Desarrollan en Israel un nuevo método de “tinta secreta” a partir de un sensor molecular
Científicos desarrollaron en Israel un sensor molecular capaz de encriptar y codificar mensajes escritos a través del uso de diferentes elementos químicos comunes, según revela un estudio publicado por la revista británica “Nature”.
La investigación, desarrollada por expertos del Departamento de Química Orgánica del Instituto de Ciencia Weizmann de Rehovot, destaca que el citado sensor actuaría como la versión moderna de la “tinta secreta”, lo que ofrece un nuevo instrumento de comunicación seguro entre usuarios.
Los autores destacan que su hallazgo representa un avance en este campo, el cual ha cobrado especial importancia ante el auge de la vigilancia electrónica a nivel global.
En el pasado, recuerdan los investigadores, los productos químicos han constituido la base de las llamadas “tintas secretas”, pero el continuo proceso de sofisticación de los métodos de detección ha favorecido el acceso no autorizado a determinados contenidos.
El experto David Margulies y sus colegas del Instituto Weizman creen que han solucionado este problema con el desarrollo de un sensor molecular luminoso capaz de distinguir diferentes productos químicos a través de la emisión de espectros fluorescentes.
“Este método permite a una persona ocultar múltiples mensajes diferentes dentro de la emisión de espectros de un sensor unimolecular fluorescente”, detallan los investigadores en el texto.
Este “sensor de mensajería de escala molecular (m-SMS, sus siglas en inglés)”, señalan, pueden esconderse en un papel normal y “los mensajes pueden ser codificados y descodificados en cuestión de segundos” usando productos químicos convencionales, “incluidos aquellos que pueden comprarse en cualquier farmacia o supermercado”.
A diferencia de las “tintas invisibles”, este sistema “hace casi imposible” la lectura ilegal de esos mensajes, dado que están protegidos por “tres mecanismos de defensa diferentes”.
Estos son la estenografía, la criptografía y la utilización de contraseñas, que son usados “para ocultar, encriptar y prevenir el acceso a la información, respectivamente”.
Por ejemplo, exponen, para mandar una comunicación el emisor convierte el mensaje escrito en números usando un código alfanumérico accesible a todo el público.
Después, añade al mensaje original una clave de encriptación -un patrón único generado por la adición al citado sensor de un producto químico elegido al azar- y lo envía al receptor “por correo electrónico, correo ordinario u otras vías”.
“El receptor, que debe tener un dispositivo idéntico y debe conocer la identidad el producto químico elegido al azar, puede descifrar el mensaje añadiendo el mismo producto químico para descodificarlo”.
Los autores comprobaron la eficacia de este método con 12 individuos, incluidos diez sin experiencia previa, que descifraron con éxito los 23 mensajes codificados con este revolucionario sensor molecular.
Fuente: Aurora
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.