por Fred Maroun • 26 de Mayo de 2016
En mayo de 1948 la Legión Árabe jordana expulsó a los aproximadamente 2.000 judíos que vivían en la Ciudad Vieja de Jerusalén y convirtió el Barrio Judío en una pura ruina.
Los árabes somos expertos en exigir que se respeten nuestros derechos humanos, al menos cuando vivimos en democracias liberales como Norteamérica, Europa e Israel. Pero ¿qué ocurre cuando se trata de respetar los derechos humanos de otros, particularmente los de los judíos?
Cuando examinamos nuestra actitud hacia los judíos, tanto a lo largo de la historia como en el presente, comprobamos que consiste en negarles el derecho humano más fundamental, el derecho sin el cual ningún otro tiene relevancia: el derecho a existir.
El derecho a existir en Oriente Medio antes de 1948
Los antisionistas suelen repetir la especie de que antes del Israel moderno los judíos podían vivir en paz en Oriente Medio, y que fue el establecimiento de aquél lo que generó la hostilidad hacia los judíos. Es mentira.
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