viernes, 6 de diciembre de 2013

MONITOR DE MEDIO ORIENTE: CAMPANAS DE ALARMA EN RIAD

Fuente: The Jerusalem Post- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba por Bruce Maddy-Weitzman 28/11/13 Las conversaciones del P5+1 en Ginebra produjeron un acuerdo interino limitando el programa nuclear de Iran a cambio del aflojamiento parcial de las sanciones internacionales. Un resultado ya obvio es una crisis de confianza en Riad con respecto a las acciones e intenciones de su aliado de larga data y patron, los Estados Unidos. Las relaciones americano-sauditas han conocido altibajos a lo largo de los años. Notables puntos bajos – el embargo petrolero liderado por los sauditas en 1973 y la frustracion americana por la falta de Arabia Saudita en apoyar la iniciativa de paz y la firma de los Acuerdos de Camp David con Israel por parte del presidente egipcio Anwar Sadat en 1978 – estuvieron conectados con diferencias fundamentales con respecto al conflicto arabe-israeli. Pero nunca llevaron a una ruptura en las relaciones. Aunque las relaciones saudita-americanas carecen de las afinidades, valores y familiaridad mutua compartidas que son integrales de la relacion americano-israeli, los vinculos sauditas-americanos han estado basados en intereses comunes profundamente arraigados. Para los Estados Unidos esto significo asegurar un suministro confiable de petroleo a precios soportables para alimentar a las economias occidentales y mantener los intereses de seguridad occidentales y la estabilidad regional, durante la Guerra Fria y a partir de entonces; para Arabia Saudita, hubo solo una prioridad – la supervivencia y bienestar del regimen. La Doctrina Nixon de 1969 proclamo que Arabia Saudita era uno de los "influyentes regionales" vitales para la seguridad americana (el Iran del Shah, ironicamente, era el otro), y Arabia Saudita desempeño un rol facilitador central en la guerra afgana patrocinada por Estados Unidos contra las fuerzas sovieticas ocupantes. Nada demostro mejor el compromiso americano con la seguridad de Arabia Saudita que las Operaciones Escudo del Desierto y Tormenta del Desierto en 1990-91. Y durante decadas, fueron creadas muchas capas de vinculos economicos y de defensa, a medida que la petro-riqueza saudita fue reciclada a traves de compañias americanas ansiosas por participar en los esquemas de desarrollo masivo de Arabia Saudita. No menos de 80000 estudiantes sauditas estan actualmente estudiando en universidades americanas. Sin dudas, el hecho que la mayoria de los atacantes del 11/S fueran ciudadanos sauditas causo importante daño a la imagen de los sauditas en los Estados Unidos, pero la relacion resistio, e incluso se profundizo, cuando los sauditas ayudaron predispuestamente a Estados Unidos en su "guerra contra el terror" contra al-Qaeda. La vulnerabilidad de Arabia Saudita ante las amenazas externas ha sido su preocupacion perdurable. Tradicionalmente, Riad prefirio la diplomacia discreta, creacion de alianzas y trabajar en las sombras, mientras evitaba la confrontacion directa con paises mas fuertes. En los ultimos años, sin embargo, se ha vuelto mas asertivo. En el ambito arabe-israeli, encabezo la Iniciativa Arabe de Paz; durante la Segunda Guerra del Libano del 2006, echo mucha de la culpa sobre Hezbollah y su patron irani. Y en los levantamientos de la Primavera Arabe, lidero la intervencion del Consejo de Cooperacion del Golfo en apoyo de la fuerte represion de Bahrein contra las protestas de la oposicion chiita, guio el derrocamiento del asediado presidente de Yemen, legitimizo a traves de la Liga Arabe, el derrocamiento de Qaddafi de Libia liderado por la OTAN y por ultimo, apoyo la rebelion sunita contra el regimen de Assad en Siria. A lo largo de estos levantamientos, Riad ha luchado repetidamente por dar sentido a la politica del presidente americano Barack Obama en el Medio Oriente. El abandono por parte de Washington de Hosni Mubarak de Egipto, un aliado de largo tiempo, asombro y conmociono; la intervencion saudita en Bahrein llego directamente despues que Estados Unidos habia pedido al regimen que participe en un dialogo con los manifestantes de la oposicion; quedo atonito nuevamente por la retirada de Obama a ultimo momento de un ataque militar contra Siria en favor de un acuerdo con Rusia para confiscar las armas quimicas de Siria. La prensa saudita y algunos funcionarios sauditas han sido mordaces en su critica a la falta de America en actuar en Siria. Para los sauditas, constituyo una victoria para el Presidente Bashar Assad y su patron en Teheran, cuyo apoyo ha sido crucial para su supervivencia. En protesta, Riad rechazo un puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU, llamando al organismo incapaz de cumplir con su mision de asegurar la paz y seguridad. Y ahora, con Estados Unidos alcanzando un acuerdo diplomatico con Iran sobre su programa nuclear, Arabia Saudita mira con aprension, temiendo que la renovacion de la relacion americano-irani llegue a sus expensas, y sin tener en cuenta sus intereses. Tiene opciones o influencia? Un informe hablo de planes de obtener capacidad de armas nucleares a traves de Pakistan. Otra opcion era iniciar un programa de enriquecimiento nuclear para emparejar al de Iran. Manipular los precios y produccion de petroleo, ofrecer contratos lucrativos a empresas no americanas, y promover mayor militancia en el frente palestino-israeli son otras posibilidades. Presuntamente, hay desacuerdo dentro de la jerarquia saudita acerca de donde se dirigen las cosas, cuanto puede confiarse en su aliado americano, y cuanta distancia debe poner Riad entre el y Washington. Aunque la pesadilla final saudita – una "gran negociacion" irani-americana, que confirmaria la preeminencia de Iran en la region – no esta en las cartas, las relaciones sauditas-americanas pueden estar entrando en aguas desconocidas. El autor es un miembro investigador principal en el Centro Moshe Dayan para Estudios Meso-Orientales y Africanos, Universidad de Tel Aviv.