miércoles, 18 de mayo de 2011

Israel, Al-Fatah y Hamás


Políticamente antagónicos, pero nacionalmente hermanados, los grupos políticos palestinos Hamas y Al-Fataj llegaron a un principio de acuerdo, que posibilitaría un diálogo más maduro entre ambos frentes políticos. Si bien, la relación de Israel con este acercamiento es de gran expectativa y atención, no se descarta que el inicio del diálogo termine en otro enfrentramiento fraticida, similiar al ocurrido en la Franja de Gaza, cuando Hamas llevó a cabo un Golpe de Estado, luego de haber triunfado en las elecciones locales. A continuación, el autor del presente artículo, residente cercano de la Franja de Gaza, expone su punto de vista al respecto.


El acuerdo suscripto a principios de mayo entre Hamas y Fatah no debió haber sorprendido a Israel. Tampoco será sorpresa si el pacto entre ambos bandos palestinos deviene en otra guerra fraticida.

A mediados de junio del 2007, el brazo armado del Hamas, A-Zadín-Al-Kasam tomó el poder en Gaza: el golpe militar tuvo que enfrentar la dura resistencia de los líderes y activistas de Al-Fatah. Hamas logró asesinar, encarcelar o expulsar a los combatientes que osaron oponerse.
Pero no sería correcto definir el choque entre los principales grupos políticos palestinos como su único modo de contacto. Precedieron y sucedieron al enfrentamiento en Gaza otras formas de comunicación, menos violentas, pero regidas por similar motivación: determinar el ejercicio hegemónico en la sociedad palestina.
El golpe militar en Gaza tuvo lugar luego de dos años de administración autónoma en Gaza, tras la "desconexión territorial" decretada por Israel.

El signo preponderante del gobierno de Hamas es, desde entonces, un insistente plan de agresión contra las poblaciones limítrofes en Israel.

Como Hamás considera ilegítima la existencia misma del Estado de Israel, no establece diferencias entre blancos militares y civiles.

La dinámica del accionar es de conocida rutina: atentados (como el registrado contra un ómnibus de escolares en el cruce Saad), secuestro del joven solodado Guilad Shalit, disparo de misiles de fabricación iraní, etc.

Cuando Israel estima que Hamas se excede en su amenaza bélica, apela a represalias, generalmente aéreas, lo que posibilita a la junta gobernante en Gaza presentarse ante los organismos internacionales como víctima y encender nuevamente la espiral de hostilidades.

Hamas y Fatah no representan una mera diferencia de modalidades políticas: Hamás es una organización islámica fundamentalista que impuso en la franja de Gaza el intransigente dominio de la legislación religiosa. Fatah, en la Cisjordania, trata de mantener un perfil nacionalista y mayormente laico; reto, por cierto, bastante complicado ante el implacable esfuerzo de Irán por extender su manto protector sobre todos los palestinos.

Pero no se trata sólo abismo cultural entre Hamas y Fatah: una verdadera guerra económica se desplegó entre Gaza y Ramallah. Hamas se convirtió en un imperio financiero. Un estudio de los analistas Eyal Ofer y Ehud Yaari, publicado por el diario Maariv, revela que -mientras la mayoría de la población de Gaza está sumida en la miseria- la cúpula dirigente del Hamas acumuló miles de millones de euros, producto de actividades bancarias, agencias monopolistas de seguros, transferencia de fondos públicos a sus instituciones, manejo de donaciones del exterior, etc.

El filósofo francés Bernard Henri Levy opinó en un reciente artículo publicado por el matutino Haaretz que el acuerdo entre Gaza y Ramallah significa una catástrofe política para Al-Fataj, movimiento que -sostiene Levy- sucumbirá ante las presiones políticas y militares de Hamas: la estrategia iraní -negación del Holocausto, oposición al derecho de existencia soberana del pueblo judío- encontrará, dice, su canal de inserción en el pacto palestino, en contrapartida al eventual clima de apertura democrática y modernista expresado en las revueltas populares que conmocionan a los países árabes.

A modo de conclusión

Como "vecino del barrio", quiero pensar en otro rumbo, en un "Horizonte de convivencia": así como los ciudadanos de Libia y Siria se cansaron de tanta dictadura, los palestinos se agotan de tanta guerra entre ellos y contra Israel; gastamos -todos- las municiones de odio, se acaban ya las baterías de la venganza, no va más...
or: Moshe Rozén (Desde Nir-Itzjak, Israel)MOSHE ROZEN.FUENTE HORIZONTE WEB

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