viernes, 20 de septiembre de 2013
SE ARREPENTIRAN FINALMENTE LOS ARQUITECTOS DE OSLO?
Fuente: The Jerusalem Post- Traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba
por MICHAEL FREUND
11/9/13
Veinte años atras esta semana, Israel cometio uno de los mayores errores estrategicos en su historia moderna, uno que esta aun proyectando una sombra larga y dolorosa sobre todo el Medio Oriente.
Ignorando la informacion militar, principios morales y sentido comun basico, el entonces primer ministro Yitzhak Rabin firmo los Acuerdos de Oslo con el terrorista en jefe de la OLP, Yasser Arafat, sobre el parque de la Casa Blanca el 13 de septiembre de 1993, estableciendo la escena para derramamiento de sangre sin precedentes e inestabilidad sin paralelo.
No obstante, a pesar del paso de dos decadas, los arquitectos de Oslo se rehusan obstinadamente a reconocer el error de sus caminos y continuan ignorando el daño que han traido. Es hora que lo hagan.
Bajo Oslo, Israel permitio a Arafat y sus cohortes entrar en Gaza y les dio armas tanto como territorio para controlar. A cambio, recibimos la peor ola de violencia y terror en la historia de la nacion.
En vez de armonia, Oslo trajo terror, resultando en una ola inmediata, predecible y dolorosamente prolongada de apuñalamientos, tiroteos y ataques suicidas.
Aqui hay un hecho simple que dice mucho: en los cinco años despuesde Oslo, fueron asesinados mas israelies por terroristas palestinos que en los 15 años antes de la firma del acuerdo. Un total de 279 hombres, mujeres y niños fueron asesinados en la media decada luego de los acuerdos, mientras que 254 fueron asesinados en los 15 años anteriores.
Y en las dos decadas desde que Rabin y Arafat intercambiaron apretones de manos con Bill Clinton mirando, mas de 1400 israelies han perdido sus vidas ante el terror palestino.
Oslo fue un desastre en todos los sentidos. Dividio al pueblo y tierra de Israel, fracaso en traer paz, establecio una entidad palestina hostil, debilito la posicion de disuasion del estado judio y dio poder a Hamas.
Uno podria haber esperado que los principales culpables detras de esta catastrofe al menos hayan tenido la honestidad intelectual de confesar y asumir la responsabilidad por el fiasco. Pero como un esposo inquieto que se ha jugado su paga en la mesa de blackjack, ellos prefieren en cambio negar la realidad y culpar al mazo de cartas en vez de asumir sus acciones.
Tomen, por ejemplo, al Embajador Uri Savir, quien tomo parte en las conversaciones con la OLP. Escribiendo en The New York Times el mes pasado, Savir tuvo la audacia de reescribir la historia en un intento lamentable por salvar su reputacion.
“Oslo,” declaro, “no pudo cumplir las expectativas israelies y palestinas de resolver su amargo conflicto, principalmente debido a la eleccion en 1996 de un gobierno anti-Oslo en Israel liderado por Benjamin Netanyahu, y tambien por el fracaso de Yasser Arafat en combatir el terror y extremismo palestinos."
Asombrosamente, en el curso de solo una oracion, Savir se las arregla para exprimir no una , sino dos importantes distorsiones de la historia.
Primero, el coloca la culpa "principalmente" en el resultado del proceso democratico de Israel, en vez de en el espantoso habito del liderazgo palestino de violar cada una de sus principales obligaciones, incluyendo la necesidad de reprimir la violencia, desarmar y desbandar a Hamas, y poner un alto a la incitacion anti-Israel.
En segundo lugar, Savir tampoco destaca que su mentor Shimon Peres estaba de hecho liderando las encuestas en el periodo previo a la eleccion de mayo de 1996 despues del asesinato de Yitzhak Rabin. Fue solo la ola de ataques suicidas palestinos en febrero y marzo de 1996, cuando estaban explotando autobuses en Tel Aviv y Jerusalem, que cambio el apoyo del publico.
En otras palabras, aun si uno quisiera hacer la dudosa afirmacion que fue la eleccion de Netanyahu la que hizo descarrilar Oslo – no lo fue – el hecho sigue siendo que fueron el terror y falta de cumplimiento palestinos los que hundieron cualquier esperanza de progreso final.
No contento con el mero ocultamiento, Savir sigue para involucrarse en la chicana: “La principal leccion a ser aprendida de Oslo,” insiste, “es que para que el proceso de paz sea exitoso, debe ser inclusivo, no elitista. Debe ser una paz por el pueblo, para el pueblo."
Umm, no. La principal leccion a ser aprendida de Oslo es que Israel no puede y no debe confiar su seguridad a otros, y que el apaciguamiento y concesiones territoriales son una receta para la ruina. Todo el resto es comentarios.
Savir, por supuesto, no esta solo en sus esfuerzos por ocultar las oscuras verdades de Oslo y sus consecuencias.
Otros, tales como el Presidente Shimon Peres y el ex viceministro del exterior Yossi Beilin, continuan apegandose a sus pretensiones pseudo-mesianicas acerca de la sabiduria del experimento.
Esto estuvo mas claramente en exhibicion anteriormente este año en una entrevista en el Dia de la Independencia que Peres concedio al The Jerusalem Post.
Como informo el Post el 15 de abril, Peres dijo que el no se arrepentia de Oslo ni tampoco pensaba que habia sido un error. En cambio, el defendio el acuerdo, diciendo que debido a los acuerdos, hay ahora un bando palestino de paz, sea lo que sea que eso signifique.
No hace falta decirlo, Peres no ofrecio una palabra de contricion o remordimiento, tampoco pidio perdon a las victimas de Oslo.
La cosa es que este proximo viernes no solo conmemora el 20º aniversario de Oslo, sino que es tambien la vispera de Iom Kipur, cuando los judios de todo el mundo nos comprometemos en introspeccion, lidiamos con nuestros pecados y buscamos hacer enmiendas.
La interseccion de estas dos ocasiones presenta la oportunidad perfecta para que Peres, Savir, Beilin y todos los que respaldaron Oslo den al pueblo de Israel la disculpa tardia que merecemos. Hacerlo no solo seria lo justo y moral que debe hacerse, seria tambien comenzar a sanar algunos de los cismas que causo Oslo en la sociedad israeli.
Los arquitectos de Oslo podrian no ser capaces de deshacer los errores del pasado, pero seguro pueden aprovechar este momento para comenzar finalmente a expiar por sus transgresiones. Y reconocer el fracaso de Oslo y disculparse por sus roles parece un buen lugar para comenzar.