viernes, 22 de febrero de 2008

¿Qué quiere realmente Nassrallah?

Nadie pone en duda las habilidades demagógicas de Hassan Nassrallah. A la Segunda Guerra del Líbano la calificó de triunfo divino y ahora, después del asesinato de Imad Mughniyeh, prometió con determinación que Hezbollah llevará a cabo el triunfo final en la próxima batalla contra Israel. En su último discurso ya no estuvo presente el humor cínico y burlón hacia Israel y en su lugar salió a flote una inmensa rabia.

También en esta ocasión, Nassrallah demostró su valentía en un momento difícil para Hezbollah: logró enviar un video, desde su escondite, y sirvió como punto de encuentro para miles de personas que llegaron desde todos los rincones del barrio de Dajia en Beirut, donde las señales de los bombardeos aún siguen intactas, y de las destruidas aldeas del sur del Líbano. Todos asistieron, ejemplarmente disciplinados y en orden, para escuchar sus palabras. Ningún libanés parecía afectado por el hecho de que Nassrallah había evitado presentarse y dar su discurso públicamente y aprovechar quizás una maravillosa oportunidad para cumplir su tantas veces declarada intención de morir como un mártir. Quizás la próxima vez.

Desde la gran pantalla ubicada bien en lo alto, Nassrallah se enardeció. Ubicado por sobre un cartel que rezaba: "El asesinato, un rito nuestro", y "Dios nos ha honrado porque moriremos como mártires", Nassrallah rememoró a todos los muertos de la organización que lograron según él, justamente, su fortalecimiento.

Frente al entusiasmo de la multitud, que levantaba sus manos al unísono escuchando sus palabras, prometió mientras citaba, según él, a David Ben Gurión, que una nueva derrota de Israel, como la que sufrió en la última guerra, es la llave para su cada vez más cercano final. No está claro de dónde sacó la cita de Ben Gurión. Al parecer se refería a una declaración de principios de nuestro primer premier, según la cual Israel no puede darse el lujo de perder una guerra.

Sin embargo, lo más importante en esta guerra psicológica de Nassrallah radica en el contenido, ya que desde Hitler hasta Nassrallah no se habían escuchado expresiones tan claras en cuanto a la aniquilación de los judíos. No por casualidad insiste una y otra vez con la expresión triunfo final, de donde Nassrallah aspira a llegar a la solución final del problema judío proclamada por los nazis.

Para quien todavía no entendió, Nassrallah anunció el futuro y prometió , esta vez expresamente, que el Estado de Israel dejará de existir muy pronto. El canal de televisión de Hezbollah, Al Manar, no dejó de transmitir ni una sola manifestación de condolencias de la OLP, del Consejo Legislativo y de todas las organizaciones terroristas palestinas, de izquierda y de derecha, por la muerte de quien es conocido como el Caballero Mughniyeh.

Otro dato interesante es que el ministro de Relaciones Exteriores iraní sirvió como precalentamiento antes del discurso de Nassrallah, trayendo el mensaje de los líderes de Irán. Para los oídos occidentales, la frase que utilizó el canciller iraní suena banal. Los expertos en el Corán no pudieron dejar de advertir el hecho de que citó un versículo que dice: "Ya sabrán los hijos del pecado cómo llegará su final". O sea, que el hecho de citar este versículo, en el contexto en el que fue dicho, deja en evidencia la clara intención de hacer desaparecer a Israel, ya que esta parte del Corán describe la aniquilación por mandato divino, por supuesto de varios pueblos.

Es conveniente escuchar y prestar atención a los discursos de Nassrallah. El plan de acción que contienen sus dichos es inequívoco y fue presentado una vez más con toda claridad y sin pudor en una tarde lluviosa, la semana pasada en Beirut.

Fuente: Reuben Berco - Israel Hayom

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