Un número de analistas, entre ellos varios aquí publicados, sugieren que los comentarios del presidente Barack Obama del jueves sobre el proceso de paz marcan un cambio importante en la política estadounidense, y tendrán graves repercusiones para el proceso de paz. De hecho, las declaraciones de Obama reflejan sólo cambios semánticos menores en lo que realmente ha sido la posición de Estados Unidos desde la administración Clinton.
Por otra parte, estos cambios menores no importan. Históricamente, lo que los presidentes estadounidenses han dicho que debe ser el acuerdo sobre el status final no ha convencido a las partes de concordar en realidad respecto a esa posición. Más importante aún, como el propio presidente ha señalado, las partes todavía están muy alejadas respecto a Jerusalem y los refugiados como para cerrar realmente un acuerdo. Hasta que la convergencia sobre aquellos temas se vuelva realista, nada de esto importa realmente.
En primer lugar, noten que la "bomba" de Obama sólo consistió en dos frases enterradas en la última parte de su discurso. "Estados Unidos cree que las negociaciones deberían dar lugar a dos estados, con fronteras permanentes palestinas con Israel, Jordania y Egipto, y fronteras israelíes permanentes con Palestina. Nosotros creemos que las fronteras de Israel y Palestina deben estar basadas en las líneas de 1967 con intercambios de mutuamente acordados, para que fronteras seguras y reconocidas sean establecidas para ambos estados." El luego llamó a una "retirada total y por etapas de las fuerzas militares israelíes", dejando a los palestinos con un estado "soberano, no militarizado".
Al realizar una inspección cercana, esto es esencialmente lo que el "Plan de Clinton" de diciembre del 2000 argumentó así: "entre 94 a 96% del territorio de Cisjordania" deben ir para el estado palestino. "La tierra anexada por Israel", continuó Clinton, "debe ser compensada por un canje de tierra de 3.1% además de acuerdos territoriales, tales como un paso seguro permanente."
En cuanto al valle del Jordán, Clinton propuso, "la presencia israelí se quedaría en una ubicación fija en el valle del Jordán bajo la autoridad de la fuerza internacional por otros 36 meses." Luego dijo que Israel debería mantener tres estaciones de alerta temprana en Cisjordania con un presencia de enlace palestino, sujeta a revisión cada diez años, pero que requiere del consentimiento mutuo para ser alterada.
Incluso el término de Obama "estado no militarizado" fue algo que a Clinton se le ocurrió como un compromiso entre la demanda de Israel de un "estado desmilitarizado" y la demanda palestina de "un estado con armas limitadas."
En resumen, la principal diferencia aquí es que Obama dijo explícitamente lo que Clinton quiso decir. Clinton no se refirió a las líneas de 1967. Clinton no dijo que Palestina lindaría con Jordania. Pero es imposible deducir otra cosa en cualquiera de los puntos.
Aún más esclarecedor, comparen la posición de Obama con la de su predecesor, George W. Bush en su famosa carta del 14 de abril de 2004 a Ariel Sharon. En ese momento, Sharon nombró a esta carta como una especie de gran logro para Israel (a pesar del hecho obvio que tales "cartas" no obligan a los futuros presidentes a nada). Cuál fue el "importante logro" de Sharon? Bush escribió que "A la luz de las nuevas realidades sobre el terreno, incluyendo importantes centros de población israelíes ya existentes, es poco realista esperar que el resultado de negociaciones de status final será un regreso completo y pleno a la líneas de armisticio de 1949 ... cualquier acuerdo de status final sólo se logrará sobre la base de intercambios acordados mutuamente que reflejen estas realidades."
Es eso realmente tan diferente de cualquiera de las formulaciones de Clinton u Obama? Bush se refiere a las líneas de armisticio de 1949 en lugar de las líneas del 4 de junio de 1967 - que en la mayoría de los lugares eran idénticas. Las principales diferencias son junto al Golán, y en todo caso, la línea de 1967 es ligeramente mejor para Israel - aún cuando cae lejos de la más justificada frontera internacional de 1923.
Y a continuación, Bush deben ser hechos cambios en estas líneas de 1949 para reflejar "los principales centros de población israelíes" - que es exactamente lo que la convocatoria de intercambios de tierra también hace. Como señala el plan de Clinton, los principales bloques de asentamientos - donde aproximadamente el 80% de los colonos vivían - comprende sólo un 5% de Cisjordania. Una vez más, nosotros estamos hablando de límites basados en una versión ligeramente modificada de la línea del 4 de junio de 1967.
La principal diferencia de fondo es que Bush no pidió explícitamente un intercambio de tierras, como lo hicieron Clinton y Obama, para compensar estas modificaciones menores. Pero, esto me lleva al punto más importante: nada de esto importa.
Uno tiene que preguntar, la carta de Bush a Sharon influenció la negociación entre israelíes y palestinos que tuvo lugar después? Los palestinos, por ejemplo, de repente renunciaron a la idea de intercambios de tierra porque Bush no lo mencionó explícitamente? Por supuesto que no.
Del mismo modo, cualquiera sea la posición que Obama exponga, es en gran medida irrelevante. Si él dice explícitamente que el "derecho palestino" al retorno sólo puede ser para el nuevo estado palestino, o (como el dijo) el "Estado de Palestina (será) la patria para el pueblo palestino"- no dictará las palabras en las que cualquier parte insiste en futuras negociaciones. Israel continuará la exigencia que los refugiados palestinos y sus descendientes sean repatriados al estado palestino porque ningún otro acuerdo es viable, al igual que los palestinos nunca se comprometerán sobre regresar a la vasta mayoría de Cisjordania.
Por último, mientras que Obama pareció estar sugiriendo que las partes deben proceder en cuestiones de seguridad y territorio en primer lugar, tratando con Jerusalem y los refugiados más tarde, esto es igualmente un no-iniciador. Los intereses de ninguna de las partes son servidos por un acuerdo de paz parcial.
Para los palestinos, no hay manera de asegurar que Israel finalmente se comprometa sobre cada tema, por lo que temen que un acuerdo provisional se convertirá en el nuevo acuerdo de facto de status final. Para los israelíes, un acuerdo de paz provisional en realidad no incluirá una declaración palestina que el conflicto ha terminado, y por lo tanto es difícil entender cómo esto nos dará la "paz" que buscamos. En cuanto la frustración de los palestinos por Jerusalem y los refugiados resurja, también lo harán los intentos de utilizar la violencia para obligar a Israel a ir a la mesa de negociaciones. Tópicos presidenciales aparte, ningún acuerdo de paz será realmente lo suficientemente firme como para garantizar la seguridad de Israel si todas las reivindicaciones no no son arregladas formalmente.
El autor es el ex Director Adjunto del Centro de Investigación Global en el Centro de Asuntos Internacionales (GLORIA) en Herzliya.
Fuente: The Jerusalem Post Magazine- Traducido especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba.
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