martes, 19 de agosto de 2008

Los trapos sucios de Israel

Los trapos sucios de Israel
Es evidente que nuestra situación es peor de lo que imaginábamos: un periodista israelí aceptó ser entrevistado por un periódico neonazi y contó qué mal nos va, cuán mal nos portamos y que quizás no lograremos sobrevivir. Por Eyal Guefen. NRG Maariv.Escuché que Guidon Levy, uno de los más importantes periodistas del periódico Haaretz fue entrevistado por un diario muy alemán y muy neonazi y le comunicó a nuestros enemigos de allí que la situación en Israel es muy mala, que nos comportamos como bárbaros y que quizás no habremos de sobrevivir.Nuestra situación es realmente pésima si una persona como Guidon Levy concede una entrevista a un diario que se identifica con la ideología de quienes hicieron lo más cruel y terrible que el ser humano hizo alguna vez.Sí, Señor Levy, los nazis borraron de la faz de la tierra a millones de personas, hicieron un gran agujero en el género humano y ningún mortal puede borrarlo de nuestra existencia. Ellos perseguían a los débiles y les amargaban sus vidas. Y usted, un hombre ilustrado que pretende todo el tiempo defender a los árabes de los asesinos israelíes, no mira ni siquiera por un instante hacia atrás ni trata de comprender qué pasó allí y quién fue el que afiló la espada y la clavó innumerable cantidad de veces en los cuerpos de personas inocentes.Hay algo soberbio y no muy humano en su intento aparentemente concienzudo. Contar los muertos de los árabes y no contar los nuestros. Es bastante patético escucharlo reaccionando a lo que sucede aquí a través de la prensa neonazi.
Usted y todos los aburridos anarquistas que le amargan la vida a los soldados de Tzahal allí junto al muro, y "Betzelem" que es un grupejo de pesados que hace las veces de defensores de la humanidad y la rectitud, todos ustedes se escuchan como un grupo de "guardianes del cielo" que viajan en la ruta en un auto destartalado.
Los protectores de la moral
No estoy seguro de necesitar de la ayuda de ustedes para entender qué está bien y qué no. No puede ser que todos esos protectores de la moral no abran los ojos y entiendan en forma precisa en qué medio nosotros tratamos de sobrevivir.
Hay aquí una guerra tensionante y agotadora. La región arde no sólo porque Tzahal está donde está sino también porque hay extremistas árabes que constantemente se perjudican a sí mismos.Es cierto, nosotros no somos santos ni hijos de santos, pero queremos vivir, y en este asunto la voluntad de Guidon Levy y esos anarquistas que son como dibujos animados y de "Betzelem" es casi idéntica. Ninguno de ellos está dispuesto a morir por la justicia y la humanidad que dice defender.
Ví un refugiado de Tel Aviv vestido con camisa de anarquista y entrevistado por un canal de televisión. Protestaba, enardecido, por las tremendas injusticias que se cometen con los pobres e ingenuos árabes, cuyas intenciones son totalmente puras y humanos, y por ellos está dispuesto a protestar contra el muro.Se despachó con un discurso muy peligroso que responsabiliza,de un modo ofensivo, a los soldados de Tzahal de asesinato. Estoy seguro que no tiene la menor idea de qué es un ejército y qué es ser soldado, pero los anarquistas no necesitan saber casi nada cuando hablan, son anarquistas.
Deseo obsesivo de denunciar injusticias
Se me retuerce la cara cada vez que alguno de esos pesados recibe un micrófono o público para decir lo que desea. No logro calmarme cuando escucho los discursos sensibleros de Guidon Levy . No puede ser que todos sus textos terminen en la estación central de Gaza.Me da dolor de estómago y descompostura cada vez que se publica un informe de "Betzelem". El fanatismo de este grupo no me hará caer en su trampa. Yo no estoy dispuesto a convertirme en un pecador más porque soy parte del inmenso esfuerzo que se hace aquí para que no muera gente.Está bien, libertad de expresión, y cada uno con su creencia, y país democrático, y prensa libre más el derecho del público a recibir información. ¿Y qué con el derecho del público a no estar de acuerdo?
Esto es asfixiante. Ese deseo obsesivo de hacer orden y de hacer sonar un shofar cada vez que a alguien le parece que se cometió una injusticia es algo ensordecedor y sirve tan solo a los intereses del enemigo y de todo aquel que no nos soporta, aunque sea un poco.Señor Levy, observe la crueldad del ejército ruso y como se comporta con ciudadanos inocentes precisamente en estos momentos. Es terrible ver esas imágenes en un mundo que sabe y entiende que se puede y se debe vivir de otra manera, pero así son las cosas por el momento, con todo el dolor y la pena.Y yo no estoy de acuerdo con esa realidad, pero a mí quién me pregunta.Hay una terrible sentencia que no tiene nada que ver con nada. Tiene que ver con la naturaleza humana, suya y mía y de todos esos arqueólogos de la justicia: en este mundo hay guerras y son tremendas, espantosas. Y en momentos de guerra, donde sea que se produzca, las leyes y reglas se establecen en el campo de batalla, porque allí no hay tiempo de sentarse y purificar el alma.Yo, pequeño y no muy experimentado, un pensamiento que puede sonar infantil y descabellado. Hasta que ellos y nosotros no comprendamos que todo lo que queremos conseguir lo lograremos alrededor de una mesa - la ecuación seguirá siendo siempre la misma. Las palabras de Guidon Levy no serán inscriptas en ningún libro de estudio que se convierta en material de aprendizaje para alguien, sólo seguirán siendo insoportables.
Por: Poveshan

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