domingo, 29 de mayo de 2011

HABLANDO FRANCAMENTE: Sr. Primer Ministro, usted nos enorgullece


ISI LEIBLER
25/5/11

El Primer Ministro Binyamin Netanyahu ha respondido en una forma magistral a la declaración política para Medio Oriente no anticipada de Obama - presentada sin previa consulta en vísperas de la llegada del dirigente israelí a Washington - difícilmente como uno esperaría que el líder de EEUU se relacione con su "aliado cercano", una nación batallada.
Sensible al imperativo de evitar antagonizar con el público americano humillando abiertamente a su presidente, Netanyahu ejerció su talento diplomático y habilidades de comunicación dando una respuesta restringida, y delineando por qué Israel simplemente no podría permitirse adoptar algunas de las recomendaciones de Obama. Los comentarios de nuestro líder a la prensa después de reunirse con el presidente, su discurso ante el AIPAC, y su brillante presentación ante la sesión conjunta del Congreso representaron un tour de force e hicieron a la mayoría de los israelíes sentirse extremadamente orgullosos.
Lo que hizo a la "emboscada" de Obama especialmente irritante es que sólo unos pocos días antes, Netanyahu había dado un importante discurso político ante la Kneset señalando al presidente americano que más allá de los bloques de asentamientos y de Jerusalem, Israel estaba dispuesto a hacer más concesiones territoriales, con sujeción únicamente a la advertencia que los palestinos demuestren una verdadera voluntad de negociar hacia una solución definitiva y se desconecten de sus nuevos socios genocidas.
Las repetidas expresiones de Obama de "inquebrantable apoyo" para Israel y su garantía que EEUU se opondría a cualquier campaña palestina para romper los Acuerdos de Oslo creando unilateralmente un estado en septiembre a traves de las Naciones Unidas, son apreciadas, pero no quitaron mérito a las escalofriantes implicancias de sus otros pronunciamientos políticos.
En su discurso inicial ante el Departamento de Estado, Obama ignoró los términos de la Resolución 242 y el compromiso del presidente George W. Bush con el primer ministro Ariel Sharon declarando el apoyo de Estados Unidos para la retención por parte de Israel de los principales bloques de asentamientos, y el establecimiento de fronteras seguras y defendibles. Fue sólo sobre la base de este compromiso que Sharon llevó a cabo la desconexión de Gaza, que probó ser tan desastrosa.
En cambio, Obama proclamó que las líneas anteriores al '67 (en realidad, las líneas de armisticio de 1949) - sujetas a "intercambios acordados" (pero sin hacer referencia a bloques de asentamientos y fronteras defendibles) deben representar la base de las nuevas fronteras. El estaba sin dudas conciente que presidente de la AP, Mahmoud Abbas, había insistido con frecuencia en que los "intercambios" sólo podían ser minúsculos.
El ex primer ministro Ehud Olmert, sin el apoyo de la Kneset, había propuesto en forma no oficial una fórmula similar a Abbas, pero era condicional a un acuerdo de fin del conflicto en el cual todos los temas, incluídos refugiados, fueran resueltos. Sus ofertas fueron rechazadas de plano.
Como reacción a la respuesta valiente de Netanyahu, Obama "aclaró" sus declaraciones originales cuando el se dirigió al AIPAC, sugiriendo que las fronteras serían modificadas, e incluso empleando el lenguaje de Bush con respecto a cambios demográficos. Pero todavía insistió firmemente en que las líneas de armisticio anteriores a 1967 se conviertan en la referencia de apertura de negociaciones futuras, no imponiendo ninguna concesión recíproca tangible por parte de los palestinos, incluyendo resolver el "desgarrador" problema de los refugiados, y se negó a reafirmar el compromiso de Bush que el problema de los refugiados debe ser resuelto fuera de las fronteras de Israel.
Si es implementada, la política de Obama como fue delineada ante el AIPAC permitiría a los palestinos lograr un estado basado en las líneas de armisticio anteriores a 1967 sin dejar de exigir el "derecho de retorno" - y no concediendo nada a cambio.
Esto obligaría a Israel a bajar el punto de referencia para las negociaciones a tal punto que ya no mantendría ninguna influencia para facilitar concesiones recíprocas por parte de los palestinos. En resumen, finalmente demolería la desacreditada política de tierra por paz. Por otra parte, además de garantizar la perpetuación del conflicto y permitir a los palestinos intensificar su campaña para acabar con la soberanía judía mediante la intensificación de la demanda del derecho al retorno, el que es el componente central de esa campaña. Es así inconcebible que Israel ofrezca más concesiones territoriales hasta que y a menos que los palestinos reconozcan a Israel como la patria para el pueblo judío y acepten que su tema de los refugiados será resuelto dentro de las fronteras de cualquier futuro estado palestino. La referencia continua a la "ocupación" es también engañosa, ya que la AP hoy controla efectivamente la mayor parte de Cisjordania, y la presencia militar de Israel es sólo para garantizar la seguridad. Gaza, mientras tanto, está totalmente controlada por el Hamas, respaldado por Irán.
Las recomendaciones de Obama representan la culminación de un proceso iniciado con los Acuerdos de Oslo, según el cual "nosotros damos y los palestinos toman."
De concretarse, representaría el logro coronador de los palestinos de socavar a Israel en etapas.
También fue extraño que Obama se refiriera constantemente a la democracia en una región donde las fuerzas islámicas radicales totalmente opuestas a EEUU y Occidente están matando a disidentes y minorías religiosas. Sin embargo, Israel, la única democracia verdadera en la región, es tratada como un obstáculo para el progreso, simplemente porque no estamos dispuestos a acostarnos y aceptar una amenaza potencialmente existencial.
En los EEUU, además de las respuestas previsibles de los medios de comunicación liberales, Israel goza claramente del apoyo de la mayoría. Netanyahu, de manera directa, habló sin tapujos, diciendo al Congreso que si bien está dispuesto a hacer sacrificios, Israel no dividirá Jerusalem, no aceptará a los refugiados árabes, o renunciará a la seguridad relacionada con mantener una presencia militar en el Valle del Jordán. Las repetidas ovaciones de pie sin precedentes que recibió de la sesión conjunta del Congreso demuestran que a pesar de sus diferencias con el presidente, el aún conserva un fuerte apoyo bipartidista crucial para la relación a largo plazo de Israel con los EEUU.
No obstante, a pesar de un recrudecimiento del apoyo de los judios americanos del montón, las respuestas iniciales fueron calladas. Aparte de la derechista Organización Sionista de America (ZOA), sólo el presidente del Congreso Judío Mundial, Ronald Lauder y el Rabino Jefe del Centro Simon Wiesenthal, Marvin Hier condenaron públicamente los aspectos negativos del discurso de Obama.
Nosotros nos enfrentamos a cuestiones existenciales que van a determinar el propio futuro y la viabilidad del estado judío. Es imperativo que ahora nosotros suspendamos las diferencias políticas y nos unamos detrás de Netanyahu, quien habla en nombre de la vasta mayoría de la nación y cuyo apoyo público ha aumentado dramáticamente.
Durante más de un año, muchos de nosotros hemos hecho un llamamiento para la formación de un gobierno de unidad, pero el comportamiento de la líder de la oposición, Tzipi Livni, durante la última semana ha sido tan despreciable que está claro que esto no sucederá mientras ella conduzca Kadima. Uno tiene la impresión que mientras Netanyahu adopta posiciones cada vez más centristas, en lugar de apoyar sus iniciativas, Livni se vuelve más histérica e irracional e intensifica sus estallidos difamatorios. Incluso Zehava Gal-On la instigadora de Meretz pidió el apoyo total para la posición de Netanyahu en contra de un retorno de los refugiados.
En este período de crisis, sin dudas es hora que Kadima pida la renuncia de Livni y elija un líder dispuesto a priorizar el interés nacional por sobre la pequeña política. Qué irónico que los miembros del Congreso de EEUU parezcan tener una mayor sensibilidad y preocupación por los peligros muy reales que enfrenta Israel que algunos de nuestros propios miembros de la Knesset! La unidad nacional es crucial para asegurar que las recomendaciones atemorizantes de Obama no sean llevadas a cabo.

. Traducido especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba

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