viernes, 1 de octubre de 2010
AHMADINEJAD DE IRAN, UN PARIA DE LA INFORMACION
Han habido lideres canallas en la escena mundial antes. En casos tales como Hitler, Stalin y Mao, la gente fue sorprendida al saber que en realidad ellos querian decir lo que decian. Lo que es nuevo hoy es que ya no tenemos la excusa que algún sentido debe haberse perdido en la distancia o la traducción.
Con la comunicación instantánea de la tecnología moderna, el presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, fue una presencia sin filtro en EE.UU. la semana pasada. Es tentador descartarlo como un chiflado, pero sus comentarios son fríamente coherentes y planificados, no diatribas descontroladas.
Él utilizó su discurso preparado en la Asamblea General de Naciones Unidas para afirmar que la mayoría de la gente cree que el gobierno de los EE.UU. cometió ataques del 11/S. Los diplomáticos de más de 30 países se retiraron, pero el logró su mayor burla sin embargo, dejando a los observadores de mucho tiempo de Ahmadinejad con la impresion que el se había superado a sí mismo.
Él le dijo a Larry King en la CNN: "En Irán, nadie está en la cárcel por participar en protestas. Nadie fue a la cárcel por participar en protestas. Las protestas son libres."
El dijo a un grupo de periodistas en el desayuno que mejor que nadie intentara frenarlo de construir la bomba nuclear que el no esta construyendo: "Los EEUU nunca han entrado a una guerra real, ni en Vietnam, ni en Afganistan, ni siquiera en la Segunda Guerra Mundial." El nego rotundamente a Christiane Amanpour en ABC la bien documentada condena de la mujer iraní Sakineh Ashtiani a muerte por lapidación por adulterio.
Ahmadinejad disfruta su papel de provocador. Esto juega bien con los ayatolás que le ayudaron a robar las elecciones en junio de 2009. Pero en una época en la que esperamos transparencia de los líderes políticos, nosotros no parecemos estar seguros de cómo manejar a uno que simplemente miente sobre sus abusos en casa e intenciones en el extranjero.
Un líder que se burla de todas las preguntas esta demostrando su desprecio a las creencias fundamentales de nuestra era, incluyendo que la información quiere fluir libremente y que nadie está por encima de esta ley de creciente apertura. Qué hacer con un paria de la información?
La Campaña Internacional para los Derechos Humanos en Irán publicó una guía de 36 páginas para los periodistas en los EE.UU. exponiendo como Ahmadinejad inhabilita a periodistas desde Katie Couric a Charlie Rose. La guía incluye preguntas detalladas que deben ser planteadas, sobre todo acerca de los derechos humanos en Irán. Estas incluyen por qué unas 6.000 personas han sido detenidas desde 2009 por manifestarse pacíficamente, por qué cientos de conocidos abogados, periodistas y defensores de los derechos humanos son detenidos y torturados, por qué le dio una bienvenida de héroe al asesino de un primer ministro antes de la revolución, y por qué los iraníes son encarcelados por "insultar al presidente".
Los disidentes en Irán han sido asesinados, golpeados y encarcelados. Los diplomáticos y otras elites están buscando asilo. En lugar del movimiento de reforma política que parecía prometedor hace apenas un año, el gobierno y sus clérigos de línea dura siguen una política de abusos y amenazas.
Esto es importante para el mundo exterior, porque Ahmadinejad ha sido tan hábil en obstruir a los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica, mientras ha estado confundiendo a los periodistas. El mes pasado la agencia emitió un informe diciendo que sus inspectores habían sido prohibidos y ya no podía afirmar conocer los progresos de Irán hacia una bomba nuclear. Actualmente, los expertos debaten si Irán tendrá una bomba o dos, dentro de un año o dos.
A veces, la respuesta razonable a las amenazas es tomarlas en serio. En su historia de la Segunda Guerra Mundial, Winston Churchill, identifico el tema del primer volumen ("La Tormente en Ciernes") como "cómo los pueblos angloparlantes a través de su imprudencia, descuido y buena naturaleza permitieron a los malvados regresar." Churchill había pasado la década de 1930 en el desierto político, advirtiendo que Hitler quería decir lo que decia. El describió a "Mein Kampf" como "turgente, prolijo, sin forma, pero involucrado con su mensaje." Más tarde escribió que las "oportunidades alemanas para el ocultamiento, camuflaje y tratado de evasión son numerosas y variadas."
Churchill culpó a sus compatriotas por la adopción de políticas basadas en la esperanza que Hitler no era real. "Todo esto constituye un cuadro de fatuidad e irresponsabilidad británica, que, aunque vacio de astucia, no carecio de culpa", escribió, acerca de una época en que los políticos británicos por lo menos podian pretender que tal vez Hitler, lejano y desconocido, queria decir algo distinto de lo que dijo.
Para un paria de la información que transparentemente persigue a su propio pueblo y amenaza a otros, la presunción debe ser que su retórica, no importa cuán extrema, refleja su política.
En el mundo de hoy, un líder que siempre se burla, miente y amenaza merece ser apartado. Ya no tenemos la excusa de la incomprensión. Nosotros tendremos que culparnos a nosotros mismos si Ahmadinejad logra su ambición de una bomba para respaldar su grandilocuencia.
Fuente: The Wall Street Journal
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