Bashar Assad no va a convertirse en un reformista democrático
23/5/11
Un misterio de la política exterior americana, en gobiernos de cualquier partido, es la eterna esperanza que la dinastia familiar Assad en Siria un dia experimente una epifania y se convierta en un gobierno reformista y pro-occidental.
El Secretario de Estado Warren Christopher visitó Damasco más de 20 veces en la década de 1990 en busca de una concesión de paz que nunca llegó de parte de Hafez Assad. El presidente George W. Bush se negó a aplicar las más rígidas sanciones a Siria legisladas por el Congreso y envió al Secretario de Estado, Colin Powell, a suplicar al actual presidente Bashar Assad que dejara de ser una autopista para los jihadistas camino a Irak. Fue en vano.
El presidente Obama también ha comprado la ilusión, enviando emisarios para alejar al Sr. Assad de Irán, dejando de servir como un conducto para las armas pesadas en el Líbano, y otros sueños imposibles. Incluso después de la represión del régimen contra los opositores políticos y el asesinato de cientos, Obama ofreció su discurso de esperanza sobre Medio Oriente la semana pasada que el Sr. Assad vendrá: "El pueblo sirio ha demostrado su valentía en demandar al presidente una transición a la democracia. El Presidente Assad tiene ahora una opción: él puede conducir esa transición, o salirse del camino."
Assad hizo su elección hace mucho tiempo , y la elección de Estados Unidos debe ser apoyo a todo pulmón para sus opositores democráticos.
Fuente: The Wall Street Journal- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba
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