lunes, 23 de mayo de 2011

LAS PALABRAS DE OBAMA SERAN USADAS COMO ARMAS

Aún cuando el discurso del Presidente estuvo atravesado con nociones aparentemente pro-israelíes, marcó un alejamiento radical de la política americana respecto al conflicto hasta ahora.

Por Deborah Danan
20/5/11


La sociedad israelí tiene la proclividad a darse cuenta de un nuevo miedo nacional cada mes, mientras olvida rápidamente el viejo: El miedo de febrero de una captura del poder por parte de la Hermandad Musulmana fue reemplazado por los miedos de abril al destino de Siria y la unidad entre Hamas y Fatah (lo harán o no?); un mes más tarde aquellos miedos fueron posteriormente cambiados por el miedo a los discursos en el Congreso. No olvidemos, por supuesto, la madre de todos los miedos, septiembre de 2011, cuando se espera que los palestinos demanden que la ONU haga una declaración unilateral de un estado.
Sin embargo, previamente al discurso del presidente de EEUU, Barack Obama, ante el Departamento de Estado ayer, la amenaza de los discursos ante el Congreso parecía la menos significativa de los miedos de moda de los últimos meses. La razón de esto era doble.
En primer lugar, los expertos de los medios de comunicación en su mayor parte no estuvieron realmente prediciendo algo demasiado radical a ser anunciado - al menos por parte del presidente de los EEUU. En segundo lugar, cuando todo está dicho y hecho, la noción occidental de "palabras como armas" en realidad no se aplica cuando usted es un pequeño estado judío rodeado de personas que buscan su destrucción violenta.
De este modo los temores que respectan a vidas humanas, como las actividades árabes entre febrero y abril hicieron, devaluaron marcadamente la opinión del tenor que sea que Obama o Netanyahu pudieran expresar potencialmente en sus discursos.
Pero ayer fue el día de ayer, los expertos estaban equivocados y las palabras son armas - especialmente en el caso de Israel.
Obama fue el primer presidente de los EEUU en pedir un congelamiento de los asentamientos desde el principio de su presidencia. La posterior negativa de Israel a cumplir con esta demanda se convirtió en una excusa para que los palestinos se hagan la rabona en la mesa de negociación.
En el discurso del jueves, Obama se convirtió en el primer presidente de EEUU en exigir que Tzahal se retire de Cisjordania sin medidas de seguridad en vigencia. Él propuso un retorno a las líneas de 1967 y una evacuación de Tzahal de lo que Netanyahu llama las "líneas indefendibles" del Valle del Jordán, las cuales serían pasadas al estado palestino. El estado palestino, así sería establecido en las colinas de Judea y Samaria - a unos 1000 metros por encima de Israel. Esto significa que cualquier persona con un grad podría en forma realista atacar ciudades de la costa de Israel, incluyendo Netanya, que estaría a sólo 8,7 kilometros de la nueva frontera no defendida con Palestina. Tal resultado calamitoso hace casi irrelevante la amenaza de misiles balísticos de otros enemigos, como Irán.
Obama eludió cuidadosamente una definición clara de 1967, y no hizo ninguna determinación clara del futuro de los canjes de tierra sobre los grandes bloques de asentamientos de Jerusalem Oriental y de Judea y Samaria. Así, en efecto, el presidente revirtió 40 años de apoyo estadounidense (como fue expresado en el año 2004 por el ex presidente George W Bush en su carta a Ariel Sharon) que Israel tenga fronteras defendibles - una condición sine qua non para la seguridad y la autodeterminación del estado judío.
No tan claramente, Obama también evitó otros asuntos críticos de ambos lados que han sido hasta ahora la causa principal de impasses durante las negociaciones. Las demandas palestinas sobre el derecho al retorno y Jerusalem fueron descartados como "temas emocionales" que se discutirán en una fecha posterior. La demanda de Israel de ser reconocida como patria de la nación judía fue envuelta dulcemente en ser el deber de los Estados Unidos y la comunidad internacional el reconocerla, y no de los palestinos por sí mismos.
Las preocupaciones que una unidad palestina no puede ser tolerada hasta que Hamas se retracte de algunas cláusulas de sus estatutos sólo recibieron una atención mínima. Principalmente, el llamado a la destrucción de Israel, la principal preocupación de Netanyahu sobre el estatuto, no fueron mencionados en lo absoluto.
La validación única propuesta por Obama es que "el acuerdo entre" Fatah y Hamas plantea cuestiones profundas y legítimas para Israel ... y en las semanas y meses por venir, los dirigentes palestinos tendrán que dar una respuesta creíble a [la] cuestión [del derecho de Israel a existir.]"
Obama es un excelente orador, y aunque su discurso estuvo camuflado en los términos de nomenclatura de la Resolución 242, la demanda inmediata de volver a las líneas de 1967 finalmente anula el llamado de la Resolución al derecho de Israel a "vivir en paz dentro de fronteras seguras y reconocidas libres de amenazas o actos de fuerza."
Además, su "reprimenda" a los palestinos por su campaña para la declaración unilateral en la ONU en ninguna manera equilibra las demandas puestas sobre Israel y sólo sirve para realzar el actual estancamiento.
Así, ha hablado el presidente. Y así como la demanda del congelamiento de los asentamientos hizo imposible seguir negociando, las demandas que Obama presentó en su discurso, sin dudas, tendrán el mismo efecto. Prácticamente, lo que todo esto significa es que hasta que Israel se retire a las líneas del '67, el presidente de la AP, Mahmoud Abbas, se habrá ganado simplemente una excusa más para agregar a su creciente arsenal para no negociar.
Muchas gracias, señor Presidente, por exonerar una vez más a los palestinos de conversaciones de paz adicionales. Por el bien de todos esperemos que sus palabras no tengan tiempo de convertirse en armas antes que su mandato termine.
Fuente: The Jerusalem Post- Este artículo fue traducido especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba

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