Else, a la conquista del público israelí

Antes de consagrarse enteramente al arte, Else comenzó siendo una verdadera businesswoman. Muy sionista, la joven decide irse a Israel. Hace estudios de ingeniería en la prestigiosa Universidad del Technion de Haifa y luego trabaja en el mundo de los negocios durante años.Pero he aquí que a la edad de 33 años, Else, madre de tres niños, experimenta la imperiosa necesidad de crear. Decide entonces renunciar a la comodidad y la seguridad para aventurarse en el mundo del arte, en el cual espera encontrarse. La apuesta es aún más arriesgada, ya que Else nunca siguió clases de dibujo. Lejos de ser una desventaja, es lo que forma parte de la originalidad de su arte: “Ser autodidacta me permitió tener mis propias técnicas”, afirma a Guysen International News.Comienza por realizar copias de artistas, sin encontrar la menor dificultad.Sedienta de creación, Else decide liberarse del arte de los artistas para realizar a su vez sus propios cuadros. El artista comienza por el figurativo, antes de realizar otros estilos de pintura. El abstracto en particular.“El abstracto me relaja, las criaturas expresan la locura. Pasar de un estilo a otro me permite expresar una serie de clases: de la sobriedad a la elegancia pasando por la locura”, explica.Sus obras abstractas están compuestas de collages. En algunas, los cuerpos bailan, las criaturas dibujan la sensualidad, hombros destacados. Criaturas en las que Else se inspira para crear sus esculturas, muy trabajadas, en las cuales encontramos su trabajo de collage.Preguntada por su método de expresión favorito, Else afirma necesitar “todos los estilos”. Los Franceses, “conformistas”, son más sensibles al arte abstracto, por su parte a los Israelíes les encanta la potencia de los colores que utiliza Else, cuyo juego es muy particular.Perfeccionista, Else espera aportar al público israelí “un trabajo muy fino, y la riqueza de la diferencia”.A pesar de que la artista es militante y sionista, no quiere manchar sus cuadros con mensajes políticos: “Milito políticamente, pero sólo quiero poner felicidad sobre las paredes. Los problemas son buenos para la televisión”.Else no desea imponer nada a su público. Filosofía que se sitúa en el centro de la relación que mantiene con él: “Me gusta sugerir, imponer nunca, me limito simplemente a despertar”, indica. Y para purificar mejor sus obras, la artista firma con humildad sus cuadros por detrás, a los cuales nunca da un título.El público, invitado a tomar conciencia de todas las posibilidades de la obra, debe acabar la creación del artista. Un planteamiento original que nos enseña un nuevo enfoque del arte, otro arte, el arte else…
• Galería situada en la calle Frishmann 15 en Tel-Aviv • www.elseart.com. Por Danielle Attelan para Guysen International News