domingo, 3 de octubre de 2010

EL LEGADO DE BEN-GURION SOBRE JERUSALEM BAJO ATAQUE



Inmediatamente después de la Guerra de la Independencia, el primer ministro David Ben-Gurión se enfrento a presiones inexorablemente dificiles sobre el futuro de Jerusalén.
La ONU planeaba insistir en su internacionalización. Sus bases eran la Resolucion 181 de la Asamblea General, aprobada en 1947 y conocida como el plan de partición, que no sólo abogaba por la creación del estado judío y otro árabe en la antigua Palestina del Mandato Británico, sino también recomendaba poner a Jerusalem bajo control de la ONU como un corpus separatum, o entidad separada.
Es cierto que la resolución no era jurídicamente vinculante, había sido rechazada energicamente por los estados árabes. Por otra parte, nunca Naciones Unidas estableció el régimen especial para Jerusalem que propuso. De hecho, no pudo enviar ninguna fuerza para salvar a la Ciudad Vieja cuando se escucharon informes que sus sinagogas antiguas estaban siendo sistemáticamente destruidas. Sin embargo, incluso después que terminó la guerra, los principales actores diplomáticos en la ONU, incluido el gobierno de los EE.UU., regresaron e insistieron en resucitar la idea del control internacional.
Ben-Gurion se paro en la Knesset el 5 de diciembre de 1949 y, en terminos indudables, rechazó la demanda de internacionalización. El miro hacia atras a lo que había ocurrido durante la Guerra de la Independencia, explicando que la ONU "no levanto un dedo", cuando los ejércitos invasores árabes trataron de destruir la ciudad santa. Fue sólo gracias a los esfuerzos de la recién creada Tzahal que el asedio de Jerusalem fue levantado y el resto de la población judía salvado. Ben-Gurión declaró que Israel ya no veia a la Resolución 181 como teniendo más "fuerza moral" con respecto a Jerusalem.
Cuatro días más tarde la Asamblea General respondió, volviendo a insistir en que Jerusalem "deben ser colocada bajo un régimen internacional permanente".
Ben-Gurión, sin embargo se mantuvo firme y declaró el 13 de diciembre de 1949 que la Knesset y el resto del gobierno serían transferidos desde Tel Aviv a Jerusalem.
MIRANDO HACIA ATRÁS 60 años, la internacionalización fue un completo fracaso. Y sin embargo ahora parece que esta regresando.
El ex primer ministro Ehud Olmert, ha presentado una propuesta en este diario ("Los términos para un acuerdo", 24 de septiembre) para la Ciudad Vieja de Jerusalem, incluyendo el Monte del Templo y el Kotel, en el que esta área sea supervisada por "una administración fiduciaria internacional."
Según Olmert, se esperaria que Israel renuncie a su soberanía sobre los lugares más sagrados del pueblo judío, como el Monte del Templo y el Muro Occidental, ubicado en una zona llamada "la cuenca santa" por los negociadores en el pasado, y que se extiende más allá de la Ciudad Vieja con el antiguo cementerio judío del Monte de los Olivos.
Cómo es que una idea que fue un desastre para los fundadores del país, de repente puede volver a ser puesta en la agenda política? Qué pasó? Esta disposición proviene de la sensación que con la reunificación de Jerusalem como consecuencia de la guerra de los Seis Dias de 1967, Israel tiene menos derecho a la soberanía allí que lo que tenia en 1949? Este punto de vista no tiene ningún fundamento.
El pueblo judío había restaurado su mayoría en la Ciudad Vieja ya en 1863, según el consulado británico en la epoca - mucho antes que en cualquier otro lugar en el Israel moderno. Y después de 1967, los abogados internacionales, tales como como Stephen Schwebel, que se convertiría en presidente de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, señaló que el hecho que aunque Jordania ocupó el este de Jerusalem después de una guerra de agresión en 1948, Israel capturó las mismas áreas en una guerra de legítima defensa, y como resultado su título era más fuerte que los de otros demandantes en la epoca.
Por otra parte, por sus acciones desde 1967, Israel ha demostrado que fue el primer protector de Jerusalem en defender realmente los intereses de las tres religiones monoteístas.
Tal vez algunas de sus élites políticas han olvidado lo que era axiomatico para Abba Eban y Chaim Herzog, pero eso no disminuye sus derechos históricos.
Podría ser que hoy en día exista la creencia ingenua que la internacionalización podría funcionar, ya que Naciones Unidas en 2010 será mejor que Naciones Unidas en 1948. Pero no hay base para tal conclusión. En los últimos 20 años, la supervisión internacional de las zonas de conflicto ha terminado con un desastre tras otro. En 1994, una fuerza de la ONU en Ruanda, compuesta sobre todo de paracaidistas belgas desplegados para supervisar la aplicación del Acuerdo de Paz de Arusha, se retiró y abandonó a la tribu tutsi a los actos de genocidio por parte de supremistas hutu. El Consejo de Seguridad retraso cualquier acción efectiva para detener la matanza, que se tradujo en 800.000 muertes.
Un año más tarde, las fuerzas de paz de Naciones Unidas en Bosnia abandonaron a los musulmanes que se supone debian proteger en la ciudad de Srebrenica. Como resultado, el ejército de los serbios bosnio sacrifico a más de 8.000 personas inocentes.
Desde 2003, la ONU ha sido incapaz de tomar medidas decisivas y poner fin al genocidio en Darfur por parte del régimen sudanés, teniendo en cuenta los intereses de los estados árabes y los chinos. La maquinaria multilateral, ya sea basada en la ONU o en un consorcio de estados, sigue siendo muy lenta.
En resumen, no hay acontecimiento internacional reciente que pudiera llevar a creer que "un fideicomiso internacional," en lugar de Israel, en realidad podría funcionar y proteger a Jerusalem.
Cómo es posible explicar la diferencia entre Ben-Gurion y los dirigentes que presentar de vez en cuando la idea de la internacionalización? Israel en el momento de Ben-Gurión fue en realidad mucho más débil de la que es hoy en día, su población en 1948 era un poco más de 800.000. Pero había algo que desgraciadamente ha estado faltando en muchos de los que renunciarían a su soberanía sobre la Ciudad Vieja: Israel en 1948 tenía una profunda convicción en la justicia de su causa - un bien escaso hoy en día en muchos círculos influyentes.
Aquellos proponiendo la idea de la internacionalización están completamente divorciados de los sentimientos de la gente. Encuesta tras encuesta en la última década indican que los israelíes no están dispuestos a ceder Jerusalem, y especialmente los lugares sagrados del pueblo judío.
El problema es que cuando uno de los líderes de Israel sugiere que la Ciudad Vieja sea sometida a un régimen internacional, los diplomáticos internacionales empiezan a pensar que el gobierno podria estudiar dichas propuestas. Ben-Gurión fue capaz de hacer frente a la Asamblea General de la ONU en 1949 porque el mundo entiendia que Jerusalem representa una línea roja de la que ni él ni ningún otro representante de Israel estaba dispuesto a retirarse.
Hoy en día, Israel debe volver a establecer esa línea de roja claramente, porque la impresión dejada por estas propuestas debilita malamente su capacidad para defenderse. Ellas dan a entender que ha perdido su voluntad y podría estar dispuesta a reconocer lo que ha sido - y seguirá siendo - uno de los valores fundamentales definiendo la identidad del pueblo judío.

El autor fue embajador ante las Naciones Unidas entre 1997 y 1999 y asesor de politica exterior para el Primer Ministro Binyamin Netanyahu, durante su primer mandato. Él es el autor de La lucha por Jerusalem (Regnery: 2007).
Fuente: The Jerusalem Post

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