EL BLOQUEO PETROLERO ESTADOUNIDENSE A VENEZUELA EMPUJA A CUBA HACIA EL COLAPSO
La isla gobernada por los comunistas ya estaba sufriendo escasez de comida, cortes de energía y un éxodo de gente; ahora enfrenta la pérdida del petróleo barato de Nicolás Maduro.
Por Juan Forero y Ryan Dubé
Diciembre 21, 2025
Basura apilada a principios de este mes en La Habana, donde las condiciones desesperadas están llevando a la difusión de virus transmitidos por mosquitos. yamil lage/Agence France-Presse/Getty Images
Los cubanos están pasando hambre, sufriendo de enfermedades que se propagan y durmiendo a la intemperie sin ninguna electricidad para dar energía a los ventiladores durante las noches sofocantes. Una cuarta parte de la población ha huido durante la crisis económica más prolongada de la isla.
Y está a punto de empeorar.
Estados Unidos está aumentando la presión sobre el benefactor clave de La Habana, el régimen del caudillo venezolano Nicolás Maduro, el cual ha mantenido a flote a la nación gobernada por los comunistas con petróleo barato. Ahora las exportaciones de petróleo venezolano están en riesgo gracias a un bloqueo parcial que ataca a los buques petroleros sancionados—del tipo que trasladan un 70% del crudo del país.
Un petrolero que Estados Unidos ya ha capturado estaba en ruta con casi dos millones de barriles de petróleo venezolano.
El bloqueo se suma a una campaña de presión estadounidense contra Maduro que también incluye una gran acumulación militar en el Caribe, ataques aéreos contra embarcaciones presuntamente conectadas con el tráfico de drogas venezolano y amenazas de bombardear el mismo país.
Si los envíos de petróleo de Venezuela fueran a detenerse, o a caer abruptamente, los cubanos saben que sería devastador.
“Sería el colapso de la economía cubana, no hay cuestión acerca de ello,” dijo Jorge Piñón, un exiliado cubano que rastrea los vínculos energéticos de la isla con Venezuela en la Universidad de Texas en Austin.
Venezuela ha sido vital para la economía de Cuba desde 1999, cuando el entonces Presidente Hugo Chávez describió a los dos países como vinculados "en un mar de felicidad.” Cuba desplegó entrenadores deportivos, doctores y agentes de contrainteligencia en Venezuela, los últimos para erradicar a los traidores que podrían derrocar a Chávez. Venezuela respondió con 100,000 barriles de petróleo enviados a Cuba diariamente.
Los envíos de petróleo fuertemente subsidiado han caído a 30,000 barriles diarios. Agentes del promocionado servicio de inteligencia de Cuba permanecen en Venezuela, donde han trabajado para purgar a los oficiales militares y funcionarios de gobierno desleales, ayudando a asegurar que Maduro siga acurrucado en el poder.
La profunda dependencia de Venezuela por parte de Cuba significa que el gobierno comunista de Cuba está haciendo todo lo que puede por impedir que Maduro—quien se entrenó en Cuba de joven—sea destituido por la fuerza del cargo en su mayor reto tras casi 13 años en el cargo. Eso significa garantizar que él esté siempre rodeado por seguridad y asistentes leales, sin nadie llevando teléfonos celulares u otros dispositivos electrónicos.
“Están cuidando muy bien de Nicolás Maduro y sus sucesores inmediatos,” dijo Thomas A. Shannon Jr., un ex diplomático estadounidense de alto rango que se involucró frecuentemente con el régimen venezolano. "Los cubanos no van a irse calladamente en lo oscuro de la noche."
El gobierno cubano puede hacer poco por disuadir el poderío militar de EE.UU., pero han criticado duramente la acumulación estadounidense en el Caribe y en particular la captura del petrolero.
“Reminiscente de los tiempos de Drake y Morgan, Donald Trump acaba de desatar a sus piratas sobre un buque cisterna petrolero venezolano, incautando vergonzosamente la carga como un vulgar ladrón," dijo el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel al Comité Central del Partido Comunista hace poco. "Las reglas del enemigo son que no hay reglas."
La amenaza a Cuba llega cuando la nación está sumida en su crisis económica más seria desde que Fidel Castro y sus guerrilleros barbudos tomaron el poder en 1959—más dura y duradera que el llamado Período Especial después que se desintegró la Unión Soviética en 1991.
“Es realmente desolador y desesperante,” dijo Ted Henken, autor de libros sobre Cuba y profesor en el Baruch College de New York que viaja regularmente a la isla. "Se ha ido la esperanza, y la gente está desesperada por salir."
Más de 2.7 millones de personas—aproximadamente un cuarto de la población de la isla, muchas de ellas jóvenes y ambiciosas—han escapado de la isla desde el año 2020, cientos de miles de ellas a Estados Unidos, de acuerdo con cálculos de un demógrafo radicado en La Habana, Juan Carlos Albizu-Campos.
“Lo que Cuba está atravesando—un fenómeno al que yo llamo vaciamiento demográfico—es nada menos que un desastre humanitario sólo visto en países en conflicto armado," dijo él.
Luis Robles, de 33 años de edad, un prisionero político en Cuba hasta octubre y ahora en el exilio en España, dijo, "La situación para los cubanos normales es muy dura."
“Es muy dura porque no hay alimento, no hay medicinas, no hay ninguna institución pública que funcione como debería—hospitales, escuelas. Es todo un desastre,” dijo Robles.
El dijo que los cubanos que tienen acceso a los dólares de parientes del exterior pueden sobrevivir.
“Pero es realmente insostenible para esos cubanos que viven con el salario público miserable," dijo él refiriéndose a los empleados estatales, que ganan apenas algunos dólares al mes en moneda cubana.
Cerca del 90% de la gente vive en la extrema pobreza, y el 70% pasa sin al menos una comida al día, dijo el Observatorio de Derechos Sociales, una think tank que condujo un mes de encuestas este verano pasado. Para más del 70% de los cubanos, sus preocupaciones principales son la falta de alimento y los apagones constantes, que pueden durar 18 horas o más de un día en algunas regiones. El observatorio encontró que el 78% tiene intención de escapar de la isla.
Los cubanos que han huído—tanto como otros en la isla que hablaron por teléfono—dijeron que la basura se está apilando, enfermedades transmisibles la chikungunya y el dengue se están expandiendo, y muchos chicos no están yendo a la escuela. La disponibilidad de agua es intermitente, dejando a los cubanos a veces incapaces de bañarse, lavar los platos o usar el inodoro.
“Esto es existencial,” dijo Manuel Cuesta Morua, un activista de 62 años de edad, hablando desde La Habana. “Sólo estamos sobreviviendo día a día.”
En la Asamblea Nacional de Cuba este mes, algunos legisladores hablaron francamente sobre la gravedad de la situación, aunque hay oposición hacia expandir mucho el pequeño sector de las empresas privadas.
“Hay una enorme escasez material en Cuba,” dijo en su discurso Diaz-Canel, el presidente. “Debemos asumir la necesidad urgente de avanzar hacia la estabilidad macroeconómica...Sin eficiencia económica, la soberanía no es posible." La economía de Cuba se ha contraído un 15% desde el 2018, de acuerdo con Ricardo Torres Pérez, un economista cubano en la Universidad Estadounidense en Washington. La inflación acumulativa desde el 2018 a noviembre es casi del 450%, dijo él. El peso cubano ha colapsado, comerciándose a unos 450 por dólar en el mercado negro, comparado con un 30 en el 2020.
“Podría decirse que la situación es la peor, pero también sabemos que puede empeorar,” dijo Torres Pérez, apuntando al golpe de la caída en los envíos de crudo venezolano. “Si esos envíos continúan menguando en las siguientes semanas o meses, bueno, la situación va a ser simplemente insostenible."
El crudo venezolano hoy cubre un 40% del petróleo que Cuba necesita importar, vital para las plantas eléctricas, el transporte y el sector de pequeñas empresas. Cuba produce una cantidad chica de su propio petróleo, recibiendo también algún crudo mexicano y ruso.
A medida que la producción petrolera de Venezuela colapsó durante la década pasada bajo el liderazgo de Maduro—llevándola a una crisis económica—Venezuela redujo los envíos petroleros a Cuba. La Habana también ha reducido con los años el número de doctores que desplegó en Venezuela.
Pero lo que ha seguido siendo una constante en Venezuela es el aparato de seguridad de Cuba, el cual es utilizado para aplastar los levantamientos y detectar las conspiraciones de golpe, dijeron ex funcionarios venezolanos y estadounidenses.
Andrés Izarra, un ex ministro venezolano que rompió con el régimen y ahora vive en el exilio, recordó cómo funcionarios de contrainteligencia cubanos mantuvieron un ojo atento en busca de cualquier señal de disenso.
“Con Maduro, los servicios de inteligencia cubanos se multiplicaron,” dijo él. “Todos los cubanos te estarían espiando."
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