lunes, 6 de octubre de 2008

Ehud Olmert hace su testamento


Hasta ahora, Ehud Olmert había evitado abordar la cuestión de la Ciudad Santa. En la actualidad, acepta la idea de una división de su soberanía a cambio del abandono del “derecho al retorno de los refugiados” exigida por los Palestinos.
Una idea expresada en una entrevista aparecida en el suplemento del diario Yediot Ahronoth. Una especie de mea culpa político, el Primer Ministro se expresa abiertamente sobre numerosos temas políticos y personales, con el riesgo de sorprender a socios y rivales.Invitado a hablar en un encuentro con los responsables religiosos cristianos y musulmanes, Mahmud Abbas declaró: “estos últimos días, hemos escuchado una nueva declaración por parte del Primer Ministro israelí. Lo que propone permitirá avanzar hacia la paz. Lamento simplemente que no haya hecho estas proposiciones antes, desde el principio. Espero que sus declaraciones sean como un testamento que el próximo Gobierno aplicará”. Es cierto que las negociaciones, que Ehud Olmert prometió proseguir hasta su salida final del poder, apenas han progresado. Es más, las dos partes creen que las posiblidades de llegar a un acuerdo de aquí a final de año, como lo deseaba Washington, son cada vez menores. Y esto a pesar de los numerosos esfuerzos desplegados por el Primer Ministro saliente.
Comprometido en negociaciones de paz desde su llegada al poder, a finales de marzo 2006, y durante el proceso de Annapolis en noviembre de 2007, Ehud Olmert propuso una retirada del 93% Judea-Samaria. Una oferta rechazada por el equipo de negociadores palestinos y Ahmed Korei en particular, que había declarado que la anexión de algunas partes Judea-Samaria impediría a los Palestinos crear un Estado viable.Entonces ¿a qué vienen estas nuevas declaraciones hechas al público por un Ehud Olmert al final de su mandato? Además del hecho de que ya no tiene nada que perder, la respuesta se encuentra quizá, en las declaraciones del Presidente palestino, que espera poder considerar las observaciones de Olmert como una “herencia política” que el próximo Gobierno aplicaría.La heredera designada de este testamento, Tzipi Livni, que recibió el apoyo incondicional de Ehud Olmert, ¿lo llevará a cabo? Como jefe del equipo de los negociadores israelíes, se puede pensar que la futura Primer Ministro conocía perfectamente el fondo de las intenciones de Olmert y sus objetivos a largo plazo.Queda por saber si Livni afirmará rápidamente en voz alta sus posiciones… o si, como su antecesor, esperará al último momento.
Itai Smadja para Guysen International News

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