domingo, 1 de mayo de 2011

'LA GENTE MUY BIEN' DE VICHY


By EMMA-KATE SYMONS
25/3/11



La historia de la colaboracion francesa con la Alemania Nazi durante la IIª Guerra Mundial es aun un tema muy sensible en la literatura y circulos politicos galos. El novelista mejor vendedor Alexandre Jardin ha aprendido esto de la manera dificil con la publicacion de "Des Gens Très Bien" (o "La Gente Muy Bien"), una asombrosa exposicion de la asociacion de su famosa familia con el Nazismo bajo el gobierno de Vichy del Mariscal Philippe Pétain.
El nuevo libro del Sr. Jardin, publicado en enero por Grasset y disponible solo en frances, mezcla el genero confesional con la biografia, historia y narrativa, y ha vendido cientos de miles de copias desde su publicacion. El autor ahora se encuentra acosado diariamente por lectores perturbados desesperados por quitarse la carga de sus propios ancestros colaboradores. Pero las reacciones criticas en la prensa parisina han pasado de ocasionales aplausos a ataques a menudo feroces desde todo el espectro ideologico. El problema para estos academicos y miembros de la explosion demografica posterior a la IIª Guerra Mundial por igual, es que en su trabajo, el Sr. Jardin no solo denuncia a su respetado abuelo paterno, sino por extension a toda la otra "gente muy bien" de la Francia de la epoca de la guerra.
El libro se centra alrededor de Jean Jardin, quien fue el jefe de gabinete del Primer Ministro de Vichy Pierre Laval en 1942 y 1943. Descartando lo que el estima un "lavado a blanco" perpetrado por su propia familia y aceptado por una nacion afligida con la "ceguera" de la era de Vichy, el Sr. Jardin insiste en que el abuelo fue un colaborador clave. El afirma que en virtud de su puesto, Jean tenia pleno conocimiento previo de la notoria caceria de julio de 1942 de 12884 judios, incluidos 4051 niños, que fueron deportados a Auschwitz y casi todos murieron alli. El Sr. Jardin es ahora acusado de ajustar viejas cuentas intergeneracionales en publico, pero su pecado real parece ser su implicacion de ciudadanos franceses aun honrados en el Holocausto.
"Despues de 70 años yo pense que nosotros podriamos comenzar a reconocer la realidad de nuestras familias y como ellas se comportaron durante la guerra", me dice el Sr. Jardin en una entrevista desde Paris. "El nucleo del problema es que yo no he hablado sobre monstruos. Mi abuelo no era un monstruo. Yo he hablado sobre lo que 'gente muy bien' hizo en Francia cuando ellos aceptaron colaboracion con el Nazismo. Yo no entendi que provocaria tal enojo. En tanto nosotros estuvimos poniendo a autenticos monstruos en juicio - como Maurice Papon por ejemplo - nadie estaba preocupado. Pero levantar la bandera sobre la cuestion de la responsabilidad degente que era 'moral' durante la colaboracion ha puesto en panico totalmente a la sociedad francesa."
Panico parece ser la palabra adecuada. Las revisiones literarias francesas han estado inundadas de indignacion que el Sr. Jardin mancillara la reputacion de su abuelo. A diferencia de Papon, quien fue condenado por crimenes contra la humanidad en 1998, Jean Jardin fue perdonado despues de la guerra y retuvo una cantidad de puestos publicos y privados hasta su muerte en 1976. El desde entonces ha sido recordado como un encantador y talentoso funcionario de Vichy que intento sus mejores esfuerzos por salvar a los judios. En 1978 su hijo Pascal, el fallecido padre de nuestro autor, escribio un retrato idolatrante del patriarca Jardin en el muy conocido
"Le Nain Jaune" (o "El gnomo amarillo").
"Los franceses leyeron el libro de mi padre en forma masiva en cientos de miles porque necesitaban poder amar a sus padres y abuelos sin importar lo que ellos hicieron durante la guerra", dice el Sr. Jardin. "Pero mi abuelo no salvo judios. El salvo a algunos amigos que eran judios... casi no habia colaboradores franceses que no salvaron a un amigo judio."



Impenitente hasta el fin, Jean siempre mantuvo una fotografia de Laval en el escritorio de su oficina, y una de Pétain en su pared. Como decia el refran familiar, el era simplemente "un hombre leal, no un renegado." Pero el nuevo relato del Sr. Jardin tambien contradice "Una eminencia gris", la biografia de 1986 de Jean escrita por Pierre Assouline, una importate figura judia en las letras francesas. De acuerdo con el Sr. Jardin, la obra del Sr. Assouline es fatalmente defectuosa por no mencionar siquiera el posible rol de Jean en el rodeo conocido como la Rafle du Vél d'Hiv, por el Velodromo de Hiver donde los prisioneros judios fueron llevados antes de ser transportados a
Auschwitz. Cuando "Des Gens Très Bien" fue publicado, el Sr. Assouline regreso para defender su propia obra, escribiendo la primera revision del libro del Sr. Jardin en Le Monde de Francia, la cual el Sr. Jardin describe como "inaceptable."
"Le Monde no tenia intereses en defender el honor del hombre mano derecha de Pierre Laval," dice.
El autor se ha encontrado tambien atacado por su propia familia. Le Figaro invito al enemistado tio Gabriel del Sr. Jardin ("parte de la rama de la familia que continua absolutamente leal a la memoria de Vichy," de acuerdo con el Sr. Jardin) para pronunciarse sobre el libro de su sobrino. Mientras tanto, en la Izquierda, Liberation publico ataques hostiles al libro y su autor, algo que el Sr. Jardin atribuye a la visceral devocion del ex presidente François Mitterrand, de quien el Sr. Jardin dice mantuvo largas asociaciones con sus camaradas de Vichy.
Los defensores del Sr. Jardin hasta ahora han sido pocos, aunque ellos incluyen al filosofo Bernard-Henri Levy, quien ha despreciado el
"torrente de veneno" escupido por "conformists de derecha" sirviendo sus "copla recalentada sobre el Resistente-Petainista que por un lado envio judios a las camaras de gas y por el otro, afirmo haber salvado a unos pocos."
La reaccion ante el libro del Sr. Jardin nos dice tanto sobre Francia como sobre el trabajo mismo. Como el Sr. Jardin observa, "Expreso algo muy poderoso dentro de la sociedad francesa: el deseo de proteger el honor de nuestras familias, aun cuando en realidad la gran mayoria en Francia estuvo detras de Pétain durante la Segunda Guerra Mundial. . . . Con la liberacion, Francia se arrojo detras del gaullismo con tal fervor debido a que estabamos avergonzados de nuestro comportamiento. El [de Gaulle] nos ofrecio su gloria. . . me parecio a mi que a 70 años podriamos destruir este pacto y aceptar la realidad. Pero esto ha provocado increible emocion."
La mayoria de los historiadores, y el renombrado cazador de nazis Serge Klarsfeld, continuan inconmovidos, señalando a la fanta de pruebas de archivo del Sr. Jardin. Pero el Sr. Jardin tiene al menos un poderoso partidario para su afirmacion que Jean estuvo plenamente al tanto de la atrocidad de julio de 1942.
"Pocas semanas atras yo me encontraba alrededor de una esa en el Elysée con [el Presidente frances Nicolas] Sarkozy, en un almuerzo con tres escritores y un periodista y una historiadora," recuerda el Sr. Jardin. "La historiadora repentinamente me dijo: 'Pero tu no tienes mucha cantidad de pruebas contra tu abuelo; [el Sr.] Sarkozy se levanto de su silla, la corto y dijo 'Madame, yo he tenido una gran cantidad de jefes de gabinete.' El le dio una leccion explicando que un jefe de gabinete no era como un jefe de gobierno departamental. Era evidente para el Sr. Sarkozy que el jefe de gabinete del primer ministro no podria mas que estar intimamente asociado con la decision.
De todos modos, en el relato del Sr. Jardin, la historiadora insistio en que "eso no constituia prueba." Entonces "la temperatura del Sr. Sarkozy subio y el dijo algo increible que llego desde sus intestinos: 'Madame si yo le pidiera a [el Ministro del Interior frances y ex jefe de gabinete del Sr. Sarkozy] Claude Guéant organizar un rodeo de 13000 judios la semana proxima en Paris, sean cuales sean las circunstancias, yo se que Claude renunciaria. Su abuelo [el del Sr. Jardin] no renuncio.' Entonces Sarkozy se volvio hacia mi y dijo: 'No entiendo por que hay una polemica.'"
Como el Sr. Jardin lo ve, un cierto codigo moral, ejemplificado por su abuelo "leal", fue crucial para la maquina de Vichy. "Al final no fue para nada necesario ser un monstruo para participar en lo peor. Habia un antisemitismo del estado. Hombres como mi abuelo estaban preparados a hacer absolutamente cualquier cosa para preservar un pequeño fragmento de soberania nacional", observa el Sr. Jardin. "Ellos prefirieron que la policia francesa llegue a arrestar a familias judias en vez de dejar que la policia alemana lo haga. Es preocupante. En cualquier caso en mi familia no ha habido algun sentimiento de culpa despues de la guerra. Mi abuelo tenia la sensacion de haber hecho bien. Es increible."

Fuente: The Wall Street Journal- Este articulo fue traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba.

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