jueves, 5 de diciembre de 2013

El peligro de que Europa sufra la guerra santa en casa

Se calcula que hay hasta 2.000 grupos insurgentes en Siria. La Cámara de los Comunes de Reino Unido recibió esta semana información de que un ataque terrorista en Europa por parte de combatientes yihadistas que regresan de Siria es "casi inevitable aunque puede no ocurrir por ahora". La advertencia provino de un destacado experto en terrorismo y autor de varios trabajos sobre al Qaeda, Thomas Hegghammer, del Norwegian Defence Research Establishment. En un seminario ante la Cámara de los Comunes, Hegghammer dijo que al menos 1.200 voluntarios han salido desde distintos países europeos para alistarse en grupos extremistas que combaten en Siria. Desde hace algún tiempo, los agentes antiterrorismo están en alerta ante lo que llaman un "estallido de vuelta": combatientes que regresan a Europa y se implican en grupos militantes en casa si sobreviven al campo de batalla. Un agente de alto rango de Whitehall le dijo a la BBC: "Trabajamos sobre la base de que los grupos terroristas en Siria tienen la intención de atacarnos. Su línea estratégica es un factor importante pero los individuos también pueden tener sus propias razones para querer planear un ataque". "Siria prolongará el problema del terrorismo yihadista en Europa durante 20 años. Probablemente más yihadistas han ido allá que a todos los otros destinos previos juntos" Thomas Hegghammer, experto en terrorismo Para muchos, esto sonará como algo innecesariamente alarmista. Cuando las fuerzas de Estados Unidos y sus aliados estaban presentes en Irak entre 2003 y 2010, representantes gubernamentales europeos alertaron a menudo sobre los peligros del efecto en casa de ese conflicto. Aún así, pese a incidentes de tinte terrorista inspirados por la guerra en Irak, como el ataque de 2007 en el aeropuerto de Glasgow, Escocia, en el que un doctor iraquí que trabajaba en Reino Unido condujo un vehículo en llamas dentro del edificio, el amenazante fenómeno del estallido en casa por el regreso de peligrosos militantes nunca se materializó. Pero ahora que el conflicto sirio se acerca a su tercer año y el número de muertos supera los 100.000, la atención se centra en cuáles son los riesgos a largo plazo para el resto del mundo. Temores no materializados No hay perspectivas a la vista de un final del combate en Siria. Expertos del Centro Internacional para el Estudio de la Radicalización y la Violencia Política (ICSR, por sus siglas en inglés), Hegghammer, y otros autores han realizado amplios estudios sobre el tema. Se cree que entre 200 y 400 combatientes – de Reino Unido, Francia y Alemania – se han desplazado a Siria. La proporción más alta per capita viaja desde Bosnia. Hegghammer dijo que, históricamente, uno de cada nueve voluntarios que viajaron al extranjero a combatir regresó y se involucró con grupos militantes. Pero añadió que normalmente hay un lapso de unos años entre el comienzo de un conflicto y el momento en que se hace realidad el ataque de vuelta en casa, cuatro años en el caso de Afganistán, tres en el caso de Yemen. La mayor parte de los yihadistas se van de casa sin intención de volver, con la esperanza de morir como mártires por algo que para ellos es una causa santa. Un combatiente británico que fue contactado recientemente en Siria a través de Skype por su familia desde Portsmouth, Reino Unido, dijo que el servicio de seguridad británico "no tenía que preocuparse por él" porque no tenía planes de volver. Mientras persista el combate en Siria, esa será probablemente la norma. Pacto secreto Desde distintos grupos se ha llamado a una guerra santa contra el régimen sirio de Bashar al Asad. Hasta ahora, nadie ha sido condenado en Reino Unido por un delito terrorista vinculado con Siria. Pero dado que ningún bando emerge como claro vencedor, y sin un final de la guerra a la vista, Siria se ha convertido en sede de unos 1.600 – 2.000 grupos combatientes, de los cuales los más grandes y poderosos organismos de oposición al gobierno son el yihadista Jabhat al Nusra (JAN) y el grupo Estado Islámico en Irak y el Levante (ISIS). Ambos tienen lazos con al Qaeda. Muchos yihadistas en Siria creen que el recelo occidental a verse envuelto en la lucha contra el gobierno del presidente Bashar al Asad es parte de un pacto secreto con el régimen para mantenerlo en el poder. Un agente occidental antiterrorista alertó esta semana: "Nuestra preocupación es que ellos, los grupos extremistas en Siria, giren su atención hacia Europa. "Nos preocupa cualquiera que vuelva con formación y experiencia y pueda poner en marcha una red combatiente, quizá con enlaces con al Qaeda en Siria. O simplemente puede ser que estén muy trastornados psicológicamente por lo que hayan visto". Las represalias en Europa por parte de quienes llegan de las zonas de conflicto no siempre son inevitables. Hegghammer señala que mientras ha habido muchos ejemplos de ello de Afganistán o Pakistán, ha habido muy pocos de Somalia, un campo de batalla del que la mayor parte de los combatientes voluntarios europeos no regresa nunca. Pero ofrece su sombrío pronóstico: "Siria prolongará el problema del terrorismo yihadista en Europa durante 20 años. Probablemente más yihadistas han ido allá que a todos los otros destinos previos juntos. "Incluso si la tasa de represalia es muy baja, está yendo tanta gente a luchar allá que el número total de eventuales ataques será significativo".