En el Midtown Manhattan de New York, famosa zona del mundo en la que se encuentran entre otros edificios el Empire State, el Chrysler, el MetLife y el Bank of America Tower, también se halla el Grand Hyatt Hotel. El día jueves 25 de setiembre, su lujoso comedor, será mancillado por la presencia como invitado de honor, de Mahmoud Ahmadinejad, el Presidente de Irán con veleidades de convertirse en el nuevo Hitler de este siglo.Su anfitrión, es el cura católico Miguel D'Escoto Brockmann, elegido Presidente de la Asamblea General de Las Naciones Unidas para el sexagésimo tercer período de sesiones. D'Escoto, de 75 años, nacido en Los Angeles (California) es hijo de un diplomático nicaragüense. Tras ser ordenado sacerdote de la orden Maryknol, se dedicó luego a la política. Miembro del Consejo mundial de iglesias fue un simpatizante de la teología de la liberación. También se desempeñó como canciller de Nicaragua durante el primer gobierno Sandinista de 1979 a 1990 y actualmente es asesor del presidente de ese país, Daniel Ortega.Descripto por Reuters como un feroz crítico de Norteamérica, él se refirió a Ronald Reagan en el 2004 como "el asesino de mi pueblo" y agregó: "Por Reagan y su heredero espiritual George W. Bush, el mundo hoy está mucho menos a salvo y seguro, de lo que estuvo siempre. Más recientemente, se pronunció en duros términos contra la guerra librada por Estados Unidos contra el terrorismo en Irak y Afganistán.Miguel D'Escoto Brockmann, con el auspicio de la misión de Irán en las Naciones Unidas, en su visión maniquea, parece olvidar su función pastoral, al organizar junto a los grupos cristianos: the Mennonite Central Committee, the Quaker United Nations Office, the World Council of Churches y Religions for Peace and the American Friends Service Committee, el ágape de marras, para agasajar al presidente iraní.La cena a la que concurrirá también el primer ministro de Noruega Kiell Magne Bondevik, quien a la sazón preside el Oslo Center for Peace and Human Rights, tiene como grotesca explicación, que se centrará en asuntos atingentes al rol de las religiones para hacer frente al desafío global y la persecución de la paz.La gravitante iglesia Evangélica de USA, discrepando totalmente con esos enunciados, pidió la semana pasada la detención del presidente de Irán por considerarlo un abierto instigador de genocidio.Mahmoud Ahmadinejad, fue en los tempranos 80, interrogador y verdugo en la notoria Prisión de Evin, donde se ganó el mote "The Terminator" por asesinar a prisioneros políticos, lo cual no se compadece para nada con la asistencia a la comida en el Hyatt, de representantes de ONG en defensa de los Derechos Humanos.También para esa misma época, fue comandante del grupo terrorista denominado la Fuerza Qods, la que planeó el asesinato de disidentes iraníes en el extranjero. En 2005, dictámenes legales del Departamento de Estado de los EE.UU, catalogaron a Ahmadinejad, de hecho, como un terrorista.
En el día de ayer, iraníes americanos, que reclamaban democracia y libertad en su país de origen devenido teocrático, mancomunados con diversas organizaciones e instituciones, marcharon junto a miles de personas por las calles de Nueva York para manifestar su repudio por la llegada de Ahmadinejad. Gran cantidad de gente, enarbolando banderas de Israel y pancartas , entre las que se distinguía una que decía: "Ahmadinejad , Vuelve con tu odio al infierno", conformaron un multitudinario mitin para deplorar la presencia del dictador iraní en las Naciones Unidas.Ahmadinejad, quien clama sin tapujos por la destrucción del Estado de Israel, organizó en octubre del 2005 una ominosa conferencia denominada "El mundo sin Sionismo". El cínico negador del genocidio nazi contra el Pueblo Judío, se refirió al Estado Hebreo como "criminal", "una enfermedad" y una "rata muerta" en ocasión del 60 aniversario de la Independencia de Israel. Agregó que "la razón del existencia del régimen Sionista está cuestionada y que éste, va en camino de su aniquilación.La amenaza de exterminio explicitada en esas horrendas expresiones, ni tampoco la frenética carrera por obtener la bomba atómica por parte de la República Islámica de Irán, son razones que conspiren para la realización de la pseudo ecuménica cena, que lo único que logrará, es contribuir para que el demente y peligroso Ahmadinejad rompa, satisfecho, el mes de ayuno del Ramadán.Fuente:
Ruben Kaplan Porisrael.org
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