la Cruz Roja debe declarar: “Todos los 

rehenes deben ser liberados inmediatamente e incondicionalmente,” y hasta entonces, “debe concederse al CICR acceso a todos los

rehenes... acceso que ha sido negado hasta ahora.”

Segundo, la desmilitarización no es negociable. El reconocimiento, en ausencia de los rehenes, en ausencia del desarme, es simbolismo

sin seguridad.

Hubo una nota sorprendente en New York: Indonesia. El Presidente Prabowo Subianto dijo a la ONU que Indonesia reconocería a Israel

"inmediatamente," una vez que Israel reconozca al estado palestino, y él igualó eso con una promesa de apoyar “todas las garantías

para la seguridad [de Israel].”

El incluso cerró con “Shalom.” Si las potencias de mayoría musulmana quieren tener un rol constructivo, ésta es la dirección: condicionen

las medidas políticas a la seguridad para los israelíes, un fin real al gobierno de Hamas, y ayuden a ejecutar un orden de posguerra en el

terreno.

El mensaje de Trump y la refutación de Macron capturan la división actual. Trump advirtió que los reconocimientos “recompensan… 

atrocidades horribles.” Macron dijo que el reconocimiento debería ser parte de un camino hacia el fin de la guerra, no visto como

condonar el terror. Ambas posiciones pueden ser reconciliadas por medio de secuencia y condiciones: liberen a cada rehén, excluyan a

Hamas del gobierno, construyan un régimen de seguridad verificable, y sólo entonces traduzcan el simbolismo en soberanía.

Netanyahu debe ahora estar a la altura del momento. Por demasiado tiempo él ha esperado mientras otros establecían el calendario. 

Esperar permitió a Londres, Ottawa, y Canberra definir el debate. Cedió oxígeno diplomático a gestos que se sienten bien en New York, 

pero no cambian nada en Sderot. Antes de su discurso y su reunión con Trump, él tiene que poner los detalles sobre la mesa.

Los rehenes, primero, por diseño: Adopte la norma de Italia y hágala la prueba de fuego diplomática de Israel: ninguna mejora política 

internacional sin la liberación de todos los rehenes y la exclusión de Hamas de cualquier gobierno futuro.

Un plan para el día después: Invite a los socios árabes dispuestos a ayudar a establecer una administración civil interina en Gaza y una 

fuerza de policía bajo parámetros claros. En cuanto a la anexión, el equipo de Trump, de acuerdo con múltiples informes, ha presionado

a los socios árabes acerca de un plan que ponga fin a la guerra, libere a los rehenes, y excluya la anexión.

A los delegados de la ONU que dicen que el reconocimiento se trata de “revivir la esperanza,” la respuesta es simple: aten la esperanza al

comportamiento. El propio Keir Starmer dijo que una solución de dos estados “significa que Hamas no puede tener futuro, ni rol en el

gobierno, ni rol en la seguridad.” Exíjale que cumpla su palabra. Siga la condicionalidad de Italia.

Netanyahu debería dejar de esperar, hablar a la sala, y liderar con un plan que ponga a los cautivos primero, reemplace a Hamas con

un gobierno responsable y proteja a los civiles a ambos lados. El apoyo de Trump ayudará. Así lo harán los aliados dispuetos a acompañar

su reconocimiento con condiciones reales.