Investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén pusieron a punto nuevos medios para terminar con las bacterias que se han convertido en resistentes a los antibióticos. Un descubrimiento que podría revelarse revolucionario para el mundo moderno.Aunque los antibióticos representan un tratamiento privilegiado contra las infecciones bacterianas, algunas enfermedades no pueden ser tratadas eficazmente por los antibióticos, revelándose ineficaces ante un tipo bien preciso de bacterias.
Estas bacterias resistentes, por eso llamadas bacterias durmientes o latentes, están en efecto en condiciones de luchar contra los efectos de los antibióticos, de seguir siendo inertes durante días, antes de afectar de nuevo.Son por otra parte la principal razón del fracaso de los tratamientos antibióticos. Es el caso de la tuberculosis, que puede permanecer en los pulmones durante décadas, luego despertarse y causar sus síntomas, y esto después de un tratamiento antibiótico.
El equipo de investigadores de la Universidad Hebrea, compuesta de la Doctora Nathalie Q. Balaban, biofísica en el Instituto de la Física Racah de la Universidad Hebrea, Orit Gefen estudiando un doctorado, y Sivan Pearl estudiando un curso de posgrado, estudió el funcionamiento de estas "super" bacterias, y encontró dos métodos para acabar con ellas:
El primero consiste en dar a estas bacterias "durmientes" sustancias nutritivas de las que tienen necesidad, lo que tendrá como efecto despertarlas, se trata entoncesde , dentro de la hora que sigue, durante la cual no se reproducen, destruirlas con ayuda de sustancias antibióticas.El segundo consiste en infectar estas bacterias durmientes con bacteriófagos, (virus que atacan las bacterias). Dos métodos que permitirían reducir significativamente la supervivencia de estos microorganismos tan dañinos para el hombre.Una de entre ellas, la clásica bacteria Escherichia Coli habría puesto de manifiesto, durante las pruebas efectuadas por los investigadores, que algunas de sus subpoblaciones permanecen en actividad después de haber sido enfrentadas a los tratamientos antibióticos.En efecto, estas siguen produciendo proteínas fluorescentes, después de su salida de la fase estacionaria.
Al exponer la integralidad de la población de bacterias a los antibióticos durante esta fase, el equipo ha reducido considerablemente el número de bacterias durmientes que sobrevivían.Resultados que ofrecen una perspectiva alentadora para atacar a las bacterias durmientes.El equipo estudió también, en colaboración con el Profesor Oppenheim de la escuela médica Hadassah de la Universidad Hebrea, la interacción entre las bacterias durmientes y los bacteriófagos.Intentó, en particular, determinar si el descanso de las bacterias representaba un mecanismo de protección contra el ataque de bacteriófagos, permitiéndoles así sobrevivir.Una buena suposición puesto que resultó que el descanso proporciona efectivamente una ventaja cuando la población es atacada por bacteriófagos lisogénicos (bacteriófago que reside dentro de una bacteria para generaciones y que se multiplica a continuación antes de atacar).Sin embargo, el descanso no proporciona ninguna protección cuando la bacteria es atacada por bacteriófagos líticos que se reproducen inmediatamente y matan.Según el Dr. Balaban, estos resultados deberían conducir a nuevas terapias que utilizan los virus bacteriófagos para combatir las bacterias resistentes a los antibióticos.Fuente Guysen International News
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