martes, 21 de octubre de 2008
El Vaticano cierra la polémica, Pio XII no será beatificado
Es una decisión muy importante y cuya decisión no nos esperabamos ya que su determinación parecía tan inflexible como su fe. El Papa Benedicto XVI decidió finalmente que no beatificará a Pio XII. Desea, en efecto, conservar “buenas relaciones con los judíos”. Es la ocasión de volver a hablar de la polémica suscitada por el “Papa de la Segunda Guerra Mundial”.
Objetivo de fuertes presiones desde hace algún tiempo, el Papa ya se ha decidido. Prefirió favorecer sus relaciones con la comunidad judía a la rehabilitación de su antecesor que consideraba como un precursor del concilio Vaticano II.
Es por ello que el papa no ha firmado el decreto sobre las “virtudes heroicas” de Pio XII, última etapa indispensable para beatificar a su antecesor.
La polémica había comenzado el pasado 9 de octubre durante la conmemoración del 50º aniversario de la muerte de Pio XII. Benedicto XVI había defendido la memoria de Pio en una misa y deseaba que el proceso de beatificación prosiguiera “positivamente”. Hay que recordar que la beatificación es la última etapa antes de la santificación. Este proceso estaba en curso desde 1967 para Pio XII.
Pero he aquí que Pio XII no fue un papa como los demás. En el cargo desde 1939 a 1958, fue el papa de la época más oscura de Europa. Y por otra parte se le reprocha su “pasividad frente a la Shoá”, aunque el Vaticano siempre haya contradicho este tipo de acusaciones.
El último año, el Vaticano se había pronunciado a favor de un decreto que reconocía las “virtudes heroicas” de Pio XII. El papa no había aprobado el decreto - necesario para la beatificación de Pio XII, optando más bien por lo que el Vaticano había calificado como un “período de reflexión”. Según Peter Gumpel, partidario de la santificación de Pio XII, “Benedicto XVI quría que el proceso [de santificación, nota] de Pio XII quedara congelado porque podría perjudicar a las relaciones con los judíos”.En paralelo, y siempre según la misma fuente, el papa se negaría a efectuar una visita en Israel mientras una leyenda en una fotografía de Pio XII en Yad Vashem, en Jerusalén, no fuera retirada. Ésta precisa que Pio “se abstuvo firmar la declaración de los aliados que condenaba la exterminación de los Judíos” y “mantuvo su posición de neutralidad durante la guerra”.El hecho es que algunos, y en particular las instituciones representantes de las comunidades judías de la diáspora, dicen que Pio XII no hizo lo suficiente para salvar a los judíos. El Vaticano por su parte mantiene que Pio XII trabajaba en silencio, ya que una intervención directa habría empeorado la situación. Una posición defendida por Benedicto XVI en sucesivas ocasiones. A su modo de ver trabajaba “secreta y silenciosamente” durante la Segunda Guerra Mundial “para evitar lo peor y salvar el mayor número de judíos posible”. Pio XII habría pedido a iglesias y a conventos a través de Italia ocultar a los judíos. Diplomáticos en Europa habrían aportado su contribución entregando falsos pasaportes a judíos.
El debate entre los historiadores sigue sin cerrarse. Y no concluirá mientras el Vaticano se niegue a abrir sus archivos guardados bajo sello. Todo el mundo recuerda la polémica que había suscitado la película “Amen” de Costa-Gavras cuando se presentó al público.La intervención del papa el pasado 9 de octubre ha creado otra y eso que intervino apenas dos días después de las declaraciones del gran rabino de Haifa.El 7 de octubre, el rav Shaar Yashuv Cohen había sido invitado a hablar en el Vaticano como copresidente de la comisión encargada de las relaciones entre Israel y el Vaticano. “No podemos olvidar el hecho doloroso que grandes líderes religiosos no hayan hecho lo suficiente por salvar a nuestros hermanos y que hayan elegido guardar silencio [con respecto al Holocausto, nota]. No podemos perdonar ni olvidar esto”, había declarado frente a un grupo de obispos. Por su parte, los principales afectados, es decir los supervivientes de la Shoá declararon, en su gran mayoría, “sentirse profundamente heridos” porque Pio XII nunca pronunció “un discurso claro que denunciara la monstruosidad particular de la exterminación de millones de judíos”. Tampoco lo hizo después de la guerra, lo que los supervivientes califican como “totalmente chocante”.El Consejo Representativo de las Instituciones judías de Francia (CRIF) había considerado por su parte en un comunicado que el proyecto de beatificación de Pio XII “daría, si se llevaba a cabo, un golpe severo a las relaciones entre la Iglesia Católica y el mundo judío”. Tras precisar que no hay que “negar que el Papa ayudó a ocultar a una serie de judíos en Roma durante el período de ocupación alemana, tampoco hay que subestimar lo que hicieron individualmente algunos clérigos, en Francia en particular, en el rescate de los judíos”. La polémica debería renacer después de la última decisión de Benedicto XVI. Y eso podría, en cierta medida, resultar deplorable.Siguen sin abrirse los archivos del Vaticano. No parece que vaya a hacerse la luz sobre Eugenio Pacelli y su reino, que abarca el período de la Shoá. Con todo… será necesario algo más que una simple burbuja papal para volver a cerrar el histórico debate.
Por Maximilian Archanbald para Guysen International News
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