El lanzamiento aéreo es inusual, pero la carga sobre Israel no lo es. Juega dentro de la estrategia de Hamas: Coloca a los civiles en peligro máximo y confía en que la comunidad internacional preparará a Israel para que asuma la culpa.
En la guerra, los civiles huyen a la seguridad. Sólo en Gaza el mundo ha decidido que todos los civiles deben permanecer atrapados en la zona de guerra, en peligro y más difíciles de ser alcanzados por la ayuda. Después que Egipto cerró su frontera en solidaridad con la causa de Palestina—no importa el costo para los palestinos--uno esperaría que Cairo enfrente gran presión para salvar vidas. Ocurrió lo opuesto.
En lugar de demandar que Egipto cumpla con su obligacion en virtud del derecho internacional de aceptar refugiados del combate al lado, Estados Unidos, Naciones Unidas y las organizaciones de ayuda tomaron el puesto de Egipto y advirtieron a Israel que no "desplace" a los civiles de Gaza. "Ningún desplazamiento forzoso" se convertiría en el mantra del Secretario de Estado Antony Blinken, cuando en realidad a los palestinos no se les permite irse voluntariamente. Sólo cuando puede dañar a Israel la posición liberal se vuelve cerrar las fronteras y mantener a los refugiados encerrados en una zona de guerra.
Estados Unidos da a Egipto u$s1,300 millones en ayuda anual. El Sr. Biden tiene influencia pero eligió no utilizarla. Así que en lugar de que los civiles escapen del combate, reciban ayuda en condiciones más libres y luego retornen despues de la guerra, ellos han sido mantenidos en Gaza para servir como "el problema de Israel." Su presencia en tan grandes números lleva a más víctimas, condiciones desesperadas, una guerra más larga y tremendos desafíos para la distribución de la ayuda.
Por todo esto se le echa la culpa a Israel. En lugar de poner a los gazatíes a salvo, los órganos humanitarios del mundo en cada etapa de la guerra han exigido que Israel cese el fuego, dejando a Hamas en el poder con los rehenes en el remolque. La Organización Mundial de la Salud se resistió a evacuar los hospitales en el norte de Gaza hasta el último minuto posible, instando cada vez a Israel a dejar a Hamas sus bases terroristas. Esto arriesgó vidas, pero Israel fue culpada.
UNRWA, la agencia de refugiados de la ONU infiltrada por Hamas, al principio se rehusó a evacuar el norte de Gaza, y luego rechazó la zona segura Al Mawasi designada por Israel en el sudoeste de Gaza. No había infraestructura allí, dijo UNRWA, pero ese era el punto—no Hamas, lejos de la guerra. En lugar de ayudar a construir la infraestructura, UNRWA se estancó y luego insistió en que los gazatíes sean llevados a Rafah, otra ciudad en el camino del peligro, donde serían escudos humanos.
Como era predecible, la ONU y la Cruz Roja ahora demandan que Israel deje a Hamas sin oposición en Rafah porque hay demasiados civiles allí. Israel no tiene más opción que avanzar si quiere eliminar a Hamas, y evacuar a los civiles será más difícil de lo que debía ser.
La entrega de ayuda por parte de las organizaciones internacionales últimamente ha sido inconsistente a medida que las caravanas son atacadas por Hamas, pandillas locales o multitud de civiles. Han sido asesinados conductores. El Sr. Biden ahora ha dejado claro que él tratará esto como el problema de Israel, pero vale la pena recordar como ha cambiado su posición.
El 18 de octubre el presidente dijo, "Permítanme ser claro: Si Hamas desvía o roba la ayuda, habrá demostrado una vez más que no tiene ninguna preocupación por el bienestar del pueblo palestino, y terminará. Como una cuestión práctica, detendrá a la comunidad internacional de ser capaz de proporcionar esta ayuda."
En resumen, Hamas sería culpado y la ayuda tendría que detenerse. Ahora, temiendo al flanco izquierdo de su partido, el Sr. Biden culpa a Israel y dice que la ayuda debe incrementarse, no importa cuanto robe Hamas. Los gazatíes necesitan ayuda, y también necesitan que el mundo deje de jugar el juego de Hamas.
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