miércoles, 11 de mayo de 2011

Encuesta: los residentes de Jerusalén Oriental prefieren ser israelíes

Encuesta: los residentes de Jerusalén Oriental prefieren ser israelíes

Los palestinos lograron convencer a más de 100 países de apoyar la declaración de un Estado en los límites del 67 pero, parece, que tienen más trabajo en convencer a los habitantes del lugar que, precisamente, quieren de capital.
Una nueva y abarcativa encuesta publicada, da cuenta de la destacada preferencia, por parte de los residentes de Jerusalén Oriental, de continuar siendo habitantes de Israel.
Cuando se les preguntó si preferían ser ciudadanos plenos de Palestina o habitantes de Israel, en todo el sentido de la cuestión, solo el 30 por ciento respondió que elegiría la ciudadanía palestina. 35% prefirió la residencia israelí y el resto decidió no responder.
A continuación, se les preguntó si la mayoría de los residentes en sus barrios preferían la residencia israelí o palestina. 31 por ciento estimó que la mayoría elegiría el lado palestino y 39% el lado israelí.
La encuesta se desarrolló con la supervisión del valorado encuestador David Pollock, quien trabajó 25 años para el Departamento de Estado norteamericano y se especializa en Medio Oriente. Abarcó una muestra representativa de 1039 habitantes, de 18 años o más, que pasaron por entrevistas personales en sus hogares.
Fueron realizadas en noviembre, durante tres semanas. Estuvo a cargo de encuestadores del Centro Palestino de Opinión Pública, PCPO. El margen de error de la muestra es del 3%.
Los hallazgos fueron presentados en el marco del Programa Internacional sobre Conflictos en la Universidad de Tel Aviv. Según Pollock, encuestas parecidas tuvieron lugar en Gaza y Cisjordania, pero es la primera vez que se realizan en Jerusalén Oriental.
A los participantes se les pidió que nombren los dos motivos principales para sus posiciones y, aquellos que eligieron la respuesta israelí, destacaron en particular: la libertad de movimiento en el país, mayor ingreso, mayor posibilidad de conseguir empleo y servicios de salud. Los que prefirieron la ciudadanía palestina se refirieron contundentemente al nacionalismo y el patriotismo.
Una de las preguntas fue: ¿Qué sucedería si su casa pasa al territorio del estado palestino? 40 por ciento respondió que elegirían pasar a un departamento en Israel y sobre la pregunta opuesta, 27 por ciento sostuvo que pasarían a Palestina si se decide que son ciudadanos de Israel con derechos plenos.
Con respecto a las posibles preocupaciones futuras, el principal temor, en cada una de las dos situaciones, era la pérdida de acceso a la Mezquita de Al Aksa y la Ciudad Vieja por la falta de certeza sobre el futuro límite.
Al interrogar a los habitantes de Jerusalén Oriental ¿Cómo influirá en la práctica de sus vidas la solicitud palestina a Naciones Unidas de declarar unilateralmente el Estado? 34% sostuvo que la influencia será positiva, 35% estimó que será negativa y 27% sostuvo que, en la práctica, casi no tendrá influencia.
Se les solicitó calificar su conformidad general sobre su nivel de vida, 44 por ciento respondió que está conforme o muy conforme, frente al 31 por ciento no conforme o muy desconforme. Los aspectos de vida, sobre los cuales los residentes están relativamente conformes, según la encuesta son: la calidad de los docentes en las escuelas de sus hijos, acceso a lugares de diversión, suministro de electricidad, agua y servicios de salud. Por el contrario, la dificultad de alcanzar un permiso de construcción, el costo y la carga de impuestos y la interacción con los judíos son los temas sobre los cuales se expresa una disconformidad relativa.
Al presentarles diferentes problemas, los participantes calificaron en primer lugar los límites y los obstáculos en las vallas y el cerco de seguridad. A continuación, el delito, las amenazas de los colonos judíos y por parte de policías de la Guardia fronteriza.
Un tema más fue el apoyo a los movimientos palestinos e islámicos, medio año antes de la conciliación. Algo más de un tercio de los residentes en Jerusalén Oriental informaron sobre su apoyo a Fatah; algo más de un tercio sobre el apoyo a Hamas y algo más de un tercio el apoyo al movimiento islámico en Israel. Se observa un traspaso de seguidores de Hamas al movimiento islámico. Los encuestadores destacaron que, el apoyo al movimiento, surge -según parece- de la actividad en el terreno y la creación de instituciones.
Más allá de los datos en sí mismos, los encuestadores quisieron enfatizar que ninguno de los encuestados apoyó la división de Jerusalén. Los motivos son pragmáticos: los habitantes explicaron que viajan mucho, parten, muchas veces, de la zona oriental hacia los dos lados y lo último que quieren es estar limitados.
Entre los especialistas en opinión pública palestina en general, no hubo sorpresa por los hallazgos sino todo lo contrario. Estiman que los encuestados se abstuvieron de reconocer que prefieren ser israelíes y que, los números reales, son más altos. Además declararon que desde la creación del cerco, los precios de los valores en la región se modificaron totalmente. Del lado israelí, los pecios subieron y hubo un flujo de compradores árabes.
Cidipal

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