miércoles, 5 de marzo de 2008

Lo que no se dijo


Durante el almuerzo Shavit le pidió a Anzorregui que el gobierno argentino tomara medidas concretas contra grupos islámistas que ya en 1992 atacaran la embajada. Shavit le dijo a Anzorregui que el Mossad acababa de capturar en el Líbano a Mustafa Dirani, un alto líder del Hizbollah, que debería ser prenda de cambio por el malogrado piloto israelí, Ron Arad, cautivo del Hizbollah y llevado a Irán. Desde entonces poco y nada se sabe de él.
Un mes y medio más tarde, volaba la AMIA y no son pocos los analistas que vinculan este ataque como represalia por la captrua de Dirani así como en su momento la embajada habría sido atacada por la espectacular eliminación de Abbas Musawi, anterior líder del Hezbollah, el 16-02-92. Cabría preguntarse que pasaría si Israel elimina, como fue sugerido, al actual jefe del Hizbollah, el morboso negociador de cadaveres, Hassan Nasrallah, suposición que toma más fuerza luego del atentado que eliminó a Imad Mugnieh en Siria. Convendría que se tomen en cuenta estos escalonados hechos.

Luego del ataque a la embajada llegó a Bs. As. una delegación del Mossad que se encargó de investigar posibles negligencias en la seguridad interna del edificio y rastrar pistas del acto criminal. También llegaron investigadores de la policía israelí y expertos en balística. El informe del grupo confirmó lo poco que se sabía : autobomba y explosivo C-4. Por otro lado, la NSA, una de las agencias de inteligencia de EE.UU. responsable de escuchas e interferencias,registró una conversación extraña tres días antes del ataque. La comunicación era entre la embajada de Irán en Moscú y Teherán: se insinuaba allí un inminente ataque a una embajada israelí en un país sudamericano. Una semana antes del ataque hubo mensajes codificados de las embajadas de Irán en Bs. As. y en Brasilia hacia Teherán.

Los intérpretes creyeron encontrar indicios de un inminenta ataque. Todas estas escuchas de los norteamericanos fueron pasadas a Israel. Luego del atentado los norteamericanos responsabilizaron del operativo al ahora fallecido Imadh Mugnieh, jefe de operaciones exteriores del Hezbollah y responsable de ataques con autobomba contra objetivos norteamericanos,franceses e israelíes en el Líbano incluyendo secuestro de extranjeros entre 1983 y 1986. Mugnieh aparece en el expediente de la causa como inculpado pero nada se dice de Thalal Jamleh, otro miembro del Hezbollah que participó.

El ataque contra la embajada fue definido en el informe norteamericano como "modelo típico de inspiración iraní ". Según el informe, un miembro del Hezbollah salió de el Líbano rumbo a la Argentina con un pasaporte falso entregado por la embajada iraní en Beirut. Este agente reclutó colaboradores locales entre la pequeña y cerrada comunidad de chiitas argentinos formando lo que en la jerga se denomina Grupo Local de Apoyo. Ayuda logística y dinero provendría de la embajada de Irán en Líbano.

De acuerdo a la CIA, apoyos similares al ataque en Bs. As. se registraron en atentados a opositores al regimen iraní en Yugoslavia, Chipre, España ( Valencia ), México ( Veracruz ), Thailandia, G. Bretaña ( Londres ), Bosnia, Austria y Alemania.

La etapa decisiva del ataque se decide en Irán luego de evaluar la información de inteligencia enviada por la conexión local.

Luego se habría enviado un grupo operativo de 3 o 4 personas, en general entrenados en Irán o Líbano. El jefe del operativo montado por le Hezbollah fue Abd Mahmud Varda que actuó desde la Triple Frontera. Alí Sagaian fue el "diplomático " iraní de contacto en la embajada de Irán en Buenos Aires. Sagaian era miembro secreto de la Guardia Revolucionaria de Irán y coordinador de acciones en Latinoamerica. Sagaian tuvo un importante rol en la represión de los rebeldes baluchistanos en Irán. Otro personaje sospechado es Khamal Zhara, miembro de las fuerzas Al Kuds de la Guardia Revolucionaria y estuvo en la embajada iraní en Argentina por lo menos en dos oportunidades antes del atentado.

El grupò ejecutor del Hizbollah llegó a la Argentina vía ciudad del Este procedente de Londres. En la Argentina contaron con casas refugio y documentos falsos que posibilitaron la desaparición de los ejecutores. El hombre que con documentos falsos compró la Ford F-100-bomba sería un miembro de Hezbollah y probablemente no supiera el objetivo final de la camioneta porque extrañamente se preocupo que contara con aire acondicionado. El Mossad hace tiempo que tiene la mira puesta en ciudad del Este. Un agente israelí definió a la ciudad como "una ciudad llamada infierno ". Ya en 1992 advirtieron que otro atentado podría gestarse en esa zona. Desde el 2001 la mira esta puesta en la vigilancia de Hamid Nasrallah, pariente de Hassan Nasrallah. Hamid es el líder religioso de una mezquita chiita en ciudad del Este. Hamid desmiente todo, culpa al sionismo y dice que el Hezbollah es "un movimiento político honorable " ( expresado al periodista Ronen Bergman en su libro La Inteligencia israelí frente a Irán y Hezbollah, pag 18., en hebreo ).


Fuente: Natalio Steiner

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