Prólogo JS al libro "Deconstruyendo la (neo)judeofobia" de Patricio Brodsky‏

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Abajo verán el texto de mi prólogo al libro de Patricio Brodsky “Deconstruyendo la (neo)judeofobia: Crítica a los fundamentos del antisemitismo actual (mitos y realidades de un odio reciclado)”, publicado por Editorial Dunken, el cuál también contiene prólogos de Pilar Rahola, Carlos Escudé y Horacio Vázquez Rial. Patricio presentará su libro este jueves a las 18:45hs en la sede de la editorial (Ayacucho 357), acompañado por Carlos Mollard, Fortunato Malimacci y Daniel Goldman entre otros --JS





Prólogo



¿Es necesario un nuevo libro sobre el antisemitismo? ¿No se ha escrito ya lo suficiente al respecto? ¿Nos hace falta lidiar por enésima vez con este fenómeno? Sí. No. Y sí. Esas son mis respuestas a estas preguntas.



Dado su carácter aparentemente inmortal, el antisemitismo nos insta -desde su perturbadora continuidad- a dar respuesta recurrente, a permanecer alertas ante su espantosa ubicuidad, y a no claudicar jamás en la lucha por la divulgación de la verdad; quizás el único antídoto eficaz contra este mal. Por cuanto la judeofobia se sustenta en la fantasía, la mentira y la difamación, se infiere que la argumentación basada en la realidad fáctica, la verdad histórica y el esclarecimiento contemporáneo sean quizás los anticuerpos adecuados para repeler esta enfermedad social. Leo Pinsker, a la sazón médico y militante sionista de fines del siglo XIX, la ha definido clínicamente así: "La judeofobia es una psicosis. En tanto que psicosis, es hereditaria; en tanto que enfermedad transmitida desde hace mil años, es incurable". Los hechos parecen darle la razón.



¿Pero si es esta enfermedad mental incurable, entonces tiene sentido tratarla? Por supuesto que sí. El propósito del educador será no tanto el de reeducar al antisemita, tarea fútil si las hay, sino el de alertar al hombre de bien a propósito de las falsedades y prejuicios que este odio alimenta. Y como la judeofobia tiene el don de la adaptación a las modas del momento, la facilidad para encubrir su odiosa pancarta tras las vestiduras del lenguaje correcto -o tal como el autor sugiere, de “trasvestirse” continuamente- resulta entonces fácil de entender la razón de la profusa existencia de nuevos ensayos relativos a este fenómeno vilmente indomable.



Patricio Brodsky ha realizado un trabajo ejemplar. La amplitud de este estudio no adolece de fallas en su minuciosidad. Su seriedad intelectual no sufre de pretendida academicidad. Es abarcador más no disperso. Es incisivo pero no obsesivo. Este es un ensayo bien investigado, sólidamente fundamentado, y de lectura amena; elementos más que suficientes para recomendar su lectura. Dada la realidad mundial contemporánea en la que la judeofobia ha pasado a ser el territorio de hábitat natural para dinosaurios derechistas, fanáticos islamistas e histriónicos izquierdistas, el aporte de Brodsky no es meramente bienvenido sino necesariamente oportuno.



--Julián Schvindlerman