martes, 31 de mayo de 2011

La Estrategia Siria de Iran: Pesada Injerencia


Por Michael Singh
27/5/11

Mohsen Chizari viaja por doquier.
Un alto comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardias Revolucionarios de Irán, Chizari fue golpeado con sanciones la semana pasada por el gobierno de Obama. Teniendo en cuenta su nacionalidad, uno podría suponer que fue sancionado en relación con actividades nucleares del régimen iraní o represión de los disidentes. De hecho, Chizari, el Jefe de la Fuerza Quds Qasem Soleimani, y la propia organización fueron sancionados por incitar a la opresión en otra parte: Siria.
De acuerdo con el gobierno de EEUU, los iraníes son cómplices de "abusos de derechos humanos y represión del pueblo sirio" por parte del régimen de Assad.
Si el nombre Chizari suena familiar, puede ser debido a que el fue arrestado por tropas de EEUU en Bagdad en diciembre de 2006. Según informes de prensa, Chizari fue detenido mientras estaba dentro del complejo del líder chiíta iraquí Abdel Aziz al-Hakim con otro comandante de la Fuerza Quds. Los dos hombres estaban supuestamente en posesión de informes detallados acerca de los envíos de armas a Irak, incluyendo los llamados proyectiles formados explosivamente, los que fueron los responsables de la muerte de decenas de soldados de EEUU. Chizari fue expulsado posteriormente a Irán por el gobierno iraquí.
No debería ser ninguna sorpresa que Chizari haya aparecido en los dos puntos calientes. Siempre que hay problemas, él estará allí para ayudar a los alborotadores o revolver las cosas el mismo.
La Fuerza Quds reporta directamente al líder de Irán, el Ayatollah Ali Khamenei y sirve como la pieza clave en la estrategia regional de Irán. Irán financia y arma a grupos como Hezbollah para amenazar a Israel y frustrar la construcción de democracia en Líbano. Y prepara a terroristas en Irak y Afganistán para obstaculizar las campañas de EEUU para establecer la paz y la seguridad en esos lugares. En todos estos casos, la Fuerza Quds es el instrumento de elección del régimen.
Los líderes de Irán graznaron cuando los levantamientos populares desbancaron a sus viejos enemigos Zine el-Abidine Ben Alí en Túnez y en Egipto a Hosni Mubarak. Pero las tribulaciones del dictador sirio Bashar Assad claramente causaron preocupación en Teherán. Assad es un viejo aliado de Irán, y bajo su gobierno Siria ha servido como conducto hacia el oriente para que combatientes extranjeros ingresen a Irak a combatir a las tropas de EEUU y para que el armamento de Irán fluya hacia el occidente hasta los brazos de Hezbollah y Hamas. Damasco es esencialmente la escena del bar de "Star Wars" para los terroristas en el Medio Oriente, proporcionando un escenario donde los aliados de Irán como Hamas y la Jihad Islámica pueden coordinar sin ser perturbados.

singh


Si Assad fuera a caer, se rompería un eslabón clave en la cadena estratégica de Irán en la región. Aun cuando Irán podría encontrar soluciones para abastecer a Hezbollah, tales como por mar o aire, perdería tanto profundidad estratégica como un aliado entusiasta. Por otra parte, si los manifestantes en Siria fueran a inspirar a los propios activistas de la democracia de Irán a que redoblen sus esfuerzos, el régimen iraní se encontraría en grave peligro. Por lo tanto no es sorprendente que haya enviado a la Fuerza Quds para ayudar a Assad a detener la primavera árabe en su umbral.
La más reciente participación de Irán en Siria debe ser un llamado de atención. La ayuda directa de Irán en la represión del régimen sirio ha atraido críticas desde muchos sectores; ha puesto incluso a Teherán en desacuerdo con antiguos aliados tales como Turquía. Las acciones de Irán también han contribuido a un cambio en el enfoque de la administración Obama hacia Teherán. Además de imponer sanciones a Chizari y sus secuaces, el 22 de abril Obama dijo que el presidente Assad estaba imitando las "tácticas brutales" de Irán.
Finalmente, las palabras duras y las sanciones no serán suficientes. Chizari y sus hazañas en Irak y Siria representan una faceta de la amenaza que representa Irán. Si nuestras esperanzas para la libertad y la estabilidad en la región van a ser realizadas, tenemos que derrotar las campañas de Irán por expandir su poder e influencia, sobre todo, negandole las armas nucleares que harían avanzar sus diseños desestabilizadores.

El Sr. Singh es el director gerente del Instituto Washington para Política del Cercano Oriente. Fue director principal de asuntos del Medio Oriente en el Consejo de Seguridad Nacional durante el gobierno de George W. Bush.
Fuente: The Wall Street Journal- Traducido especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba.

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