jueves, 26 de mayo de 2011

LA PROVOCADORA DE BIBI: CAPTURARLA O NO?



25/5/11
Por Rab. SHMULEY BOTEACH

A mitad de camino del discurso del Primer Ministro Netanyahu a una sesión conjunta del Congreso el lunes yo me ví confrontado con un dilema moral. Una mujer manifestante a dos asientos de distancia de mí se había infiltrado en el discurso, sacó una bandera roja en contra de Israel, y empezó a lanzar maldiciones sobre Israel. El anciano caballero a mi derecha, a quien había estado hablando hasta antes de iniciado el discurso, sacó la bandera de sus manos, puso sus manos sobre su boca, y ayudó a someterla. Debo ayudar?
La noche anterior en el AIPAC, el discurso de Bibi había sido interrumpido en siete ocasiones por varios manifestantes haciendo casi imposible para él seguir. Esto sigue a una gran campaña en los campus de todo el mundo por parte de los aborrecedores de Israel para que sea casi imposible para cualquier funcionario israelí hablar interrumpiendo en forma tan repetida que el discurso tiene que ser abandonado. Es evidente que estas campañas son una burla de todos los principios de la libertad de expresión. Ahora, una manifestante se había infiltrado no sólo en una reunión de la universidad, sino en el santuario interior, el depósito mismo de la libertad americana y la democracia representativa, la Cámara de Representantes de los Estados Unidos. Su intención era la de negar al líder democráticamente electo por el pueblo de Israel el derecho a dirigirse a los representantes electos del pueblo estadounidense. Ella podría haber descargado su veneno en cualquiera de un sinnúmero de foros abiertos, pero ella optó por negar a Israel su voz.
Debería yo haber participado en su silenciamiento? Tuve una fracción de segundo para decidir.
Pasando como flashes a través de mi mente, mientras las manos la agarraban por todos lados, estaban todos los manifestantes en contra de Israel que yo había encontrado en mis once años como rabino en la Universidad de Oxford. Dos veces fuimos anfitriones de Bibi en la Universidad y el doble de cientos de estudiantes palestinos habían sido transportados en autobús desde todo el Reino Unido para interrumpir su discurso. Mientras caminaba por la cámara de la Unión de Oxford con Bibi a mi lado, cientos de agitadores tronaron, "Netanyahu usted debe saber que nosotros apoyamos a la OLP". Guau, incluso rimaba. Netanyahu dejó su cordón policial y caminó hacia los manifestantes y los invitó a ingresar, con la promesa que ellos serían llamados para hacer preguntas. Un número significativo se unió a nosotros y él respondió con paciencia a sus comentarios agresivos.
Cuando Ariel Sharon fue mi huésped una enorme multitud de manifestantes llegaron, un número significativo de los cuales eran judíos. Cuando Ariel Sharon fue mi invitado una gran multitud de manifestantes llegaron, una gran cantidad de los cuales eran judíos. Ellos no hicieron ruido. Por el contrario, cubiertos en sangre falsa señalaban a Sharon en silencio mientras el caminaba en la Unión. Él hizo el mismo gesto, acercándose a algunos de los manifestantes, mientras que nunca dejó la mano de su esposa, e invitándoles a participar. Una vez más, muchos lo hicieron y Sharon se aseguró de llamarlos durante las preguntas. Los intercambios fueron contundentes, pero civilizados y todos los que fueron testigos sintieron que había sido una victoria en ambos lados para la libertad de expresión.
Pero todo eso ha cambiado ahora. Los críticos de Israel en el campus se han convertido en enemigos de Israel, interesados ​​no en expresar ninguna opinión, sino en deslegitimizar a Israel por completo y hacerla incapaz de defenderse.
Mi mente ahora corrió de regreso a la persona de Code Pink que interrumpió, quien resultó ser judía, justo frente a mí en el Congreso. Ahora ella estaba en posición horizontal mientras varios asistentes de la galería intentaban neutralizar su interrupción. El Primer Ministro había frenado su discurso. Debería yo intervenir antes que la seguridad pudiera llegar?
Decidí no hacerlo. En primer lugar, me pareció que la policía del Capitolio tenía un montón de contingencias para este tipo de escenario y eran expertos mucho mejores que yo. En segundo lugar, yo sólo podía imaginar los titulares del día siguiente: "Rabino aborda a los manifestantes en el Congreso." O peor. "Autor de Sexo Kosher agarra a mujer en la Cámara de Representantes de EEUU." "El rabino Shmuley encima de mujer en la galería de espectadores." (OK, yo bromeo sobre los dos últimos, pero ustedes se imaginan el cuadro). Decidí que la imagen de un rabino participando en agarrar a un manifestante, a pesar de las circunstancias, era exactamente el tipo de imagen de estos manifestantes querían. Ellos buscan deslegitimizar al pueblo judío en general y al Estado de Israel en particular. Ellos quieren perpetuar su mentira que Israel y los judíos en vez de ser gente de benevolencia y buena voluntad que han sido forzados a defenderse contra repetidos ataques, los judíos son ahora los agresores.
Entonces yo me quedé mientras policías vestidos de civil inmediatamente corrieron desde todos los ángulos, agarraron a los manifestantes, y la retiraron directamente por encima mío.
El Primer Ministro Netanyahu se recuperó rápidamente mencionando que la idea de un manifestante interrumpiendo en los parlamentos árabes, de Irán o Libia y sobreviviendo ilesos era imposible.
Y fue, irónicamente, justo ahí que los valores comunes de los Estados Unidos e Israel y su especial relación se hizo tan evidente. Que uno de los hombres más poderosos en el Medio Oriente pueda sentarse frente a la asamblea más poderosa de la tierra y ser abucheado e interrumpido por un agitador lleno de odio y simplemente tomarselo a la ligera mientras la mujer era sacada de la cámara ilesa, hablaba volúmenes sobre dos sociedades dedicadas al infinito valor infinito de todo ser humano, incluso un supuesto enemigo, y la infinita dignidad de la persona humana con la que ambas sociedades estan comprometidas. Incluso una persona que niega la civilidad básica al líder electo de Israel fue protegida aún bajo el imperio de la ley. Ella podría ser acusada de un delito, pero vivió en una sociedad que protege sus derechos.
En su brillante y apasionado discurso ante el AIPAC el líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, Eric Cantor, de los más capaces defensores de Israel y su mejor amigo en el gobierno de EEUU, hizo el punto que no son las fronteras del '67 las que separan a palestinos e israelíes. Por el contrario, el conflicto tiene todo que ver con los valores, específicamente la creciente cultura de muerte de los palestinos contra la cultura de la vida de los israelíes. Los palestinos nombran plazas públicas con nombres de terroristas. Las madres ululan cuando sus hijos se inmolan en los autobuses llevandose a niños pequeños con ellos. Ellos enseñan a sus hijos en el jardín de infantes y escuelas que los judíos son de narices ganchudas y malvados. Pero el gobierno de Israel intercambia a cientos de terroristas asesinos sólo para enterrar dignamente a sus soldados caídos, le da a cada ciudadano árabe-israelí plenos y completos derechos humanos, y ha negociado constantemente grandes cantidades de tierra con la esperanza delgada que los palestinos desearán sinceramente hacer la paz.
Yo soy un rabino y un judío que ha combatido por siempre la islamofobia y ha escrito repetidamente y predicado frente a decenas de miles de judíos y cristianos que el Islam es una gran religión mundial que tomó a los judíos cuando fueron expulsados ​​de la España y Portugal católicos. Yo soy constantemente inspirado por los musulmanes que encuentro todos los días en EEUU que observan Halal, ayunan en Ramadán, y toman su religión en serio. Por lo tanto es con gran tristeza que yo soy testigo del creciente énfasis en la violencia - en especial contra los judíos - que se está volviendo trágicamente en lugar común entre demasiados de nuestros hermanos y hermanas palestinos.
La posibilidad de la paz nunca afianzandose en el Medio Oriente depende de lo que Golda Meir dijo una vez, que los palestinos tienen que aprender a amar a sus hijos más de lo que ellos odian a los israelíes.
Tal vez un día la mujer manifestante que fue arrastrada delante de mí ame a los árabes más que lo que ella odia a Israel y si es así, la veremos dirigiendo su protesta real contra las sociedades árabes que participan en asesinatos de honor contra jóvenes mujeres, cuelgan a homosexuales, y niegan a nuestros hermanos y hermanas árabes el derecho básico de protestar sin miedo a la muerte.

Shmuley Boteach, "El Rabino de América", es el autor best seller internacional de 25 libros y actualmente está estableciendo el Centro Nacional para Valores Universales Judíos. Su libro más reciente es "Renovación: Guía para la Vida llena de Valores."
Fuente: The Huffington Post- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.