jueves, 27 de julio de 2017

Revista de Prensa

¿Cómo se contiene a Irán?

 

Bandera de Irán
En esta pieza para la Hoover Institution, el analista de inteligencia Reuel Marc Gerecht da cuenta de las complejidades a que ha de hacer frente EEUU en su manejo de la cuestión iraní, lo que la hace aún más sensible y complicada.
A izquierda y derecha, en Washington hay acuerdo en que EEUU necesita “hacer retroceder” a la República Islámica (…) en el Levante, Irak y el Yemen. (…) Pero ni entre los republicanos ni entre los demócratas quiere nadie aclarar qué significa “hacer retroceder”.
(…)
Los iraníes son perfectamente capaces de malinterpretar a EEUU. La capacidad del régimen clerical para provocar a Washington jamás debería ser subestimada. Y el presidente americano es un ‘work in progress’. Trump, obviamente, detesta a la República Islámica y el acuerdo nuclear, y es concebible que se retire del mismo aunque su Administración parezca no saber aún qué hacer si la Casa Blanca permite que las sanciones del Congreso levantadas tras la aprobación del mismo vuelvan a tener efecto. Podríamos encontrarnos en una situación tan contradictoria como bizarra en la que Trump se apreste a conceder a Irán la victoria en Siria e Irak, y permita al régimen clerical comprar Boeings, pero a la vez ponga fin al acuerdo nuclear, lo que forzaría a Washington a preparar posibles ataques militares, en la presunción de que Irán tenga la fuerza precisa para hacer frente a Trump. Lo que parece inconcebible hoy puede convertirse en concebible mañana.
Toni Badran, de la Foundation for Defense of Democracies (FDD), expone en The Tablet laesquizofrénica política libanesa de EEUU, que quedó claramente en evidencia esta semana, en la rueda de prensa conjunta que dieron Donald Trump y Saad Hariri.
El martes, durante su rueda conjunta con el primer ministro del Líbano, Saad Hariri, el presidente Trump dio expresión a la paradoja inherente a la política libanesa de EEUU. Por un lado, el presidente expreso y aprecio y apoyo al Líbano y a sus Fuerzas Armadas (FAL) por su supuesta actuación “impresionante” en la lucha contra el ISIS y Al Qaeda. Por el otro, tuvo duras palabras para Hezbolá, de la que dijo era una amenaza para el Estado libanés y para toda la región, y cuyo papel en (…) la catástrofe siria destacó. Específicamente, añadió [Trump], el grupo amenaza con desencadenar un conflicto con Israel, y sigue incrementando sus arsenales en violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Mientras Hariri visitaba Washington, (…) las FAL realizaban una operación militar conjunta con Hezbolá en el noreste del Líbano contra posiciones de grupos armados sirios (…) Por supuesto, Hezbolá controla el Gobierno libaneses y dicta sus operaciones y las de sus FFAA. De hecho, fue Hezbolá quien trazó los planes de la operación en el noreste del Líbano, incluso el papel que desempeñarían las FAL en ella.
(…)
“América está orgullosa de apoyar a quienes tienen el coraje de combatir el terrorismo”, declaró el presidente Trump el martes. Pero si el terrorismo incluye a Hezbolá, lo cual el presidente dejó meridianamente claro, entonces (…) el Estado libanés y las FAL deben ser excluidos de esa lista.
Ariel Bolstein, de Faces of Israel, insta a Jerusalén a adoptar una diplomacia pública asertiva, que infunda respeto y confianza en la arena internacional y ponga difícil las cosas a sus enemigos.
El Estado judío afronta un creciente problema de diplomacia pública a raíz de los acontecimientos que se han producido en los últimos días. El frente antiisraelí está tratando de alterar la percepción global de la realidad en Oriente Medio. Atacan a Israel por todos los lados (…), distorsionan los hechos y blanquean el terrorismo islamista.
(…)
Hay circunstancias en las que es razonable (o inevitable) hacer concesiones tácticas sobre el terreno. Pero jamás debemos retroceder en medidas que hayamos comunicado claramente al mundo. Pagamos caro ese tipo de concesiones, perdemos a grupos enteros que cambian de bando. Debemos presentar al mundo una posición firme que reafirme nuestra soberanía sobre el país mediante lo que el primer ministro Menájem Beguin denominaba “la virtud de nuestro derecho”. El camino la victoria diplomática es largo, pero la determinación y la insistencia en nuestros derechos nos llevarán a ella.

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