jueves, 13 de julio de 2017

OTRA VERGÜENZA MAS DE LA UNESCO
Una corta historia de la tumba de los patriarcas en Hebrón
por David Mandel,
La cueva de Majpelá en Hebrón es el segundo lugar más sagrado para el judaísmo después del Monte del Templo.
El capítulo 23 de Génesis relata que Abraham compró la cueva de Majpelá por 400 shekels de plata para enterrar allí a su esposa Sara. En el mismo lugar fueron enterrados su hijo Isaac, su nuera Rebeca, su nieto Jacob y Lea, la esposa de Jacob.
Unos 1,700 años después, en el siglo 1 AEC, el rey Herodes construyó una imponente estructura para proteger la cueva. Hoy, 2000 años después, la sepultura de los patriarcas hebreos es la estructura mas antigua del mundo que ha estado, y sigue estando, en constante uso religioso.
En el año 1188 Saladino reconquistó la región y convirtió el recinto en una mezquita, añadiendole un minarete en cada esquina.
A fines del siglo 14 los mamelucos prohibieron a los judios entrar, limitandolos a bajar solo hasta el setimos escalon.
Al terminar la Guerra de los Seis Dias en el año 1967, el rabino principal del ejercito, Shlomo Goren, fue el primer judio en 700 años que entró al sepulcro de los patriarcas.
Desde esa fecha, judíos y musulmanes comparten el recinto, no siempre pacificamente. En octubre de 1968 una granada hirió a 47 israelíes. El 4 de noviembre hubo otra explosión. En la víspera de Yom Kippur en el año 1976 una turba árabe destruyo varios rollos de la Torah. En mayo de 1980 6 judíos fueron asesinados y 17 heridos. En febrero de 1994 un Israelí-americano Baruj Goldstein mató a 29 palestinos.
Hoy el lugar está protegido por soldados israelíes que controlan el acceso. Turistas pueden visitar. Por acuerdo entre las autoridades israelíes y palestinas el Waqf (institución islámica) controla el 81% del edificio, lo cual incluye la entrada a la cueva, y los judíos no están permitidos de visitar las tumbas de Isaac y Rebeca excepto durante diez días al año cuando se lee la porción de la Torah que relata la muerte y entierro de Sara.
La semana pasada la UNESCO, ignorando deliberadamente la historia del lugar y su importancia para el judaísmo, declaró que la Tumba de los Patriarcas es patrimonio palestino.

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