DESARMAR A HAMAS: ¿EL IRA SEÑALA EL CAMINO?
Diciembre 19, 2025
Por Neville Teller
El 8 de diciembre el londinense Daily Telegraph informó que, como parte del marco de paz de Gaza emergente, Estados Unidos está considerando un plan de "decomiso" estilo IRA de dos años para el desarme de Hamas.
Otras fuentes de medios ya habían informado que la idea de desarmar a Hamas gradualmente estaba siendo propuesta por Turquía y Catar (ninguno de ellos amigos notorios de Israel), y que Bassem Naim, un miembro del politburó de Hamas, había dicho que el grupo estaría abierto a discutir "congelar o almacenar" su arsenal.
Se informó que los funcionarios israelíes creen que esta idea de desarme lento es simplemente una estratagema para mantener a Hamas armado tanto como sea posible, y tal vez eludir el decomiso de su arsenal. Aparte, las armas "almacenadas" (lo que no se ve en el decomiso del IRA) son armas que pueden volver a estar accesibles.
Frente a ello, la historia del desarme del IRA parece ofrecer un esquema de cómo un movimiento violento e insurgente puede ser desempoderado y convertido en el instrumento de una paz duradera. Pero, de hecho, las diferencias en el contexto con Hamas son tan profundas que la experiencia del IRA puede ofrecer sólo indicadores, no una plantilla.
La lucha por la independencia irlandesa de Gran Bretaña tiene una larga historia. El conflicto histórico fue intensificado por la presencia de una gran minoría protestante, principalmente residente en el nordeste de la isla, leal a la monarquía británica y opuesta al gobierno de Dublín. La actividad política intensiva finalmente resultó en la Ley de Gobierno de Irlanda de 1920, la que creó Irlanda del Norte como una entidad separada independiente de seis condados dentro del Reino Unido. El resto de la isla pasó a través de varias fases de creciente soberanía antes de convertirse en la República de Irlanda en 1948–49.
El compromiso de partición no se ajustó a aquellos cuyo sueño era una Irlanda unida. Empezando en 1968, el IRA (Ejército Republicano Irlandés) y luego el IRA Provisional utilizaron la violencia armada para tratar de forzar un fin al gobierno británico en Irlanda del Norte. La estrategia escaló de ataques contra fuerzas de seguridad en los seis condados norteños a bombardeos indiscriminados y tiroteos en la Gran Bretaña continental. Su campaña terminó cuando una mezcla de contención militar, compromiso diplomático, inclusión política y actitudes públicas cambiantes convencieron al movimiento republicano que podía buscar más eficazmente sus objetivos a través de la negociación que de la lucha armada.
El desarme del IRA fue un proceso prolongado y coreografiado políticamente que pasó de discusiones a mediados de la década de 1990 a la destrucción verificada de su arsenal en septiembre del 2005, bajo supervisión internacional. Para manejar esto, los gobiernos británico e irlandés establecieron la Comisión Internacional Independiente sobre Decomiso (IICD) en 1997, mientras que el Acuerdo del Viernes Santo, firmado en 1998, puso fin a la lucha armada y previó el decomiso de todas las armas paramilitares al cabo de dos años.
El primer paso clave fue simbólico en lugar de destructivo. En junio del 2000, se permitió a la IICD inspeccionar los depósitos de armas del IRA, confirmando que las armas estaban siendo aseguradas en virtud de los acuerdos aceptados, pero no destruidas aún. El IRA luego anunció en octubre del 2001 que había empezado el decomiso real, y la IICD informó que una cantidad inicial de armas del IRA había sido puesta más allá del uso – aunque, para proteger las sensibilidades republicanas, sin publicar un inventario.
Fue un proceso lento. Las crisis por presunta actividad del IRA, y otros problemas políticos, interrumpieron repetidamente el impulso y limitaron el impacto creador de confianza de esas medidas parciales. Finalmente, el 28 de julio del 2005, el liderazgo del IRA ordenó públicamente un fin a la campaña armada, ordenó a todas las unidades almacenar las armas, y autorizó a su representante a trabajar con la IICD para terminar de poner las armas lejos del uso, con dos testigos invitados para aumentar la confianza del público.
Entre finales de julio y septiembre del 2005 el IRA llevó a cabo lo que la IICD describió como varios actos de decomiso, culminando del 24 al 26 de septiembre del 2005 en la destrucción final verificada de todas las armas bajo su control.
Identificar al IRA y su historia con Hamas en algo menos los términos más superficiales, es totalmente poco realista.
La diferencia fundamental y decisiva es que todas las partes en lo que se llegó a conocer como Los Problemas en Irlanda del Norte eran nominalmente cristianas. El propósito del IRA era desalojar a Gran Bretaña de los seis condados, no eliminar a su minoría protestante. Cuando la lucha armada se volvió más problema de lo que valía la pena, el IRA estuvo preparado para llegar a un acuerdo con personas con quienes, en el análisis final, compartían profundos lazos culturales. Sólo algunos años más tarde la Reina Isabel pudo estrechar manos con ex líderes del IRA.
Hamas, por otra parte, es una organización musulmana suní tan visceralmente antisemita que de hecho incluye en su estatuto una obligación de asesinar judíos. Su objetivo a menudo declarado es eliminar al Estado de Israel y a sus habitantes judíos. El diálogo razonado en tales circunstancias es bastante imposible.
Para finales de 1990 el vehículo político del IRA, el Sinn Féin, estaba totalmente dentro de un proceso de paz suscrito internacionalmente, con un asiento en conversaciones multipartidistas, liberaciones de prisioneros, reformas institucionales, y una ruta clara hacia el gobierno de poder compartido en Belfast e influencia en Dublín. El Acuerdo del Viernes Santo creó un marco consensuado en el cual el desarme republicano estuvo vinculado explícitamente con nuevas instituciones, organismos transfronterizos, y desmilitarización gradual de la presencia británica, dando al liderazgo del IRA algo concreto por lo que negociar las armas.
Hamas, por el contrario, actualmente se apega a una porción de una Gaza devastada, es todavía una organización designada terrorista por actores externos claves, y no tiene ningún lugar en las negociaciones de estatus final. Al contrario, es excluido específicamente por los actores principales de cualquier participación en el gobierno final de Gaza.
El IRA entró al período de cese del fuego y decomiso como una fuerza insurgente no derrotada. Presentó su desarme como una elección voluntaria y en fases en lugar de una capitulación.
Hamas, tras dos años de guerra intensa, ha sufrido serio agotamiento militar. Aunque sigue estando operativo y todavía domina las estructuras de seguridad y administrativa en parte de la franja, su situación dañada y debilitada significa que su posición negociadora es frágil.
La fase dos del acuerdo de cese del fuego requiere el desarme de Hamas como un prerrequisito para establecer mecanismos apropiados de seguridad y gobierno en Gaza. Permitir a Hamas dilatar el proceso de decomiso durante dos años le permite una chance de retener algún tipo de participación en el futuro de Gaza. La idea debería ser resistida vigorosamente.
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