viernes, 14 de marzo de 2008

Eduardo Propper, otro español que salvó judíos

El Museo del Holocausto de Jerusalén (Yad Vashem) concedió a título póstumo el nombramiento de "Justo entre las Naciones" al diplomático español Eduardo Propper de Callejón, en reconocimiento por la ayuda que prestó a judíos que huían de los nazis.

Con Propper son cuatro los españoles a los que se ha otorgado este honor, el más alto reconocimiento que se da en Israel a los no nacionales, que permite solicitar la nacionalidad honorífica israelí y que recibió también Oskar Schindler.

Los hijos de Propper, Felipe y Elena, recogieron la medalla y el diploma en una emotiva ceremonia celebrada en el Jardín de los Justos de Yad Vashem, una institución que recibió el año pasado el premio Príncipe de Asturias de la Concordia.

Con este acto el Museo, máxima autoridad para la memoria de los mártires y héroes del Holocausto, considera probado que Propper ayudó a gran número de judíos a escapar a España desde Francia tras la ocupación alemana, en 1940.

Cuando entraron en Francia las tropas nazis y se cerró la Embajada de España en París, Propper se dirigió con su familia a Burdeos, donde se encontró el Consulado español cerrado y rodeado de miles de personas que trataban de conseguir un visado para huir a la península.

"En contra de las órdenes dictadas por el Ministerio de Exteriores español Propper pasó una semana en Burdeos, firmando visas a todo aquel que necesitaba huir y siguió haciéndolo cuando el consulado se trasladó a Vichy", explicó Avner Shalev, director de Yad Vashem.

"Firmaba visados con las dos manos", declaró su hija Elena, que asegura que "firmó tantos papeles que mi madre tenía que vendarle las manos por las noches".

Nunca se ha sabido el número exacto de visas que concedió Propper, puesto que los archivos fueron destruidos, pero sus hijos se han encontrado a lo largo de los años con más de un descendiente de aquellos judíos a los que ayudó su padre.

La decisión de Propper le valió un castigo profesional, ya que fue trasladado de la Legación en Francia a un cargo mucho menos prestigioso en Larache (Marruecos) y nunca llegó a ser nombrado embajador.

"Mi padre era una gran persona y no hay día que pase sin que yo piense en él o diga algo que él hubiera dicho. Era un hombre muy sencillo, sin pretensiones, pero con grandes valores humanos y morales", declaró Felipe Propper.

Según él, el diplomático homenajeado "tenía un gran don de gentes, era muy querido y siempre prestaba ayuda a terceros y se ocupaba poco de sí mismo"

Es por este motivo, según su hijo, por lo que "murió como ministro de primera y no como embajador de España, porque le habían saltado en el escalafón desde que lo mandaron a Larache en destierro y nunca volvió a recuperar el puesto".

"Me siento muy orgulloso. Estoy seguro de que mi padre estará por aquí y pienso que él me estará diciendo: por fin, Felipe, lo has conseguido", añade emocionado Propper hijo.

En la ceremonia estuvo presente el embajador de España en Israel, Edualdo Mirapeix Martínez, que declaró que: "Con este acto no sólo se está honrando a la persona de Eduardo Propper de Callejón, sino también a muchos otros diplomáticos que trabajaron para salvar vidas de judíos y a la propia carrera diplomática, que siempre se ha guiado por principios humanitarios y una dimensión de justicia social".

Fuente: Aurora Digital

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