EL PARALELO ENTRE HAMAS Y AL QAEDA

Por Michael Freund

Con la desaparición de Osama bin Laden, Israel y el mundo occidental pueden dar un suspiro colectivo de alivio.
Después de casi una década de callejones sin salida y pistas falsas, Estados Unidos finalmente logró detectar y eliminar al malvado y carismático fundador de Al-Qaeda, estableciendo un ejemplo encomiable de la lucha antiterrorista en su mejor momento.
Descabezando a al-Qaida, los militares y servicios de inteligencia americanos nos han hecho a todos más seguros y más a salvo en un mundo que parece cada vez más peligroso.
Para Israel, sin embargo, esta evolución plantea una pregunta interesante: Comprenderá y apreciará mejor ahora Washington a lo que nos enfrentamos en nuestra propia guerra contra el terror? En su discurso televisado al pueblo estadounidense notificando la operación contra Bin Laden, el presidente Barack Obama dijo: "Como país, nunca toleraremos que nuestra seguridad sea amenazada, ni permaneceremos de brazos cruzados cuando nuestra gente ha sido asesinada. Seremos implacables en la defensa de nuestros ciudadanos y nuestros amigos y aliados."
La próxima vez que Israel deba atacar a Hamas, esperemos que Obama lleve sus propias palabras al corazón, y aplique los mismos principios al derecho a la legítima defensa del estado judío que los que aplica a Estados Unidos.
Después de todo, los paralelos entre al-Qaida y Hamas no pueden ser más claros. Ambos son grupos extremistas islámicos fundamentalistas que emplean la violencia y el terror para alcanzar sus objetivos, y no tienen reparos en asesinar a inocentes.
Ellos son profundamente anti-occidentales y anti-Israel, y comparten una oposición constante e inflexible a cualquier tipo de paz o coexistencia con los "infieles."
Por lo tanto, no debería ser una sorpresa que, aun cuando gran parte del mundo encomia la muerte de bin Laden, los funcionarios de Hamas fueron abiertamente críticos.
El lunes, Ismail Haniyeh, primer ministro del gobierno de Hamas en Gaza, dijo a los periodistas: "Condenamos el asesinato y matanza de un guerrero árabe santo." "Nosotros consideramos esto", dijo, "como una continuación de la política americana basada en la opresión y el derramamiento de sangre árabe y musulmana."
Claramente, Hamas considera al grupo de bin Laden como compañeros de viaje en la lucha devoradora contra Israel y Occidente. Con tantas cosas en común entre los dos, por qué Hamas debe ser tratado de manera diferente? En efecto, si Estados Unidos lleva a cabo una guerra implacable contra al-Qaida, como debe ser, entonces uno espera que apreciaría la necesidad de Israel de hacer lo mismo frente a Hamas.
Tengan en cuenta que en la última década, EEUU no trató de negociar con al-Qaida, razonar con él o llegar a una negociación. No hubo liberaciones masivas de terroristas de al-Qaida, ni intercambios de prisioneros, y ningun intento de transmitir mensajes de calma y tranquilizantes.
Los sucesivos gobiernos americanos se dieron cuenta que su país estaba en guerra con un enemigo que estaba ideológica y teológicamente decidido a destruirlos. Con tales enemigos, el único camino posible y lógico es defenderse, como los americanos entienden bien.
Este punto toma una importancia adicional a la luz del acuerdo de unidad entre Hamas y Fatah, el cual asfalta el camino para un gobierno palestino unificado y la integración de hombres armados de Hamas dentro de los servicios de seguridad palestinos.
La perspectiva de una toma de posesión de Judea y Samaria por parte de Hamas, además de Gaza, de repente ha llegado a ser muy real. En caso que tal acontecimiento suceda en los próximos meses, pondría al grupo terrorista en control del territorio que linda con la llanura costera de Israel. Esto sería simplemente intolerable, y es casi seguro que requiere una respuesta militar israelí.
Cuando y si ese día llega, sería bueno pensar que Washington se posicionará detrás nuestro, plenamente conciente que en lo que respecta a grupos tales como Hamas y al-Qaida, no hay espacio para el apaciguamiento.
Como el presidente Obama señaló en su discurso del domingo: "En noches como esta, podemos decir a las familias que han perdido a sus seres queridos por el terror de al Qaida: se ha hecho justicia."
Israel y sus víctimas del terrorismo no merecen menos.
Fuente: The Jerusalem Post- Este artículo fue traducido por Luisa Kasvin especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba