domingo, 14 de abril de 2013

El gas y nosotros

Gas en Israel Tenemos gas. Albricias. Aunque me asalta la duda de haber usado correctamente la tercera persona del plural "tenemos". El descubrimiento es maravilloso. Permitirá reemplazar combustibles caros que creaban dependencia respecto de los proveedores, por ejemplo el carbón que alimentaba nuestras usinas, desaparecerá como insumo. El gas se podrá utilizar para el consumo automotor instalando los accesorios correspondientes en automóviles, autobuses y camiones, aliviando la demanda de hidrocarburos líquidos, con la consecuente esperable reducción del precio; la reducción del costo del transporte incidirá en el costo de los productos de toda naturaleza, incluidos primordialmente los de primera necesidad; podrán volver a la canasta de provisión de medicamentos aquellos que desaparecieron incidiendo gravemente en el bolsillo del paciente. Así, aunque no se aumenten los subsidios sociales, estos dotarán a sus beneficiarios de un mayor poder adquisitivo. En consecuencia, habrá mas consumo, el aumento del consumo provocará el nacimiento o renacimiento de puestos de trabajo, que a su vez elevará la demanda o posibilitará la adquisición o el consumo de mercaderías antes inaccesibles para un gran tramo de la población. El incremento de las adquisiciones y del consumo aportará mas ingresos a las arcas fiscales vía impuestos vigentes que aún podrían reducirse. Y algún otro beneficio que ahora, de la emoción, se me escapa. Tanto el estado como los particulares podrán cancelar deudas, borrando el minus tan odiado y costoso, etc. También podría el estado poner en práctica algunos programas y proyectos que tiene en carpeta u otros que podría desarrollar, p.ej. creando institutos educacionales baratos o gratuitos, brindando la posibilidad de educación a grandes masas que ahora se ven excluidas por el alto costo de los estudios superiores. También podría decirse que la mayor oferta de servicios profesionales de los futuros egresados disminuiría en breve el alto costo de las prestaciones profesionalizadas haciéndolas mas accesibles para un mayor número de personas. Quizás y como consecuencia de todo esto hasta la expectativa de vida aumente. Y que decir de la calidad de vida. Hasta aquí el cuadro resulta idílico. Un pueblo mas feliz, mas satisfecho. Pero, será así o por lo menos parecido? Si ocurre algo de lo dicho, aunque mas no sea algo, no tendré que arrepentirme de hablar en tercera persona del plural. El nosotros estará bien empleado. Amén. Emilio Baby